Juego de Tronos finaliza el rodaje de la batalla más larga: “55 noches seguidas”
Si los fans de Juego de Tronos no tenían suficiente expectación por lo que deparará la octava y última temporada, una comunicación interna del equipo de producción de la ficción anticipa la batalla más larga y grande rodada por la serie.
Rodada en un espacio de “55 noches seguidas” y a “temperaturas bajo cero”, los trabajadores de la adaptación de la saga de George RR Martin prometen a los espectadores “algo como nunca han visto” en televisión.
El contenido del mensaje trascendía en redes sociales hace algunos días. Se trataba de una octavilla repartida al equipo presente en el rodaje. Servía como homenaje tras cerca de tres meses de rodaje en localizaciones de Toome y Magheramornedos (Irlanda del Norte), firmado por Jonathan Quinlan, tercer ayudante de dirección de la producción desde la quinta temporada.
“Esto es para los dragones de la noche. Por aguantar durante 55 noches seguidas, por aguantar el frío, la nieve, la lluvia, el barro, la mierda de oveja de Toome y los vuentos de Magheramorne. Cuando decenas de millones de personas de todo el mundo vean este episodio de aquí a un año, no sabrán lo duro que habréis trabajado. No les importará lo cansados que acabasteis ni lo duro que fue hacer este trabajo en temperaturas bajo cero. Simplemente comprenderán que están viendo algo que nunca han visto. Y eso es gracias a vosotros. Gracias”.
Sevilla alberga el final del rodaje
Tras esta experiencia en Irlanda del Norte, la serie puso rumbo a Sevilla, que alberga la grabación del final de la ficción. El conjunto arqueológico de Itálica será el gran enclave de estas últimas semanas de la producción.
El anfiteatro de estas ruinas ya fueron utilizadas en la séptima temporada, para recrear el Foso de Dragones de la ciudad ficticia de Desembarco del Rey. Ahora, el despliegue de Juego de Tronos se extiende a todo el perímetro de Itálica. Allí estarán hasta finales de mayo.
