Jesús Vázquez se sinceró con Bertín sobre sus inicios en TV con Penélope Cruz y el calvario del caso 'Arny'
Jesús Vázquez ofreció este viernes a Bertín Osborne una de las entrevistas más sinceras de su vida. El presentador de Mediaset habló largo y tendido en Mi casa es la tuya de su trayectoria profesional y vital, marcada por los buenos momentos y por aquellos que hubiera deseado no vivir jamás.
Entre estos se encuentra, claro está, el conocido como caso 'Arny', una presunta red de prostitución de menores producida en un bar gay de Sevilla. Aquel supuesto escándalo salió a la luz en 1996 y se involucró a numerosos rostros conocidos de la sociedad española. Entre ellos a un Jesús Vázquez que por aquel entonces ya había alcanzado la popularidad gracias a programas como La quinta marcha y Hablando se entiende la basca, ambos en Telecinco.
“La gente me miraba como un asesino”
“Hicieron sangre de gente inocente. Yo ni conocía el bar. Nunca estuve”, aseguró el gallego sobre aquel caso, que lo definió como “una de las manchas negras de la justicia española”. “Ahi estaba todo el mundo. No se puede montar algo así si no estaba todo el mundo implicado: la policía, la fiscalía...”, añadió el ahora presentador de Idol Kids y Mujeres y hombres y viceversa, que al final fue absuelto “porque se demostró que todo era un montaje”.
A pesar del desenlace, aquella fue una experiencia que marcó durante un tiempo su carrera televisiva: “Fue una muerte profesional. No podía ir ni a un restaurante porque la gente me miraba como un asesino. Era muy injusto porque ninguno era culpable”. Sin embargo, lo peor fue el impacto que el caso Army tuvo en su vida y en la de su familia. En especial la de su propia madre, que por culpa del cáncer murió antes de conocerse la absolución del presentador. Sin embargo, Jesús Vázquez y sus hermanos tomaron una decisión al respecto para que pudiera irse en paz.
“Mi madre estaba destrozada. Como ya veíamos que se iba, tuvimos una idea muy chula: mentirle. Le quitamos la tele del hospital y fuimos los tres hermanos e hicimos un teatro diciendo que '¡ya está, ya se acabó todo!'. Y al día siguiente se murió, Bertín. Estaba esperando a que pasase. En el último momento lo hicimos bien pero los últimos meses de vida la hicieron sufrir mucho”, comentó el presentador, visiblemente emocionado.
“Penélope Cruz tenía clarísimo que lo suyo era el cine”
Antes de la irrupción del caso 'Arny', Jesús Vázquez llevaba ya seis años trabajando en televisión y, concretamente, en Mediaset, grupo que se cruzó en su vida en un momento en el que el gallego no tenía ni para pagar el alquiler del pequeño estudio en el que vivía. “A la tele llego por casualidad. De un estudio me he tenido que ir de mala manera porque no podía pagar el mes. Llamas a un amigo que tenía un apartamentucho y me dejó un sofá hasta que me estabilicé. Yo a mi casa no quería volver ni muerto por orgullo. En esa situación aparece Mediaset”, dijo el de Ferrol, que pensó que iba a seguir trabajando como camarero tras aquel primer “horroroso” casting que hizo para La quinta marcha. Sin embargo, convenció a Ana Villa, esposa de Antonio Flores y madre de Alba Flores, para presentar aquel programa.
En esa primera aventura profesional coincidió con una joven Penélope Cruz que ya tenía pensado dar el salto al cine en cuanto se le presentara la oportunidad. “Ella lo tenia clarísimo. La tele era un peldaño en su historia, pero no era el fin. Ella me decía que nos fuéramos con una representante famosa para que nos llevase la carrera. Y yo le decía a Penélope que me gustaba mucho la tele. Y ella se fue”, contó Vázquez sobre la oscarizada actriz.
Él, por su parte, siguió en La quinta marcha a la vez que su popularidad crecía por minutos. Algo que no supo asimilar de primeras. “Nadie te prepara para ese golpetazo de fama que es la tele”, reflexionó Jesús Vázquez al respecto. “Además, ese golpetazo no vino acompañado de dinero. Firmé como un pringado lo que me pusieron delante. 25.000 pesetas por programa de las de entonces, que son como unos 150 euros. Así que ganaba 600 euros al mes y era superfamoso. No me llegaba el dinero pero ya no podía viajar en metro ni en autobús ni a según qué sitios”, aseguró el presentador, que de cara a la segunda temporada pidió un aumento de sueldo a Giorgio Aresu y Valerio Lazarov: “Conseguí un contratito decente y ahí ya fue cuando se me subió a la cabeza. Me puse un poco tonto. Me creía el rey del mundo porque me invitaban a las discotecas, me ponían mesas buenas en los restaurantes y me llamaban para ir a fiestas. Yo me creía el rey del mambo”.
“He superado el bullying, pero es intolerable lo que pasé”
Todo lo contrario que en su época estudiantil, cuando fue víctima de acoso escolar por parte de sus compañeros de colegio. “Yo tenía todas las papeletas. Era gordito, llevaba gafas y llegué de Galicia con mucho acento gallego. El primer día de clase me senté y yo quería saber si tenía que llevar un cuaderno. Pregunté y ya la gente se rió. Encima tenía pluma. Te lo cuento porque lo he superado pero es intolerable”, dijo a Bertín.
“Antes salías del colegio y cuando llegabas a casa era un alivio. Ahora con los teléfonos sigue”, continuó Vázquez, que lanzó una reflexión desde su propia experiencia: “El bullying te destroza la autoestima, te da vergüenza. Me llamaban de todo. 'Gordo', 'maricón'... En casa no lo conté. Cómo le iba a decir a mi padre que yo era el 'gordo mariquita de la clase'. Eso era una deshonra. En aquella época te lo tenías que tragar”. Sin embargo, todo cambió cuando dio el estirón y su físico experimentó un cambio que llamó la atención de las chicas y de aquellos que antes le insultaba. “Me había hecho guapo y no me había dado cuenta, yo seguía siendo el chico gordito, con pluma y con miedo a que le dijeran algo. Y la vida cambió”.
Aun así, Vázquez tiene claro que “el acoso escolar debe dejar de ser un tabú”, y por eso aprovechó su entrevista en Mi casa es la tuya para animar a denunciar cada caso de bullying.