La Parte 4 de La casa de papel llega el viernes a Netflix dispuesta a dejar “en shock” al espectador con una tanda de capítulos que ahondará más que nunca en los conflictos de los personajes. Al menos eso cuentan Jaime Lorente y Esther Acebo, con quienes hablamos sobre lo que está por llegar en un junket de prensa de lo más particular.
Denver y Estocolmo nos abren una ‘ventana’ de sus hogares para analizar 5 aspectos clave de los 8 nuevos episodios de la serie, que estarán disponibles desde el 3 de abril en el catálogo de la plataforma.
“No sé si la gente está preparada para todo lo que van a ver. Es una temporada muy dura y creo que van a tener que verla con kleenex y una pelota antiestrés”, vaticina la actriz.
Para ella, en la Parte 4 “se mantiene la dinamita de la tercera, pero al mismo tiempo se detiene un poco y te permite ver los conflictos de los personajes: los que van surgiendo dentro de ellos mismos y los que surgen de sus relaciones con el resto, que se van a complicar bastante”.
Un aspecto clave es la aparición del personaje de Gandía, el jefe de seguridad del banco al que da vida José Manuel Poga. Ya le conocimos al inicio de la Parte 3, pero ahora cobra una relevancia fundamental en la trama de la temporada.
“Es un estímulo nuevo, nunca habíamos tenido al enemigo dentro de casa y esta vez sí. Va a provocar una tensión bestial en todos los personajes. Además está liberado por alguien de dentro de la banda, lo que va a hacer que empecemos a desconfiar unos de otros de una manera muy fuerte”, anticipa Lorente.
El actor también da alguna pincelada sobre el misterioso rol de Belén Cuesta, uno de los grandes secretos de la temporada. Tras verla en apenas dos secuencias como una de las rehenes de la banda en el Banco de España, en la Parte 4 podremos descubrir quién es y qué hace ahí.
“Es un personaje que va a provocar muchas cosas. Entra con mucha fuerza y toca una serie de temas muy importantes, muy bonitos y que van a influir mucho en la trama”, cuenta Jaime Lorente.
A quien ya conocemos es a Arturito, cuya acción sigue estrechamente vinculada a la pareja formada por Denver y Estocolmo: “La misión de Arturo dentro del atraco es fundamental porque detona muchos conflictos. En el caso de Denver provoca miedo, y él ante el miedo actúa de una forma violenta. Es un ingrediente más al cóctel molotov que se genera dentro y que hace que se nos vaya la pinza”, desvela el actor.
Sobre el futuro de la serie de Netflix más allá de esta Parte 4, ambos actores muestran una “confianza ciega” en el equipo que está al mando. “Estoy abierto a todo porque creo que todo lo van a hacer con mucha calidad”, asegura Jaime.
“Siempre y cuando consideren que hay algo que contar que sume a este pequeño gran fenómeno, bienvenida sea la historia. Si se trata de estirar un chicle o que deje un sabor de boca negativo, no tendría sentido. Si se alarga es porque se puede alargar. Si no, se le dará el final que merezca”, opina por su parte Esther.