La Voz cerró este miércoles su primera edición en Antena 3. 4 meses y 24 galas después, el talent show coronó a Andrés Martín como la mejor voz del formato para poner el broche a una temporada digna de análisis.
El programa presentado por Eva González llegó a su nueva casa rodeado de expectativas. Ya desde la adquisición de los derechos, Atresmedia se mostró decidida a dotar de un aire renovado al concurso de Boomerang TV con el objetivo de convertirse en el gran formato de la temporada, y retomar la senda de grandes audiencias que cosechó en sus primeras ediciones y que hoy en día se ven en contados casos.
Para ello, cadena y productora apostaron por un lavado de cara que aumentó el interés por esta etapa: desde las incorporaciones de renombre en el grupo de coaches, asesores y conducción, hasta las modificaciones en la mecánica e incluso en la programación.
La Voz se despide con el mérito de haber introducido una nueva estrategia de programación en grandes formatos de entretenimiento, como ocurrió con la doble gala semanal en las Audiciones a ciegas. También, con la misión cumplida de abrir sus fronteras a un universo transmedia con el que se ha adaptado a los tiempos que corren. Pero, ¿ha sido La Voz el éxito esperado?
Coaches de renombre, ausencia de trama
En un formato falto de nuevos rostros era imprescindible apostar por caras poco habituales en nuestro panorama televisivo. Así lo hizo Antena 3 al elegir a Luis Fonsi y Paulina Rubio como acompañantes de los veteranos Antonio Orozco y Pablo López. Los dos primeros lograron su misión y se adaptaron rápidamente y sin problemas a su nuevo entorno, convirtiéndose en dos revelaciones.
Durante las Audiciones a ciegas, Paulina y Fonsi aportaron frescura y permitieron a la audiencia asomarse a lo que hay detrás de dos estrellas internacionales. Con la complicidad de Pablo y Orozco se vivieron momentos para el recuerdo como la confesión del catalán sobre la ayuda que le ofreció el puertorriqueño en uno de las fases más complicadas de su carrera.
Pasada esa primera ronda, y agotada la baza de la novedad, se ha echado en falta una trama potente entre ellos y un reparto de roles diferenciados. Los coaches son las grandes estrellas del formato, sobre los cuatro se sostiene el espectáculo, y aunque han firmado un buen papel como mentores de los talents, la parte crítica que permite empatizar con unos y otros no ha estado tan presente como podría. Ha habido magia, ha habido poesía, pero no errores, caídas e intentos de resurgir tan importantes como lo primero en un formato que pretende generar emociones en el espectador.
Por su parte, Antonio José, Karol G, David Bustamante y Miriam Rodríguez aportaron dinamismo como asesores de las batallas y generaron momentos televisivos con los coaches. Un factor que dotó de agilidad la segunda ronda y que resultó ser un acierto.
En cuanto a Eva González, la novedad a priori más notoria de esta etapa, ha cumplido como guía de las galas y ha conseguido que no se eche en falta a su predecesor. Su acompañante en la fase final en directo, Juanra Bonet, ha tenido un papel excesivamente reducido para lo esperado.
Foco en los concursantes y estrategia transmedia
Uno de los grandes objetivos de La Voz de Antena 3 era poner el foco en los concursantes, para lograr así una implicación mayor del público con los futuros artistas. Conscientes de que en ediciones anteriores el público no ha logrado empatizar al 100% con los aspirantes como sí ocurre en otros formatos como OT, la cadena puso su empeño en conseguir una mayor cercanía. Así lo hizo ya desde los castings mostrando todas las fases, y se ayudó después de su estrategia de programación para facilitar a los espectadores el seguimiento de las historias.
En la práctica, el programa ha potenciado la presencia y contenido sobre sus concursantes en sus servicios complementarios como las redes sociales y la página web. También en Youtube y en otros espacios del grupo como Zapeando y Arusitys, dando más voz a los contenidos musicales del programa. No se ha incrementado tanto, no obstante, el protagonismo de esos mismos concursantes en las galas con contenido que permitiera identificarse en mayor medida con ellos.
Como resultado, se ha generado un seguimiento semanal notable a los participantes en redes, aunque evidentemente lejos del que suscita un formato con componente de telerrealidad como OT. Llama la atención una diferencia radical con el talent antes mencionado: el espectador que vota en La Voz no es el mismo que el que hace 'ruido' social, como se ha podido comprobar con la caída de muchos de los concursantes 'populares' antes de la gran final. Habrá que esperar para ver la verdadera repercusión, y si logran hacerse un hueco gracias al escaparate de La Voz.
