Sálvame se dispone a probar una nueva manera de recuperar al público perdido en los últimos meses: yendo puerta a puerta a su encuentro en su mismo domicilio. Al menos, si así lo quieren los espectadores.
El magacín ha anunciado el próximo lanzamiento de Ding, dong, soy Jorge Javier, una sección en la que el presentador de Telecinco se presentará en casa de las personas que así lo pidan al programa para departir con ellos y hacerlos partícipes de las tramas y contenidos del programa.
Este era el “bombazo” que había anunciado Sálvame durante toda la tarde del lunes 29 de septiembre. Vázquez, ausente al presentar por la noche En el nombre de Rocío, hacía actor de presencia en el plató para comunicar el contenido del cebo. “Dada la repercusión absoluta que tuvo la semana pasada mi visita a la casa de Conchi Ortega Cano, empieza en Sálvame: Ding, dong, soy Jorge Javier. Ahora, Jorge Javier a domicilio”, proclamaba entre carcajadas.
Una idea tras “asaltar” la casa de Conchi Ortega
“Si quieres que Jorge Javier Vázquez, o sea, yo, vaya a echar la tarde a tu casa, que te lleve unas pastitas, una sopa miso -que me sale buenísima-, una tortillita de atún, lo que quieras, y tienes una historia que contarme o quieres saldar cuentas con alguien, me lo cuentas”, indicaba sobre el contenido de esta apuesta.
En efecto, este Ding, dong, soy Jorge Javier supone una vuelta de tuerca a la secuencia que pudo verse la pasada semana en Sálvame, cuando el comunicador catalán se personó en casa de la hermana de José Ortega Cano para charlar con ella de la situación del torero y su enfrentamiento con Rocío Carrasco.
La mujer, a la que la visita pilló por sorpresa, acabó dejando entrar en su salón al presentador con las cámaras, motivando el lógico enfado del resto de la familia. “Me parece muy feo lo que habéis hecho a mi hermana. La sangre no os corre por las venas”, dijo por teléfono otra hermana, Mari Carmen, con la que también charló por teléfono el televisivo.
Un nuevo intento por relanzar 'Sálvame'
Más allá de esto, supone el enésimo intento de Sálvame por tratar de encontrar un aliciente que atraiga de vuelta al público que ha ido abandonando al programa durante el último año.
En este tiempo se han probado microespacios y secciones como Lo de Belén, una suerte de talk show con Belén Esteban al cargo; se reorganizó el formato con una mesa en plató, que tardó pocas semanas en desaparecer; y durante el verano se planteó en Sálvame Sandía el experimento de llevar a Carlos Lozano por zonas de playa a interactuar con los veraneantes, que también se abandonó al poco tiempo. Asimismo, la última añadida de Sálvame, la citada Sandía, tampoco ha logrado mejorar los registros previos de Ya son las ocho, su antecesor en la franja.