'GH VIP 8' o cómo volver a apostar por los perfiles polémicos en la nueva “tele blanca y familiar” de Telecinco
GH VIP regresó el pasado 14 de septiembre a Telecinco con una consigna clara: la de presentar a los espectadores “un Gran Hermano distinto”, con perfiles novedosos de famosos siguiendo esa línea “blanca y familiar” sobre la que se vertebra la nueva etapa de la cadena de Mediaset. Algo que repitieron con insistencia directivos y responsables antes del estreno, y que pasadas seis semanas de emisión queda prácticamente desdibujado.
“No es como una nueva edición de Gran Hermano. Es distinta, es como un nuevo programa. Queremos hacer un GH distinto, con gente que nos pueda contar algo de la vida, que nos pueda enseñar algo”, aseguró Alessandro Salem, actual consejero delegado de Mediaset España, en la presentación de “la nueva Telecinco” celebrada tres días antes de la primera gala del reality.
Un discurso que en el seno de Telecinco se pronunció ya meses atrás, en boca de la propia Marta Flich en su primera entrevista después de anunciarse su sorprendente fichaje como nueva presentadora del formato: “El casting de este Gran Hermano VIP renovado no va a ser un casting al uso, en tanto en cuanto los espectadores van a reconocer al famoso por su trayectoria profesional. Van a estar en casa y van a decir: cómo es posible que yo esté accediendo a la vida de esta persona”, expresó en su charla con verTele.
Además, la conductora prometió “nuevos perfiles” e invitó a los espectadores a ver “un GH VIP renovado, con sorpresas y novedades”, llegando a definir al reality de los realities como “un formato divertido y familiar”.
Los “nuevos perfiles” de ese “Gran Hermano diferente”
Estas intenciones iniciales se confirmaron, a medias, tras la emisión de la primera gala en Telecinco. Y es que en el casting inicial de 18 concursantes sí hubo hueco para famosos reconocidos por su trayectoria profesional y totalmente novedosos para el formato como el patinador Javier Fernández, la cantante Karina, el exwaterpolista Pedro García Aguado -que terminó por no ser participante oficial, sino cómplice de un giro de la nueva mecánica- o incluso la reportera de Informativos Sol Macaluso.
Ellos podían entrar en esa categoría de perfiles “blancos” a los que sí podíamos ubicar en otros talents o realities de la televisión como puede ser MasterChef o incluso Supervivientes, pero que hasta ahora no se habían lanzado a entrar en un programa de convivencia y directo 24 horas como el que se graba en Guadalix.
Sin embargo, entre el grupo principal predominaban rostros con escaso recorrido mediático como Susana Bianca, Luitingo, Gustavo o Michael Terlizzi, difícilmente catalogables como “VIP”, y también otros famosos de perfil polémico: unos con trayectoria ya reconocida en Telecinco como Oriana -que terminó firmando su tercer abandono en un reality de la misma cadena- o Carmen Alcayde; y otros sin pasado en Mediaset pero sí con 'callo' en programas del género como Álex Caniggia o Laura Bozzo.
Es decir, Telecinco cumplió con su promesa de atraer a 'celebrities' ajenas al universo Gran Hermano, pero recurrió igualmente a esos perfiles controvertidos que, sean más o menos reconocidos en sus profesiones, ni se salían del tipo de rostros a los que fichaba “el GH de siempre”, ni tampoco casaban con esa línea “blanca” que se presuponía clave en esta nueva etapa.
Telecinco agita 'GH VIP 8' con perfiles polémicos
El balance del primer mes de GH VIP 8 se saldó con audiencias a la baja, especialmente en la gala de los jueves, y un doble abandono que condicionó la convivencia: primero la polémica salida de Oriana, el perfil controvertido que más juego prometía dar en la edición; y después el adiós de Karina, que también se fue con cierto runrún por si su breve estancia podía estar o no pactada por sus compromisos profesionales fuera.
En lo que a los datos se refiere, el reality promedió en sus primeras cinco galas un 12.3% de cuota y 902.000 espectadores, por debajo del millón y lejos del líder MasterChef Celebrity. Mejor promedio de seguidores registró el Debate de Ion Aramendi (1.006.000 espectadores y 12.1% de cuota), que sí logró liderar al menos una noche dominical. La gala Límite 48 horas de los martes desapareció y fue sustituida por el Última hora diario de Lara Álvarez, que sigue una trayectoria irregular en el access prime time.
En este contexto, y con dos activos menos en Guadalix por salidas voluntarias, Telecinco y Zeppelin se han visto en los últimos días en la tesitura de tener que reforzar el casting y de paso, avivar unas tramas de por sí escasas en el primer tramo de la edición, como criticó desde dentro una sincera Laura Bozzo.
Así las cosas, cadena y productora han acabado apostando por Naomi Asensi, José Antonio Avilés y Yiya de Guillén, tres perfiles polémicos y con pasado en Telecinco. Tres perfiles que encajan en el patrón del que, al menos en un principio, desde Mediaset se quería huir.
Especialmente significativo es el caso del colaborador de Fiesta, cuyo paso por Supervivientes fue del todo controvertido y al que desde la propia cadena señalaron y condenaron por sus mentiras, montando un programa especial en prime time sobre ello. Avilés es, posiblemente, el perfil más polémico al que podía recurrir Telecinco para un reality como GH VIP. Pero a su vez, como se ha demostrado, acaba siendo el tipo de concursante que agita una convivencia y que atrae a los espectadores de Gran Hermano.
En sus primeras horas en Guadalix, el cordobés dio un vuelco al reality detonando una 'bomba' y provocando el primer gran giro de la edición: la ruptura de la amistad de Michael y Albert, que derivó en la expulsión del segundo en la que ha sido, hasta la fecha, la gala con mejor cuota de Gran Hermano VIP en su regreso a Telecinco.
En lo que respecta a Naomi, también fue protagonista en esa trama al deslizarse la posible atracción del italiano por ella nada más llegar a la casa. Y además ha confirmado que es ese perfil 'agitador' que ya mostró en La isla de las tentaciones, provocando conflictos y participando activamente en las discusiones.
Yiya, que se dio a conocer en Un príncipe para tres princesas y que ya fue polémica en Supervivientes, finalmente no ha conseguido una de las dos plazas de concursante oficial y tuvo que abandonar la casa el pasado domingo. Sin embargo, en su semana en Guadalix tuvo tiempo para tener discusiones de todos los colores y estar a punto de llegar a las manos con dos compañeras.
De hecho, como contó el propio Aramendi en el Debate, el equipo de producción presente en la casa pasó “un fin de semana muy duro” por una fuerte bronca entre Naomi y Yiya marcada por graves ataques verbales. Ataques de esos que también quiso evitar el reality en sus primeras semanas, llamando al orden a los concursantes cada vez que había un insulto, y colmando la paciencia de Oriana.
Por tanto, analizado el desarrollo del reality, podemos decir que ni es verdad que Gran Hermano optara al 100% por nuevos perfiles al principio de la presente edición, ni sobre todo en su desarrollo. A la postre, el programa ha acabado apostando por los famosos “de siempre” con pasado en Telecinco que son, como se ha demostrado, los únicos capaces de agitar un formato de estas características con un tipo de contenido que está lejos de ser “blanco y familiar”.