Crónica de la gala 3 en Telecinco

'La isla de las tentaciones 4' vivió su primera infidelidad con el que parecía más débil

Paula Hergar

25 de noviembre de 2021 01:05 h

La tercera gala de La isla de las tentaciones 4 empezó resolviendo la reacción de Zoe en la primera hoguera. En la que se desesperó, pidió no ver más imágenes y se fue a la orilla pidiendo ver a Josué. No se lo permitieron y todas se marcharon a la villa.

Seguidamente emitieron la primera hoguera de los chicos en la que el más afectado fue Álvaro. Acabó llorando, destrozado y hundido por las imágenes que vio de Rosario y transmitió su miedo por perderla. Sin embargo, esa imagen cambió por completo al ser él quien protagonizó la primera infidelidad de la edición.

Además, llegaron dos tentadores VIP a las Villas. Una que revolucionó a los chicos y otro que despertó a Zoe al ser su verdadera tentación.

La hoguera de los chicos con dudas sobre la bisexualidad y ausencia de imágenes

“Bienvenidos a vuestra primera hoguera” decía Sandra Barneda ante los suspiros nerviosos de los cinco participantes. El primero en ver imágenes fue Alejandro que empezó diciendo que “en el fondo de su corazón sabía que Tania no iba a hacer nada y que no la iba a perder”, pero se mostró desconcertado al escucharla hablar con amigas diciendo que su forma de ser no le deja querer bien. Aún así se quedó tranquilo y sin más imágenes.

El siguiente fue Josué que se molestó al ver a Zoe bailando twerking con varios chicos de la casa pero aún más al descubrir su actitud “cariñosa” con Tania. Algo que también molestó a Alejandro.

Continuó Darío aceptando que le cuesta mostrar sus sentimientos, tal y como se quejaba Sandra. Y Nico lamentó no ver a Gal·la en ningún vídeo de sus compañeros porque podía ser señal de que estaba pasándolo mal. Una sospecha que confirmó al escuchar a la presentadora decirle que no había imágenes para él.

El programa dejó a Álvaro en último lugar porque tenía las imágenes más delicadas. En ellas vio a Rosario quejarse de su relación, en el jacuzzi con Suso que le daba besos en el cuello, abrazos y a centímetros de su boca. Álvaro se echó a llorar: “He venido a que confíe en mí, no a que se vuelva loca. No me esperaba esto para nada, las conversaciones, cómo se miran... se está riendo de mí”, dijo entre lágrimas.

Ante tal situación, todos dejaron en manos de Álvaro activar o no la luz de la tentación: “Por mí sí, actívala”, dijo él a la presentadora, en lo que será un cambio de rumbo en su villa.

Solteros eliminados y nuevos tentadores VIP

Tras los primeros días de aventura, los chicos tuvieron que eliminar a dos tentadoras: Sabina por estar incómoda entre ellos y Carmen por no haber conectado con nadie, excepto con Álvaro. A cambio, el programa incorporó a Jennyfer, una ex viceversa que tenía algo inacabado con Josué: “Tuve un desliz con ella al inicio de la relación con Zoe y la tiene enfilada”, explicó él. “Estoy aquí y soy una tentación más”, advirtió ella. Mientras Alejandro mostró su atracción por ella diciendo que se había convertido en su “tentadora número 1”.

Para sus nuevas citas, Alejandro se decantó por la personalidad de Carol, Álvaro repitió con el “terremoto” de Sabela, Nico escogió a Miriam por sus “conversaciones profundas”, Darío eligió a Vanesa por su “buena vibra” y Josué quiso ser “un poco pícaro” y optó por Claudia para que Diriany “no lo diera todo por hecho”.

En la villa de las chicas se repitió el mismo esquema. Ellas eliminaron a dos solteros: Victor e Iván por no conectar con ninguna. Y mientras ellos se marchaban, daban la bienvenida a Simone, el tentador italiano de la edición anterior.

Tania escogió a Stiven para una segunda cita por sentir esa atracción “real”, Rosario quiso seguir “dejándose llevar” con Suso, Gal·la optó por Miguel para “sentirse bien y reír”, Sandra repitió con Rubo por sentir que “puede ser ella misma” y Zoe se decantó por Simone para conocerlo.

La primera infidelidad de quien más lloraba

En la villa de las chicas Rosario empezó a dudar de Suso porque algunos tentadores le dijeron que había hablado mal de ella. Se distanciaron durante la noche, pero él acabó llorando y dándole explicaciones: “Yo soy totalmente de verdad contigo. Venía con una idea y aquí se me ha cambiado. No quiero que desconfíes de mí por lo que alguien te diga”. Ambos se perdonaron y abrazaron.

Paralelamente, en la villa de los chicos, a Álvaro ya se le había pasado la tristeza por Rosario, junto a Sabela. Ambos bailaban y se acercaban cada vez más. Tanto que él le pidió una señal porque “necesitaba ver más de ella”, incluso dijo que lo quería “todo” con ella. Sabela se lanzó a su cuello, lamiéndolo y cuando llegó a la boca, él la besó apasionadamente. Toda la casa les aplaudió y a partir de ese momento ya dieron rienda suelta a la “atracción sexual y física” que sentían ambos.

A la noche siguiente, Álvaro continuó su “aventura” con Sabela: “Cada mañana me levanto y pienso en ti, que te voy a ver guapísima, rompedora y me voy a morir”, confesaba él a su tentadora. Mientras su novia y Suso se apartaban del grupo para hablar. Rosario le explicó que haría más cosas con él pero que le da miedo arrepentirse.

Por lo que, en esta tercera gala se vivió cómo los miembros de una sola pareja ya están siendo infieles física y/o mentalmente.

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