Jorge Javier empatiza con Pedro Sánchez tras su parón para reflexionar: “Los políticos no son superhéroes”
Jorge Javier Vázquez ha aprovechado esta semana su blog en la revista Lecturas para reflexionar en profundidad sobre la decisión de Pedro Sánchez que ha marcado la agenda política de los últimos siete días. El presentador de Supervivientes ha ahondado en el retiro que se tomó durante cinco días en los que se replanteó seguir o no al frente del ejecutivo en una incógnita que resolvió en la mañana del pasado lunes, cuando comunicó su negativa a dimitir y su intención de continuar en la Moncloa.
El catalán comienza el texto dejando claro que realizó el escrito el pasado domingo, un día antes de que Pedro Sánchez anunciase su decisión de seguir, cuando todavía analistas, periodistas, tertulianos y la propia ciudadanía, debatían sobre las intenciones detrás de la maniobra del presidente. Es entonces cuando Vázquez compara lo sucedido con alguna de las tramas que se ha encontrado a lo largo de su trayectoria como conductor de realities.
“Me aburren soberanamente aquellos colaboradores que se refugian en el 'es una estrategia' para analizar cualquier comportamiento de un concursante. La vida es un 'reality' y a la inversa, y cuando en un programa alguien me sale con esas soy de los que creen que el colaborador en cuestión está en el sillón para hacer bulto”, afirma, elogiando a aquellos tertulianos que se “esfuerzan” en elaborar teorías que intenten explicar aspectos del comportamiento humano. “Con lo de Sánchez ha pasado lo mismo. Aquellos que se dedican a calentar el sillón no se han cansado de señalar que todo esto obedece a una estrategia para seguir amarrado a la poltrona. Nada nuevo bajo el sol. Pero hay otros que han intentado ir un paso más allá. Y se han esforzado por presentarnos escenarios distintos que nos han hecho reflexionar, dudar e incluso cuestionarnos”, alaba el televisivo.
Jorge Javier prosigue su texto asegurando que “actos como la carta de Sánchez nos ayuda a ser más adultos como sociedad”: “A darnos cuenta, ¡oh, cielos!, de que un país sigue funcionando pese a que su presidente se ausente durante cinco días. ¿O acaso hemos pensado que durante todos estos años Sánchez no se ha tomado jamás un día de asuntos propios? Pero esta vez nos lo ha hecho saber. Y a mí no me parece mal que, de manera excepcional, una persona poderosa (sea del partido que sea) nos comunique que a lo mejor no le merece la pena seguir. Es más, me parece lo más humano del mundo. Otra cosa es que sea un brasas y nos esté reprochando continuamente lo mal que lo pasa y que si sigue es porque se sacrifica por nosotros”, afirma.
“Sánchez no es un héroe, ni un santo al que profesarle fe”
El presentador de Mediaset continúa haciendo referencia a las reacciones que se suceden cuando algún político de primera línea comparte que a lo mejor no puede seguir: “La respuesta no puede ser: 'Se viene llorado de casa'. Porque en la vida se llora por el amor, por el trabajo, por la amistad y hasta por un atardecer”, enumera. “No me gusta la gente que no llora. No me gusta aquella gente que dice: 'Tú no tienes derecho a quejarte', porque todos, en algún momento de nuestras vidas, no podemos hacer otra cosa más que quejarnos. Aunque sea por un momento. O por dos, o por tres. Y una vez quejados, descojonarnos de la queja y seguir avanzando. Porque en la vida lo fundamental no es lo que te pasa sino cómo te enfrentas a lo que te pasa. Todos hemos sido Pedro Sánchez en algún momento”, añade, realizando un ejercicio de empatía con el presidente al señalar que “todos hemos aguantado situaciones complicadas y el día menos pensado ha aparecido una motita de polvo que se ha convertido en una tormenta de arena”.
“Compartir nuestras debilidades y vulnerabilidades nos ayuda a tomar distancia y, lo más importante: tomar decisiones. Pedro Sánchez no es un héroe ni un santo al que profesarle fe. Es una persona que es presidente del gobierno. Con todas sus imperfecciones y virtudes”, recalca antes de compartir sus pensamientos estos días con el rey emérito Juan Carlos I y “esa imagen de cuento de hadas que los medios ayudaron a construir sobre su persona y sus seres aparentemente queridos”. “Por eso para la sociedad española fue un auténtico shock enterarse de que la Familia Real era en realidad una familia desestructurada. Fue como descubrir la identidad del Ratoncito Pérez a los cincuenta años. Una catástrofe”, compara.
“Los políticos no son superhéroes que se pasan las veinticuatro horas velando por nuestros intereses. Y otra cosa voy a escribir ahora que me siento absurdamente empoderado y me da por imitar a Pablo Coelho: los reyes no son los padres. Los verdaderos reyes de nuestras vidas somos nosotros mismos. Y nuestra es la tarea de salvarnos: conociéndonos, no juzgándonos, intentando entender al prójimo y amando a los animales. Y oye, a mí qué quieres qué te diga: si me sale un novio que piensa en dejar su trabajo porque puede hacerme daño me tiene ganado para esta vida y para tres eternidades más. Porque entre tú y yo: últimamente solo tengo amantes que me acaban pidiendo que les llame un taxi”, sentencia con humor.