'La Revuelta' también triunfa en digital y tiene un nuevo reto para su segunda semana tras pulverizar los anteriores

El inesperado e increíble éxito de La Revuelta en su primera semana como dueño del access de La 1 de TVE ha sido televisivamente muy apetitoso porque ha permitido explicar distintos conceptos y estrategias de las cadenas para hacer que sus productos triunfen, y también ver si el programa de David Broncano podía hacer frente a los retos que se le planteaban.

El primero y más importante era, lógicamente, hacerse un hueco en una franja tan complicada. Frente al 10%-11% que fuentes de RTVE ya valoraban antes de su estreno como muy positivo, La Revuelta acabó su primera semana con una media del 18.4% y 2.357.000 espectadores, y ganando dos veces al hasta ahora imbatible El Hormiguero. Un triunfo impensable hasta para sus propios responsables, como han reconocido.

Para lograr ese reto, tenía otro no menor: “Habrá que esperar para saber si el consumo que hacen de él los jóvenes, que es más a la carta y a través de redes (con los primeros años de La Resistencia, el nivel diario de interacciones sólo lo superaban El Hormiguero y Pasapalabra), se traslada a una emisión lineal” decíamos en nuestro análisis previo al estreno.

Dicho y hecho: La Revuelta se ha “inventado” un nuevo público, atrayendo a personas que antes no veían la televisión tradicional, y aumentando los espectadores en esa franja horaria de manera sustancial en cerca de un millón de espectadores. Por eso no ha afectado a El Hormiguero, que de hecho cerró su mejor semana histórica en cuota. En vez de un gigante, ahora podría haber dos que iniciarían una nueva era de alternancia.

Como también hemos analizado, buena parte de ese “nuevo” público es además joven, el más deseado y requerido por una televisión tradicional que ve cómo su audiencia se envejece y se lanzan a otras pantallas y formas de consumo. ¿Pero supone ese éxito lineal que la nueva Resistencia haya dejado de triunfar en digital? RTVE asegura que La Revuelta suma aún más fuerza a través de lo digital.

'La Revuelta' sigue triunfando en digital y redes

Aunque como pasa con las plataformas son datos internos sin auditoría externa como los audímetros, la corporación pública asegura que “La Revuelta de David Broncano se convirtió en el programa líder de RTVE Play la pasada semana con casi medio millón de visitantes únicos, superando a La Promesa”. Esto ya supone un éxito “interno”, que se verá confirmado cuando se publique el ranking de los contenidos más vistos bajo demanda si efectivamente La Revuelta copa las primeras posiciones como suele hacer habitualmente La Promesa.

RTVE aporta otro dato: “En total, el programa ha logrado más de un millón de visualizaciones bajo demanda y casi medio millón en directo”. Esto supone que, en vez de verlo de forma tradicional por La 1, hubo medio millón de espectadores más que conectaron al menos un segundo por RTVE Play para verlo en directo. Y que las entregas ya subidas a la plataforma han recibido más de un millón de visualizaciones, sin aclarar si de las entregas completas o sólo partes de ellas.

La cadena pública aclara también que el más visto en directo fue el estreno, el primer programa con Aitor Francesena, que sumó más de 100.000 visualizaciones vía RTVE Play. Por su parte, el más seguido a la carta fue el de Najwa Nimri, que acumula ya más de 250.000 visualizaciones. Y aún así, aclara que el vídeo más visto de la semana fue el de la gala de estreno de MasterChef Celebrity.

En definitiva, y aunque todos estos tipos de datos facilitados por las propias plataformas hay que cogerlos siempre con pinzas, parece que el éxito lineal de La Revuelta no está afectando a su fenómeno en redes. De hecho, su mayor exposición en abierto a través de La 1 lo está incrementando: “El espacio acumula ya más de 100 millones de visualizaciones en redes y 3,3 millones de interacciones en su primera semana de emisión. Destaca la actividad en 'X', con 42 millones de impresiones”, afirma RTVE, cuantificando ese fenómeno.

El nuevo reto tras pulverizar todos en su primera semana

Superó su “reto” de demostrar que era un gran fichaje televisivo y no político como lo habían querido vender, impactó al ir más allá de lo que podía preverse al superar su reto de las audiencias, y sus primeros datos también dejan claro que cumple igualmente el reto de acercar a un nuevo público, buena parte de él joven, a la televisión tradicional sin perder su fenómeno en redes.

Pero además, La Revuelta ya está demostrando avanzar en otro reto como es convertirse en una ventana para el resto de su programación (por ejemplo con la presencia de La Vaquilla del Grand Prix, o las menciones a los Telediarios, a Beatriz Pérez Aranda, o a MasterChef Celebrity), y gracias a su éxito inicial La 1 de TVE se ha lanzado ya esta semana a estrenar sus bazas de prime time para que sea su punta de lanza y cumpla esa doble misión de la que también hablamos: competir contra El Hormiguero, y permitir que las bazas posteriores no se vean las caras con el programa de Pablo Motos. En esta segunda semana de La Revuelta, TVE ha cambiado sus planes para lanzar su nueva serie Valle Salvaje la noche del miércoles, y su renovada apuesta por 59 Segundos la noche del jueves. Intentarán así aprovechar el arrastre de Broncano.

La Revuelta ha cumplido todos los retos que se le presentaban de forma extremadamente precoz, en un tiempo récord de apenas cuatro emisiones, principalmente por haber cumplido el último de ellos: atreverse, pero de verdad. Sin importar estar en otro horario, en abierto, y en la cadena pública, han seguido siendo La Resistencia ahora convertidos en La Revuelta. Y han vuelto a triunfar.

Ahora hay quien quiere poner a La Revuelta el reto de desbancar a El Hormiguero y dominar el access. Lo cierto es que esa no era, ni es, su exigencia. El programa estaba pensado para establecerse en un 10%-11% que mejorase esa franja de La 1 y permitiese a las ofertas nocturnas no competir contra Motos. El nuevo reto será el de su consolidación, pero gozará de un cómodo colchón para lograrlo partiendo de un 18% de media. Un colchón que ni en sus mejores sueños.