Lucía Medina (Paz Vega), una religiosa con un brillante recorrido dentro de su congregación, decide volver a su tierra natal en la zona del Estrecho para reencontrarse con sus raíces y resolver importantes asuntos que quedaron pendientes en el pasado.
Así comienza 'Perdóname Señor', el nuevo drama de Telecinco producido por Frank Ariza, a cuyo primer capítulo ha tenido acceso Vertele. En creador nos cuenta cómo nació la serie, la experiencia de trabajar con Paz Vega y, también si teme a las críticas que su ficción podría recibir por parte de la Iglesia dado su contenido, entre otras cuestiones.
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Después de ver el primer capítulo de 'Perdóname Señor', nos vienen a la cabeza muchas preguntas. Entre estas, quisiéramos saber cómo habéis construido ese entramado dramático del que hace gala el episodio, ya que se dan infinidad de situaciones.
El ritmo es frenético y las tramas no dejan de parar en ningún capítulo porque cada vez va a más y el problema que empieza en el primer capítulo, se va agrandando conforme avanza la serie a niveles desorbitados.
La idea original o el argumento del que se parte surgió de que yo soy de Barbate (Cádiz); nací y crecí allí. Hay un momento de mi adolescencia en la que realmente todo aflora de una manera muy llamativa de ciertas personas, ciertos compañeros, gente del pueblo... empieza a materializar algo que obviamente está prohibido que es el narcotráfico, y cómo tú empiezas a ver que este forma parte del pueblo que antes estaba realmente oculto.
Esto en las noticias se hace muy frecuente, nosotros nos empezamos a preocupar, y yo he crecido viendo este problema alrededor de mí todo el tiempo. Tanto, que llegó un momento en el que era normal, cosa que a mí me alarmaba. ¿Por qué lo veíamos normal? porque cualquier persona que te dé de comer, que te pueda ayudar a salir adelante... obligatoriamente lo tenía que ver normal o emigrar. Y para mí la idea original nace en eso, en que la monja, al tener claramente ella ese hábito y tomar la decisión 'correcta' siempre, cuando tiene que defender a los suyos, agravándole con los horrores que ella misma ha cometido en el pasado por ciertas cosas, hace que ella tome la decisión que todos los barbateños siempre hemos tomado a la hora de hablar de un conflicto como el que se habla.
La serie no va de narcotráfico, es un melodrama social de personas que han vivido una situación y que cada uno ha podido avanzar como ha podido en su vida. Es mi vida, básicamente.
Llama particularmente la atención de que la protagonista sea precisamente una monja. ¿Tenía esa idea en mente desde el principio o fue surgiendo a medida que creaba la serie?
¿Quién puede representar a todos y el poder tener razón en el camino correcto? Siempre tenemos la imagen de Dios, de las religiosas -que tampoco están muy favorecidas con todo lo que está pasando-, aunque en cierta medida siguen representando personas con bondad y con una ética a la hora de tomar decisiones.
Por eso el tema de la monja era importante, y también porque su propia historia la ha llevado allí.
¿Espera críticas a la serie por parte de la Iglesia y sus feligreses?
Creo que puede herir susceptibilidades, claro que sí. Es como si representas un oficio tan de antaño y lo manchas con una pistola y un hábito; son totalmente opuestos. Pero está justificado: el hábito no puede eclipsar a una mujer. El hábito es el adorno de esta persona a la hora de enfrentarse al problema, con lo que tienen que entender que el hábito, en ciertas condiciones, te tiene que sobrar.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Paz Vega? ¿Cómo la convencisteis para que se uniera al proyecto?
Paz leyó el proyecto y le fascinó. Es andaluza, conoce perfectamente la zona, tenía claro el personaje en la cabeza y lo compartíamos al 100%. Recuerdo que hicimos una comida y hablamos del guion y ella misma lo tenía tan interiorizado...
Para mí lo difícil no era que ella interpretara a una monja, sino verla vestida de monja. Pero a ella y a cualquier actriz, porque el hábito no sienta bien a todo el mundo. Y de repente ves a Paz, una celebrity internacional acostumbrada a la alfombra roja, con hábito... pero está clarísimo de que ella puede representar a esta monja.
Ningún problema con ella, para nada. No sé cómo describirla porque me quedaría corto. Ella es el proyecto, Barbate, el compañerismo, la atención a todos... no puedo decir otra cosa sino maravillas. Ha sido un placer, un lujo y de lo más fácil de todo el proyecto: trabajar con ella.
