La segunda edición de Celebrity Game Over, el reality de Mtmad con rostros de Mediaset, ha permitido conocer algo más sobre uno de los grandes dramas que dejó La isla de las tentaciones en su tercera edición: el de Horus, el perro que compartían la pareja formada por Lola Mencía y Diego Pérez, concursantes de aquella temporada y participantes ahora de este formato destinado a la marca digital del grupo.
En un lance del programa, la también exsuperviviente ha explicado el trauma que padece a cuenta de la mascota, a la que no ha vuelto a ver desde la ruptura. “Fuimos a la isla, se me cruzó el cable y empecé a cagarla con las tentaciones. A raíz de eso, Horus, nuestra familia en ese momento, se vio comprometida”, decía aguantándose las lágrimas a duras penas y con Diego presente. “Por eso no estoy con Horus”.
La televisiva, que se dio a conocer con Mujeres y Hombres y Viceversa, “un procedimiento judicial” para tratar de compartir la custodia. “Era una figura importante en nuestra relación, y a raíz de lo que pasó esa figura desapareció”.
Lola y Diego (y Horus), uno de los dramas de la 3ª edición
Recordemos que en el programa de Cuarzo TV, Lola fue infiel a Diego, al que había conocido en MyHyV, cuando se dio cuenta de que la vida que llevaba con él no era la que quería. Con posterioridad, ella reconoció haber sufrido con las consecuencias del reality show.
“Yo lo pasé muy mal con esto, de verdad, y entiendo a todas las partes. Cada persona es un mundo y entiendo la parte de cuando te lo hacen a ti, de cuando lo haces tú... Soy súper empática aunque parezca que no, y a veces me equivocaba y decía una cosa y quería hacer otra porque sabía que lo estaba haciendo mal cuando en el fondo era lo que quería hacer. Por eso estaba dando bandazos”, explicó ella, que luego ha seguido vinculada a la marca a través de los debates.
Ya había trascendido que las dos partes, enfrentadas desde su separación, estaban en trámites para dictaminar qué ocurría con el can. Cabe indicar que el microchip de este está a nombre del joven.