Aunque Jorge Javier Vázquez esté temporalmente alejado de la televisión, sigue consumiendo y analizando lo que se produce y emite a nivel generalista. En esta ocasión, el presentador de Telecinco ha querido poner el foco en un programa recién estrenado en su canal, Bailando con las estrellas. Más en concreto, en una de sus juezas.
El showman ha querido elogiar a Antonia Dell'Atte en su labor, si bien también ha realizado algunas críticas al respecto. Ha sido, como de costumbre, en su blog de Lecturas, donde cuenta cómo aprovecha los días de ocio para ver televisión junto a su madre.
“Me hace mucha gracia Antonia Dell’Atte, no lo puedo remediar”, afirma sobre la italiana que “se desenvuelve con maestría en el terreno de la frivolidad y el descaro”. “Tiene una virtud excelente para trabajar en televisión: es capaz de sacar de sus casillas al mismísimo Santo Job. No escucha ni falta que le hace porque entonces no sería esa Dell’Atte tan entretenida”.
Ahora bien, también anota rasgos negativos en su talante: “Lo malo de ella es cuando se pone intensa porque entonces sale esa Antonia contradictoria que tiene poca defensa”, estima Vázquez sobre la actitud que la famosa tiene, en contraste con sus declaraciones sobre educar a la audiencia en respeto. “Antonia, cariño, ¿qué hechos éticos y estéticos jalonan tu vida para arrogarte esa colosal tarea? Qué manía con pretender dotar a nuestra existencia de elementos épicos”.
Elogia a Alberto San Juan por 'Cristóbal Balenciaga'
Bailando con las estrellas no es el único contenido que ha visto en los últimos días Jorge Javier. También destaca Cristóbal Balenciaga, la serie biográfica recién estrenada por Disney+ sobre la vida del diseñador español.
Tras “tragarse” de una sentada los seis episodios de la serie, se deshace en halagos a Alberto San Juan, quien compone una interpretación “magistral”. “Intento imaginarme cuánto ha debido disfrutar viendo el exquisito resultado final. San Juan da vida al Balenciaga con setenta años y pese a la caracterización no se puede disimular el brillo y el entusiasmo de su mirada. Son los de un chaval de veinte. Ilusionado. Feliz. Entregado”.