'Love Actually' volvió este viernes 24 de marzo con una minisecuela televisada en BBC, en la que reunió a gran parte de su elenco protagonista para mostrar qué ha sido de los personajes 14 años después de la película.
Esta continuación, rodada en formato cortometraje, se estrenó en televisión con motivo del Red Nose Day y su iniciativa solidaria.
'Red Nose Day Actually', como se titula este reencuentro, fue especialmente aplaudido por su vertiente cómica, así como también por la actualidad del discurso de Hugh Grant. La vuelta del Primer Ministro era uno de los momentos más esperados, y no defraudó.
El personaje de Grant reeditó su famoso baile, aunque esta vez accidentado, y clausuró por todo lo alto esta secuela con un discurso en el que hizo referencia a la unión del país británico en una semana trágica para ellos.
“Donde vemos tragedia también vemos valentía. Donde vemos gente necesitada, también vemos a personas extraordinarias que salen en su ayuda. Hoy es Red Nose Day y la gente está dando su dinero a otros a quienes nunca conocerán, pero cuyo dolor y miedos sienten y ayudan a combatir. Así que no es solo el amor romántico el que está por todas partes”, dijo en una de las partes de su speech.
“La mayoría de la gente tiene todavía, todos los días, suficiente amor en sus corazones para ayudar a los que están en problemas. Los buenos vamos a ganar, estoy seguro”, concluyó.
AVISO: A partir de aquí comienzan los spoilers
'Love Actually', 14 años después: Así termina la historia de sus personajes
Andrew Lincoln, protagonista del momento más recordado de la película original, fue el encargado de abrir la secuela. Acompañado de sus característicos carteles, Mark llamó de nuevo a la puerta de Juliet (Keira Knightley), aunque esta vez no para declararle su amor.
Mark cumplió la 'promesa' de su declaración inicial y apareció acompañado de Kate Moss, su actual esposa.
Juliet, por su parte, sigue felizmente casada con Peter (Chiwetel Ejiofor), mientras que la relación entre el novelista Jamie (Colin Firth) y su mujer Aurelia continúa viento en popa. Vemos a ambos en un coche, como no podía ser de otra manera, aunque ahora acompañados de sus tres hijos -y un cuarto en camino-.
Por su parte, un crecido Sam (Thomas Brodie Sangster) sorprende a su padre Daniel (Liam Neeson) en su frecuentado banco blanco. Pero la sorpresa final llega cuando Joanna, el amor platónico del pequeño, pide la mano de Sam a su padre.
En lo que respecta al viejo rockero Billy, vemos como continúa haciendo música, aunque esta vez sin su querido manager Joe.