Falta de ritmo en las galas de mayor duración
La emisión de las Audiciones a ciegas en dos galas semanales de menor duración ha sido sin duda el gran acierto de La Voz de Antena 3. Esta primera fase del concurso es ya de por si la que mayor expectación genera por su mecánica, y el hecho de permitir a los espectadores seguir las galas al completo sin sacrificar horas de sueño dio como resultado un seguimiento de la audiencia destacado, con 11 de 12 liderazgos en share.
Estas galas más amenas, ágiles y cortas se transformaron en las Batallas en los productos de larga duración habituales en el formato, que se han mantenido hasta su fase final. Un cambio en el que se ha acusado la falta de ritmo, con un reparto poco compensado entre minutos musicales y no musicales.
Si a ello sumamos el elevado número total de galas, 24 con la de esta noche frente a las 13 de ediciones anteriores, quizás se puede explicar la línea descendiente que ha experimentado el formato en audiencias, como analizamos en el siguiente punto.
Una buena media total
A nivel de audiencias, La Voz no puede catalogarse como el gran bombazo de la temporada, pero ni mucho menos como un fracaso. Con un 18.8% en sus 23 galas emitidas hasta la fecha, el talent cierra con una buena media total de share, por encima de la última edición que emitió Telecinco.
Si nos fijamos en los datos, el formato debutó con un rimbombante 25% de share y cerca de 4 millones de espectadores, colgándose la medalla del mejor estreno de la temporada. Esta buena racha se mantuvo durante todas las Audiciones a ciegas, quedándose a una sola gala de firmar la imbatibilidad frente a sus rivales en 12 noches.
No obstante, pasada la primera ronda, La Voz calcó la tendencia habitual del talent show en todas sus ediciones: gran rendimiento en las Audiciones, peor en los Directos. De este modo, el programa ha vivido una trayectoria descendiente que le ha alejado en casi 10 puntos y 2 millones de espectadores de su estreno con el 15.2% y 1.9M cosechado en su Semifinal.
A falta de celebrar la gala definitiva, el promedio se sitúa un punto por encima de la edición más reciente y lejos de los grandes datos con los que arrancó el formato en España, que llegaron a sobrepasar el 30% de cuota. Es evidente que el panorama actual no es el de entonces. Si atendemos a formatos del mismo género en la actualidad, La Voz de Antena 3 ha rendido mejor que OT 2018, en la línea de share que el fenómeno de 2017 y ligeramente por debajo de la última edición de Tu cara me suena.
La tendencia que ha experimentado La Voz no debe pillar por sorpresa. Antena 3 ha logrado revitalizar el formato, llegando a superar la barrera de los 3 millones de espectadores en hasta 10 noches, pero ya en sus últimas ediciones emitidas no consiguió liderar en su recta definitiva con Velvet y Tu cara me suena como rivales.
'GH Dúo', su peor enemigo
Su principal problema en esta edición ha sido la dura competencia, primero con la llegada de Got Talent al lunes, al que doblegó en prácticamente todos sus duelos, y después con GH Dúo, con quien se ha enfrentado en dos días diferentes y ante el que ha sufrido en su recta final.
El talent show vivió su puesta de largo el lunes 7 de enero, y tan solo un día después, el martes 8, ya se vio las caras por primera vez con la gala de estreno de GH Dúo en Telecinco. La Voz se impuso con claridad en competencia, e incluso pareció marcar tendencia. Sin embargo, el formato de Boomerang TV ha ido perdiendo fuerza poco a poco, a la vez que el reality crecía al mismo ritmo.
Martes a martes, GH Dúo fue comiendo terreno a La Voz, hasta llegar a una situación de empate técnico el 5 de febrero, con la décima gala de Audiciones a ciegas del talent y la cuarta del 'Límite 48H' del reality. De ahí en adelante, Telecinco logró dar la vuelta a la tortilla e imponerse a Antena 3. También en el salto de ambos al miércoles, donde se ha ampliado la ventaja. Hoy vivirán su último duelo, los dos con la celebración de sus finales -en el caso del reality, solo la primera parte-.
Pese a ello, La Voz ha encontrado su liderazgo en el target comercial, con una media del 21.3% de cuota, 4 puntos por encima del reality. Entre jóvenes también ha firmado un buen rendimiento, con un 23% de promedio.
Dos ediciones más en el horizonte
Con el fin de La Voz de adultos hay que poner la vista en el futuro, donde aguardan otras dos ediciones para este año: la Senior y la Kids. Se desconoce todavía la estrategia que seguirá Antena 3 para su programación, si las enlazarán en la parrilla o las espaciarán temporalmente para dar descanso a los espectadores.
Sí conocemos, no obstante, que ambas versiones tendrán menor duración que la actual, en el caso de la Senior un total de 4. También sabemos que las ediciones de niños vienen habitualmente acompañadas de un plus de audiencia y que a buen seguro dará una alegría a Antena 3.