Sandra Sabatés entrevistó este miércoles a Lola Herrera en su habitual sección de El Intermedio llamada Mujer tenía que ser. La presentadora de laSexta se desplazó hasta el Teatro Reina Victoria de Madrid para hablar con la actriz, que reflexionó sobre los avances del feminismo en nuestro país y la importancia de la memoria para que no se pierdan los derechos adquiridos.
La vallisoletana arrancó su charla recordando cómo el teatro ha sido siempre “su forma de vida”: “El teatro te aparta de muchas cosas. Yo me he quedado sin muchas cosas por el camino, pero tengo esto. Tener un trabajo que te gusta, estar a mi edad, que voy a hacer en junio los 89, con lucidez, es de una suerte y una fortuna increíble, impagable”, empezó diciendo antes de recordar su infancia y las dificultades que su familia, “del bando de los vencidos” de la Guerra Civil, tuvo durante su niñez.
“Era una España horrible, pero recuerdo que tuve una infancia feliz. Mi barrio era de renfistas y había una inmensa mayoría de gente perdedora de la guerra. Había muchas complicidades y dentro de esa complicidad estaba la de sacar la cabeza e intentar sobrevivir a todo aquello. Y muchas ganas de cambiar las cosas. Era la parte positiva del horror que había alrededor”, continuó rememorando antes de que Sabatés destacara “qué importante es la memoria”.
“Es fundamental. Yo cada vez que oigo decir: 'No, eso pasó hace no sé cuántos años, no vamos a volver atrás'. ¡Tantas veces como sean necesarias! Si hay que volver atrás para recordar y testimoniar cualquier cosa, creo que es absolutamente imprescindible. Es una limpieza que deja las cosas en su sitio”, ha defendido Herrera, lamentando que haya “mucha gente desmemoriada” o que “no quiere que se hable de la memoria”. “Eso es un peligro”, insistió.
La reflexión de Lola Herrera sobre el feminismo
La presentadora reivindicó entonces que el auge de la lucha feminista que hoy vivimos es fruto del camino recorrido previamente por mujeres como ella: “¿De qué madera crees que estáis hechas?”, preguntó a la intérprete.
“De una madera que heredamos, porque las anteriores, que nos criaron mujeres estupendas, lo pasaron peor todavía. Hemos tomado nota y hecho el camino como hemos podido, un camino terrible. A mí todavía me tocó. En el 67, nos separamos mi marido y yo y yo pasé a ser un mueble: no podía firmar unas notas de unos hijos, no podía meterlos en la seguridad social, no podía comprar, no vender, ni alquilar... nada. Es que no éramos nada”, ha asegurado la actriz.
“Es que hemos dado pasos de gigante, es que es una maravilla el camino que se ha hecho y no hay que distraerse ni un segundo porque parece que lo que conseguimos las mujeres como que no tuviera un anclaje y tantas cosas que tendrían que estar blindadas con respecto a nosotras, a las personas que siempre nos han puesto la zancadilla y no nos han dejado respirar”, ha denunciado, señalando a “los partidos de extrema derecha, que quieren quitar y anular todo lo que se ha conseguido. ”¡Con lo que ha costado, dios mío de mi vida!“, sentencia.
Lola Herrera, contra el edadismo
Por otro lado, Lola Herrera aprovechó para lanzar un alegato a favor de la vejez. “Lo reivindico porque es una cosa natural. Desde que nacemos sabemos que si no nos morimos antes, vamos a ser viejos. No es una sorpresa”, expone sincera. “Tenemos abuelos, tíos... Es una cosa que tenemos ahí”, destacó.
“Yo soy vieja ahora porque he sido joven antes. No me abochorna que me llamen vieja, lo que me molesta es vivir en una sociedad donde la vejez está mal vista”, condenó, criticando el trato que a veces recibe por su edad, con gente que incluso le grita al hablar. “El ser mayor no quiere decir que seas sorda, tonta o que no veas. No, eres mayor. Hay un trato a la vejez que no me gusta”, dijo combativa.