Una de las conclusiones que hemos extraído tras ver el primer capítulo de la serie, es que se trata de una ficción 'muy Mediaset' al estilo 'El niño', 'Sin tetas no hay paraíso', 'El príncipe'... ¿Le dieron ciertas pautas a la hora de encargarle el proyecto?
Para nada, porque yo vine con la realidad de mi pueblo, que creo que coincide con 'El príncipe', 'El niño'... compartimos esos mimbres a la hora de construir la historia. Porque 'El niño' no deja de ser un chaval que cruza el estrecho para buscar droga y que se ve envuelto en un problema, y la zona es muy característica.
Normal que recuerde, por supuesto. Y en cuanto a 'El príncipe', el tema árabe es que lo tenemos enfrente: es Marruecos. Forma parte del contexto.
A diferencia de 'El príncipe', aquí se ha apostado por la miniserie. ¿Ha sido por alguna razón en concreto?
La razón principalmente es porque en esta historia tiene que tener un principio y un fin. Creo que mando un mensaje y ese mensaje tiene que estar muy claro, no alargarlo. Esta monja tiene un mensaje que transmitir y si no se acaba nunca llegas a entenderlo.
De momento, la historia es cerrada y nunca puedes decir que no se continuará. Yo creo que es difícil que se pueda continuar, pero no imposible.
Como creador y productor, queríamos preguntarte por una cuestión que afecta a todas las series como es la duración en prime time, ya que los espectadores lo ven siempre como un problema. ¿Cómo ve esa situación?
Lo comparto con todos, pero también comparto la política de la cadena. Yo creo que ante eso, en el caso de 'Perdóname Señor', el ritmo es muy frenético y muy rápido. El decorado exterior ayuda también y hace que la duración sea más amena.
En la rueda de prensa de la serie comentasteis que 'Perdóname Señor' era una serie muy local. Parece ser una tendencia reciente en ficción, el hecho de no centrarlo todo en Madrid o Barcelona sino de hacerlo en pueblos muy concretos. ¿Qué opina de esta preferencia?
Considero que Madrid es muy personal, pero no deja de ser una ciudad y es mucho más impersonal. Creo que los valores de la familia que todos hemos vivido, lo representa mucho más cercano un pueblo. Entonces esos conflictos acaban siendo más grandes en un sitio tan pequeño donde todos te conocen y en el que, cuando tienes un secreto, es un secreto a voces.
Ver el sur sin filtros. Creo que cada parte de España hay que verla sin filtros. No hay que embellecerla: es tal cual. La realidad es esa. Y creo que eso es lo que hace que puedas llegar a querer la serie.
A nivel de productora, ¿podría avanzarnos un poco acerca de otros proyectos con los que estéis trabajando? ¿Alguna novedad?
No me dejan avanzar nada. Todo es secreto, pero yo estoy deseándolo. Hay cosas entre manos. Estoy muy contento y con un agradecimiento eterno porque es tan difícil querer, que crean en ti, que tú creas en otras personas... no dejan de ser actos de fe a la hora de pedirte o de compartir y a la hora de hacer proyectos.
Yo no considero que el proyecto sea mío; nunca lo diré. El proyecto es de un gran equipo que estamos detrás, una gran familia, que hace que esto realmente se mueva.
Para finalizar, ¿cree el espectador en las series españolas o aún sigue mirando mejor las de fuera? Hemos visto que en los últimos años sí que ha habido un salto en cuanto a la calidad de los productos de ficción nacionales...
Creo que tenemos una ficción de la que muchos nos pueden envidiar. Creo que lo que hay es más diversidad en el sentido de que tienes que entender la situación de una cadena generalista, la de una plataforma... y habrá públicos que les gusten o un medio u otro, pero tenemos la diversidad para producir en España todo tipo de géneros y formatos para adaptarlos a cualquier canal para comunicar.
Creo que en España tenemos que sentirnos orgullosos. En cuanto a lo de creer en la ficción española, pienso que unos creen en un tipo de ficción y otros en otro. Lo importante es que podemos creer ambos en cosas distintas que se hacen aquí.
Yo creo en la ficción española primero por su enorme evolución; segundo, por las ganas que se le pone a cualquier historia que se cuenta. Antes solo buscábamos una serie blanca, ahora creo que somos más transparentes a la hora de transmitir lo que vivimos cada uno.
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