Jaime Cantizano, obligado a cortar una conexión de 'Mañaneros' en TVE: “Es imposible mantener un debate sereno”
Los espectadores de Mañaneros fueron testigos este lunes de un momento de lo más tenso durante su emisión en TVE. Jaime Cantizano se vio obligado a cortar la conexión con un entrevistado después de que este fuese incapaz de mantener la calma durante uno de los asuntos que el magacín de La 1 había puesto sobre la mesa de debate.
Todo ocurrió cuando el programa se hizo eco de las denuncias de una mujer que asegura que llevó su coche a un taller mecánico al que pagó 1.000 euros por adelantado y que, después de seis meses, siguen sin devolverle el vehículo. “Ella dice que tienen su coche secuestrado”, aseguró el presentador.
“Yo lo entregué a finales de marzo, hasta primeros de abril no tuve respuesta de ellos. Cambió la avería, cambiaron los presupuestos y cuando me harté en Junio y les dije que me quería llevar el coche me dijeron que estaba misteriosamente reparado ese día y que tenía que abonar la reparación para podérmelo llevar. Pero cuando llegamos el coche seguía sin tener el motor puesto”, aseguró la afectada, de nombre Pía de Roberti.
En su trabajo de investigación, el espacio matinal de La 1 descubrió que en Internet figuran muchas más quejas de otras personas contra la misma empresa y que algunos de esos comentarios habían sido eliminados por el local. Para contrastar toda la información, el presentador se puso en contacto con su propietario, que entró en directo por teléfono.
Tensión entre Cantizano y el dueño del taller
“Seguramente la situación de esta clienta se ha alargado en el tiempo porque llevo de baja desde el mes de marzo. Esta señora contrató unos servicios que era para cambiar la regeneración de su propio motor y el presupuesto se ve incrementado por la sustitución de diferentes piezas. El presupuesto se acepta vía email por la clienta, se acaba el motor y a partir de ahí se contrata un servicio de montaje en el vehículo”, empezaba explicando Javier Robles, dueño del taller.
“La semana pasada intenté yo llegar a un acuerdo con ella y ella se sentó delante de mí y lo único que me dijo fue que me iba a denunciar por estafa. Ella se enrocó en eso y que lo iba a hacer público. Quiero decirles que ustedes den voz en un medio tan importante como es un medio público, como es TVE, a comentarios y reseñas que son absolutamente anónimas y que ustedes estén hablando de estafas o dando voz a esas reseñas no es de recibo”, lamentó el aludido, al que Cantizano enseguida se lanzó a corregir. “Nosotros no acusamos”.
“Pero se hacen eco de ello. Esta empresa lleva más de 15 años haciendo motores. Intentamos hacer las cosas lo mejor posible. Desgraciadamente no todo sale como a nosotros nos gustaría”, replicó Robles, que volvió a cargar contra el magacín de la pública. “Yo entiendo que el titular que ustedes ponen ahora mismo de esta pobre señora da 1.000 euros. Desde marzo tenemos una cadena de emails con esta señora”, insistió antes de que Ángel Moya, colaborador de Mañaneros, también interviniese para defender a su programa. “Le damos voz para que se defienda pero hay más denuncias físicas”, recordaba.
“Pero los juzgados están abiertos a toda la gente y son denuncias del consumidor”, volvía a defenderse el dueño en una conversación que iba poco a poco elevando la tensión, algo que no mejoró cuando Patricia Suárez, abogada presente en plató, se encaraba con él para decirle que no parecía preocupado por todas las denuncias que se han presentado contra su negocio. “¿Quién ha dicho usted que no nos preocupamos? Eso es muy gratuito y está poniendo palabras en mi boca que no he dicho señorita”, le reprochaba el hombre.
Cantizano acabó cortando al entrevistado
La cosa se iba complicando entre el propietario del taller mecánico y los colaboradores del programa después de que Javier Robles, muy nervioso, siguiese cargando contra Mañaneros. “Les pido que se lean y empapen la 14.86 de la ley decreto talleres antes de causar el daño que están causando en una televisión pública que están preocupándose a esta hora de si un taller pone o no pone un motor”, se quejó.
Jaime Cantizano se vio obligado entonces a intervenir una vez más para intentar calmar los ánimos: “Javier te agradezco que hayas querido intervenir, pero insisto no hemos señalado, solo contamos una historia como contamos miles”, defendió el jerezano. “Hay muchas maneras de contar historias”, reprochó de nuevo el interlocutor desde el otro lado del teléfono.
“Yo entiendo que el consumidor pasa por delante y que al empresario pequeño o mediano se le persigue”, volvió a la carga Javier. “Esto no es perseguir ni pretendo hacer un debate contigo”, le explicó el presentador de La 1, al que el entrevistado respondió que él estaría encantado. “No, porque yo no estoy aquí para debatir”, señaló Cantizano, intentando zanjar el tema.
“Déjeme acabar por favor”, le pedía el dueño del local. “Javier en este tono no es posible mantener una conversación. Hemos contado una historia, te hemos dado voz, pero en este tono es imposible que se mantenga un debate sereno en un programa como este”, concluyó el conductor del programa, terminando de cortar la comunicación con el hombre.