La CNMC pide para ellos “una seguridad jurídica mínima”

Las cadenas privadas apuntan a los influencers y piden al Gobierno que les apliquen la misma ley que a ellas

Ibai Llanos, en su cuenta de YouTube

Redacción

La Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (UTECA) quiere que el Gobierno aplique de inmediato la actual Ley General de la Comunicación Audiovisual a los influencers que suben sus propias creaciones de vídeo a plataformas online.

Según el organismo, con dicha aplicación se podrá “garantizar la protección al menor y acabar con los numerosos incumplimientos detectados en materia de publicidad”, así como “reducir la creciente alarma social generada por su actividad, además de avanzar en la necesaria igualdad en derechos y obligaciones entre todos los prestadores de servicios audiovisuales, sea cual sea su tecnología y soporte de emisión”.

Para apoyar su petición, UTECA cita en su comunicado el informe que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha elaborado recientemente sobre el Anteproyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual (LGCA), que pretende actualizar la Ley actual, vigente desde 2010, a partir de la actual normativa de la Unión Europea.

Para la realización de dicho informe, la CNMC ha analizado un total de 657 vídeos y 420 horas de contenidos subido por influencers a YouTube, Instagram, Tik Tok y Twitch, constatando durante el proceso que “una gran parte de los contenidos que emiten estos agentes en las plataformas de intercambio de vídeo existen comunicaciones comerciales no identificadas o contenidos audiovisuales que pueden ser perjudiciales o inapropiados para los menores”.

Por ello, UTECA insta al Gobierno a “actuar ya y someter a esos influencers a la misma ley que obliga a los operadores tradicionales”, pues “cualquier otro tratamiento es una discriminación injustificada que dificulta un entorno competitivo equilibrado, además de ser una amenaza real para la efectiva protección de los menores”.

“Solo es preciso delimitar aquellos vídeos y canales que tendrán esa consideración de ”prestadores de servicios audiovisuales“ y estarán sometidos a la Ley General de la Comunicación Audiovisual, en función de un número mínimo de suscriptores, visualizaciones e ingresos económicos generados”, concluye la asociación, de la que forman parte Atresmedia, DKiss, Net TV, Real Madrid TV, Ten, TRECE y VEO TV.

¿Cómo podría afectar la LGCA a los creadores de contenido?

La LGCA establece, para empezar, que “está prohibida la emisión de contenidos audiovisuales que puedan perjudicar seriamente el desarrollo físico, mental o moral de los menores”, así como la de aquellos contenidos “que incluyan escenas de pornografía, maltrato, violencia de género o violencia gratuita”.

Es decir, que los propios contenidos serían la primera cuestión que podría afectar a los influencers y streamers de aplicarse sobre ellos la LGCA. La aplicación de esta ley podría llevar consigo la regulación de estos contenidos para que cumplan con lo establecido sobre la protección de los menores.

Pero también la aplicación, a su vez, de las franjas horarias de protección reforzadas, que actualmente son en horario peninsular: entre las 8 y las 9 horas y entre las 17 y las 20 horas, en el caso de días laborables, y entre las 9 y las 12 horas sábados, domingos y fiestas de ámbito estatal.

Sin embargo, la CNMC defiende en su informe que este sistema de franjas horarias ha quedado anticuado por los servicios a la carta y los nuevos hábitos de consumo, pues “siempre habrá un porcentaje de consumo por parte de los menores que se aparte de estas pautas horarias y que, por lo tanto, quedará desprotegido”.

Además, hay que tener en cuenta que los vídeos de Youtube, por ejemplo, se pueden ver en cualquier momento y tienen un carácter más más atemporal que las emisiones televisivas lineales que llevaron a la implantación de estas mismas franjas tiempo atrás, lo que invita a pensar en un método alternativo para estos nuevos agentes que se adapte a sus características.

Por ahora, la LGCA también establece que los contenidos calificados como recomendados para mayores de 13 años deben emitirse fuera de estas franjas horarias, mientras que los programas dedicados a juegos de azar solo pueden emitirse entre la 1 y las 5 de la mañana. En este punto cabe recordar que, ya en noviembre, el ministerio de Consumo anunció una reforma legal para considerar las cajas botín o “loot boxes” de los videojuegos como juegos de azar.

De llevarse a cabo esta reforma y la consiguiente aplicación de la LGCA a los streamers, esto provocaría que muchos de ellos, que actualmente dedican vídeos y directos a abrir recompensas o sobres de juegos como FIFA 21, se vieran obligados a realizar estos mismos directos únicamente en horario de madrugada.

La CNMC ve difícil considerar los 'unboxing' como publicidad

En lo referente a la publicidad, la vigente Ley General de Comunicación Audiovisual prohíbe la inserción en horario de protección al menor de “comunicaciones comerciales que promuevan el culto al cuerpo y el rechazo a la autoimagen, tales como productos adelgazantes, intervenciones quirúrgicas o tratamientos de estética, que apelen al rechazo social por la condición física, o al éxito debido a factores de peso o estética”.

De aplicarse esta Ley, esta prohibición podría afectar a multitud de influencers que se dedican a promocionar esta clase de productos en Instagram y Youtube. Ahora bien, el conflicto es el mismo que exponíamos antes: el horario de protección al menor que la LGCA de 2010 fijó en base a las emisiones televisivas lineales.

No puede, por tanto, ser el mismo que para influencers y streamers, pues sus contenidos están “a mano” para sus seguidores en cualquier momento del día desde su publicación. Siguiendo con la publicidad, a menudo los influencers promocionan productos mediante los llamados unboxing (apertura de paquetes para mostrar a los seguidores el producto que hay en su interior).

También con haul haul(valoración ante los usuarios de la experiencia utilizando un conjunto de productos). En estos casos, la CNMC considera que “es muy difícil para un espectador medio discernir si el mismo es una comunicación comercial o no”.

Tampoco tiene fácil “conocer si la crítica o reseña realizada sobre un producto ha sido remunerada por la marca a estos agentes (económicamente o en especie) y por ello hablan de los mismos o, por el contrario, son valoraciones propias sin condicionante económico”.

Por ello, pide que se avise a los espectadores “de su carácter publicitario de forma clara, legible y transparente durante todo el tiempo en el que la comunicación esté presente”.

Para regular estas y otras cuestiones relacionadas con la publicidad y la protección de los menores, la CNMC pide que se dote a influencers y streamersde una seguridad jurídica mínima para que tengan claro que su régimen es el del sector audiovisual y puedan conocer de antemano qué tipo de derechos y obligaciones les corresponden como tal”.

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