Una semana después de la polémica generada con su charla con Esty Quesada, Gabriel Rufián ha vuelto a recurrir a un personaje televisivo para sus entrevistas de La Fábrica, el programa que conduce y ofrece a través de YouTube. Se trata de Laura Fa, periodista del corazón y colaboradora de Sálvame que ha respondido sin miramientos a las cuestiones que el diputado de ERC le planteaba.
“Honesta, valiente y directa en un mundo en el que es muy difícil serlo”, escribía el político para presentar la nueva entrega, estrenada este jueves 16 de septiembre. En ella, la tertuliana de Telecinco se muestra crítica con compañeros de programa, como Chelo García Cortés y María Patiño, y especialmente dura con otro habitual de la cadena, Bertín Osborne, mientras que elude responder cuando se le pregunta su opinión de Ana Rosa Quintana.
“Nos tratan a veces como a niños”
“Empecé en Sálvame con muchísimo miedo. No quería que nadie supiera nada de mi vida”, comienza diciendo sobre su incorporación al programa, y reconoce llevar mal que sean los propios colaboradores los protagonistas de las tramas del espacio. “Al final te adaptas y estoy cómoda. Ahora lo llevo mejor”, reconoce, y dice que intenta “estar en un segundo plano”. “Voy pocos días, procuro no ir mucho”.
Rufián pasaba a preguntarle si “había mal rollo” entre los tertulianos, y ella respondía recordando su “bronca más heavy” en el programa como ejemplo, que involucraba a Kiko Matamoros: “Hemos estado meses sin hablarnos. Pero no lo llevo mal. Si no me hablas, no me hables. Me agobiaba un poco más, en la época chunga, que no quería coincidir en plató conmigo”, explica, y asegura que desde la dirección “nos tratan a veces como a niños”: “Me hacían coincidir con él, pero el rato en que él venía, yo salía al pasillo. Juegan un poco con la psicología los directores”.
Curiosamente, decía que Matamoros y ella “no nos soportamos de ideas”, pero “nos caeríamos bien en circunstancias normales”.
“Pienso que hay menos rojos de los que dice Jorge en 'Sálvame'”
Rufián pasó a hablar de política y recordó el momento en que Jorge Javier Vázquez proclamó que Sálvame era “un programa de rojos y maricones”, a lo que ella replicó entre risas: “Mira que pienso que hay menos rojos de los que dice Jorge”.
Asegura que un amigo representante le dijo que no dijera que era independentista: “Como lo sepan, no vas a ir a Telecinco”, recuerda que le advirtieron. Sin embargo, recuerda que en Sálvame no supuso ningún problema cuando el primer día le preguntaron explícitamente por ello en su primera reunión: “Te hacen coger un poco de miedo, pero hago un periodismo que a lo mejor no es tan importante. No he notado que me dejaran de llamar”.
También se ha referido a la influencia social de Rocío. Contar la verdad para seguir viva, del que ha destacado su impacto social, y defendió: “¿Cómo no se va a politizar una cosa tan heavy?”, defiende, e insinúa que la relevancia que tuvo la primera emisión sirvió para cambiar el concepto de las emisiones: “Creo que la idea inicial era tener a los dos protagonistas y que se maten entre ellos. Cuando socialmente tiras eso ahí y pasa lo que pasa, cambia un poco Creo que aprendimos los que en casa nos miraban y aprendimos todos muchísimo”.
Paz Padilla, “desubicada”, Patiño, “peculiar”, Chelo, “antigua”
Pasando a una ronda de preguntas rápidas que entremezclaban televisión y política, surgió el nombre de Bertín Osborne, con el que se despachó a gusto. “Osborne siempre fuera. Es de los peores machirulos que he visto y escuchado nunca”, aseguró sobre el presentador de Mi casa es la tuya. “Lo he visto una vez en mi vida, pero cada vez que va al Deluxe, le mando mensajes a la directora. ¿Este señor? De todos los aspectos que puedas hablar, Osborne siempre no”.
La cosa no quedó ahí, pues tuvo a continuación que definir a varios compañeros de cadena, con valoraciones muy diferentes. A Jorge Javier lo describió como “un genio”, mientras que se limitó a decir de María Patiño que es “una persona peculiar”. Más crítica fue con Paz Padilla, a la que ve “desubicada”; y especialmente con Chelo García Cortés, a la que tachó de “antigua”: “Está en edad de jubilarse”, dijo, haciendo mención a su situación personal como el motivo para que siga trabajando. “Está totalmente superada, y mira que Chelo era un ídolo de masas”.
De quien no quiso hablar fue de Ana Rosa Quintana. “No puedo decir lo que pienso de Ana Rosa”, contestó entre risas a Rufián. “¡No puedo decirlo!”. Sí se atrevió a hablar de Susanna Griso, rival de Quintana: “No me gustan muchas cosas que hace”.