“Hoy no he dormido nada porque es un momento muy importante el que voy a compartir con vosotros”. Con estas palabras empieza el vídeo de la Fundación ColaCao en el que Lara Álvarez relata que sufrió acoso escolar cuando tenía 9 años.
La expresentadora de Supervivientes, que hace unos meses dejó Mediaset para iniciar una nueva etapa profesional más “acorde con sus valores”, fue rechazada por sus compañeros de colegio tras llegar a clase con el premio que había conseguido en un concurso infantil de televisión.
“En vez de suponer una alegría, nadie me habló. Me encontré con una situación que no entendía”, recuerda la comunicadora asturiana, de 37 años. “No me hables, que me vas a provocar un problema”, le dijo su compañero de mesa.
Dos niñas habían conseguido que toda la clase se pudiera contra ella. “Nadie me hablaba y lo primero que pensé es que había hecho algo mal”, cuenta entre lágrimas al tener que revivir esta difícil etapa de su infancia.
El problema se agravó al día siguiente. “Recuerdo estar en el patio del colegio y recibir balonazos. Me tiraban piedras y una vez me pegaron un chicle en el pelo”, asegura la periodista. Dice que, además, era “bastante común” que la persiguieran hasta el portal de su casa mientras la “insultaban” y le provocaban la “sensación terrible” de no saber cómo enfrentar la situación.
Entretanto, la pequeña Álvarez se enteró de que su madre tenía un problema grave de salud y, desconsolada, entró en el baño del colegio para desahogarse. Allí se encontró con una de las dos niñas que habían promovido esta campaña de bullying en su contra. La acosadora le pidió perdón para ganarse su confianza y, de este modo, saber el motivo de su llanto. Hecha la averiguación, la niña se encargó de hacer público el secreto que le habían confiado.
“Me rompí, me fui de clase y el mundo se paró. Tras esto, empezaron las llamadas de teléfono a mi casa con amenazas: 'Le vamos a decir a tu madre que nos has contado lo que pasa'”. En ese momento sus padres fueron conscientes de lo que estaba ocurriendo y, lejos de juzgar el problema para buscar una solución inmediatamente, primero “entendieron qué estaba pasando, cómo me estaba sintiendo y qué necesitaba”.
“A veces no depende de ti, simplemente te ha tocado”, les dice a las personas que, al igual que ella, han sufrido acoso escolar. Hasta dos alumnos por aula son víctimas de bullying, según un estudio de la Fundación ColaCao. “Tus acosadores te aíslan, quieren que te calles. Ante la duda, háblalo. Busca tu figura de referencia; en mi caso fueron mi madre y mi padre, pero puede ser un profesor o un amigo que te ayude a sacar la valentía de contarlo. Pero no te calles, haz que se sepa lo que te está pasando. Padres, escuchad, confiad, comunicaos”.