Algunos presentadores de Atresmedia también se han pronunciado sobre la polémica entre La Revuelta (La 1) y El Hormiguero (Antena 3). Aunque para ellos sea un compromiso por motivos obvios (comparten empresa con Pablo Motos), hay quienes han sabido referirse al tema con más o menos sutileza.
Jordi Évole lo ha hecho por iniciativa propia, sin que le pregunten por ello. “Este es un país tan extraordinario que un delincuente confeso como Aldama acusa al presidente del Gobierno de ser un corrupto y dice tener pruebas de ello, y al día siguiente el tema de apertura en el telediario es que un programa de tele le ha robado un invitado a otro programa de tele. Celtiberia show”, ha escrito en La Vanguardia, sin mencionar directamente a las partes enfrentadas.
El presentador ironiza con las teorías de la conspiración formuladas contra La Revuelta, cuya mera existencia –se dice en los ambientes de la derecha política y mediática– se debe a un plan de La Moncloa para acabar con Pablo Motos. “Otra jugada maestra de Pedro Sánchez, acusado de ser el cerebro de uno de esos dos programas. En el otro no le tienen mucho cariño. Seguro que fue de la mente bolivariana de Sánchez de donde salió la ocurrencia de poner un documental de animales de La 2 en La 1 en horario de máxima audiencia. Cortina de humo que nadie vio venir. La berrea de unos ciervos ha acabado haciendo más ruido que las declaraciones de un corrupto”, continúa en su artículo de opinión.
Évole recuerda que este lunes 25 de noviembre “ambos programas volverán a coincidir en horario”, así que no descarta “que el programa acusado de robo cuente su versión y siga el culebrón”.
“La polarización y sus consecuencias”, concluye el catalán, aunque recuerda que “en la época de García y De la Morena no se hablaba de polarización y pasaba tres cuartos de lo mismo”. “Lo importante es que los españoles podamos disfrutar, también en el prime time, de una trinchera donde protegernos. Que las dos Españas tengan algo para arrojarse en cualquier franja del día”.