Aviso: La siguiente noticia contiene spoilers del capítulo final de La casa de papel. Lea bajo su responsabilidad.
El mayor atraco de la historia ha culminado con éxito este jueves en Antena 3. Los atracadores de La casa de papel han conseguido su objetivo en un último capítulo que ha hecho vibrar a los espectadores y que les ha mantenido en vilo hasta el último momento.
El episodio arranca con El Profesor y su equipo contra las cuerdas. Tras despedir a Moscú en una emotiva escena capitaneada por su hijo Denver, los atracadores consiguen abrir el túnel para escapar con el botín. Mientras ultiman la salida, las fuerzas y cuerpos de seguridad les acechan asaltando su fortín con una orden clara: que no escapen con vida.
Glorioso final para (casi) todos los atracadores de La casa de papel
Fuera, la Inspectora Raquel, ya apartada del caso, encuentra la guarida de El Profesor y se presenta allí con el objetivo de arrestarle. Sin embargo, pese que se había mostrado firme ante las anteriores declaraciones amorosas de Sergio, algo cambia en ella y decide ponerse de su parte, culminando la escena con un apasionado beso.
Es entonces cuando ocurre algo que lo cambia todo: el subinspector Ángel despierta del coma y lo primero que hace es llamar a Raquel, su fiel amiga, para conocer su grado de implicación en el caso antes de hablar con la policía. Ella decide personarse en el Hospital, donde es detenida por sus excompañeros y llevada a la carpa para colaborar con ellos contra su voluntad.
Finalmente, una orden judicial de retirada de custodia de su hija hace que la Inspectora confiese el lugar por el que los atracadores planean escapar. Pero ya es tarde: todos, menos uno, han salido con éxito.
Berlín, de villano a héroe en una secuencia memorable
Mientras esto ocurre fuera de los muros de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, dentro los atracadores se enfrentan a su situación más complicada. La policía consigue entrar y comienza un espectacular fuego cruzado con Tokio y Río del que parece que la pareja no va a lograr salir con vida.
Denver y Mónica entran en acción para reforzar el ataque, salvar a sus compañeros y avisar a los demás de que no hay tiempo que perder y tienen que escapar cuanto antes.
La policía les pisa los talones y el plan peligra de verdad. Es ahí cuando Berlín, el gran villano de la serie, se corona como el héroe que salva a todos. El personaje de Pedro Alonso decide quedarse dentro de la Fábrica junto a Ariadna para cubrir las espaldas de sus compañeros y que puedan escapar con éxito.
Cuando El Profesor se da cuenta de que falta Berlín, le da la orden de escapar y termina despidiéndose de él por teléfono descubriendo la verdadera relación que les une: son hermanos. Tras ello, Berlín protagoniza la secuencia memorable de La casa de papel al morir a tiros a manos de la policía.
Final feliz para El Profesor y Raquel, juntos un año después
Pero La casa de papel no termina ahí. Tras ver cómo los espectadores escapan con el botín, la serie nos lleva a un año después, con Raquel viendo una pieza en las noticias sobre el aniversario del que consideran un atraco histórico.
La Inspectora se acuerda de El Profesor y recupera las postales con las que ambos imaginaron en su día una escapar juntos. Y hasta eso estaba planeado por el gran cerebro de La casa de papel. Raquel consigue, juntando todas las piezas, las coordenadas del paradisíaco paradero en el que le espera su amor. Y todo termina como empezó, con un móvil sin batería y una barra de bar.