Unir Luján Arguelles y “concurso” en una misma frase implica, inevitablemente, recordar Password. Uno de los formatos que, en tiempos de revivals, más se ha pedido que vuelva a televisión. No obstante, su presentadora asegura que en Divididos, el nuevo programa que estrena este martes en el prime time de laSexta, ha tenido “la misma sensación”, en cuanto a disfrute, entretenimiento, buen ambiente y “libertad” que en el mítico espacio de Cuatro.
Con Divididos, la conductora regresa a Atresmedia, donde trabajó tanto en Onda Cero como en espacios como 7 días, 7 noches y Punto Doc; y lo hace después de más de diez años en Mediaset. “La vida sigue igual, que diría Julio Iglesias”, comenta sobre su vuelta.
Por lo pronto, lidera este concurso producido por Boomerang TV, en el que tres equipos formados por cuatro personas que no se conocen, tendrán que ponerse de acuerdo de forma unánime para responder cada una de las preguntas de cultura general que se les formule. Todo ello con el tiempo en contra, acompañado de un aliciente de estrategia que será el que les permita pasar ronda. Para más inri, al llegar al desenlace, se verán obligados a dividir el dinero ganado, y no de forma equitativa.
'Divididos' llega a España como apuesta de laSexta para su prime time, ¿qué es lo que más va a sorprender y enganchar del programa?
Es un concurso con mecánica de pregunta y respuesta. Los equipos están formados por cuatro concursantes que no pueden responder bajo su criterio, conocimiento y voluntad; si no que tienen que ponerse de acuerdo entre todos y contestar de forma unánime bajo la presión del tiempo. Como punto de partida, esto ya genera una diferencia clarísima con otros programas. También son importantes el tipo de preguntas que se proponen, ya que todas son, en un principio, aparentemente asequibles. Pero cuando lees las opciones de respuesta, empiezas a dudar y eso te hace estar muy dentro del programa. Afecta igualmente la presión del tiempo. Tiene una interacción y alerta constante.
Cómo ha sido la gestión de los posibles rifirrafes entre ellos, ¿has tenido que poner mucho orden?
El orden lo pone el tiempo, porque o se ponen de acuerdo o pierden todo el dinero. Como eso lo tienen claro, terminan haciéndolo. También es cierto que hay determinados temas que pueden controlar más unos que otros, personalidades más contundentes y convincentes. Luego cuando llega la resolución y se descubre si aciertan o no, llega el momento de mirarse fijamente y decir “ah, muy bien fulanito” (ríe).
Los concursantes pueden decidir si plantarse o seguir jugando para intentar ganar más dinero. ¿Cómo lo han llevado?
Realmente tienen varias decisiones a lo largo del programa. Ya en la segunda ronda, uno de los cuatro concursantes tiene que irse por decisión unánime de tres votos contra uno. En la tercera y en la cuarta, se pueden plantar, pero siempre con el reloj molestando. Si pasan los segundos y no han tomado la decisión, de forma inmediata siguen concursando.
Lo que hemos ido viendo es que siguen adelante, pero la gran decisión final es la que va a sorprender a todos, cuando tienen que repartir el dinero conseguido. No se hace en tres partes, sino que el 60% de esa cantidad será para uno, el 30% para otro y el 10% para el tercero. El criterio que usan y cómo se compensen unos a otros es lo que deja perplejo.
Esta idea de los “eneamigos” da mucho juego. ¿Te imaginas a Sánchez, Iglesias, Casado y Abascal haciendo equipo? ¿Cómo crees que acabaría el programa?
Primero tendrían que ponerse de acuerdo en echar a uno. Cuando ya hayan echado a uno, llegamos al reparto final de porcentajes. Ahí comentaría: “Esto es mu sencillo, chicos. El tiempo corre y o llegáis a un acuerdo u os quedáis sin nada”. Probablemente si a los políticos de nuestro país les dijéramos “el tiempo corre y o decidís quién manda más, quién el 30% y el 10% o no mandáis nada”, al final se pondrían de acuerdo o pasaría lo que nos vendría fantásticamente bien a los españoles: no mandarían nada y habría que buscar nuevas personalidades. Porque se demuestra que son absolutamente incompetentes para su oficio, que es ponerse de acuerdo.
¿Y a nivel famosos, contar con el clan Pantoja para ver si solucionaban sus diferencias?
No lo sé. Cuando hay que dividir, hay concursantes que a todas luces han colaborado para llegar a esa cantidad de dinero tan interesante, y luego se quedan con el menor porcentaje. Eso indica que hay personas que saben imponerse muy bien a pesar de haber colaborado muy poco. La vida es una conjunción de ingredientes que uno tiene que ir colocando, poniendo, quitando, según le convenga. No sé qué haría el Clan Pantoja, no tengo ni idea de qué personalidades se impondrían más.
Como no es mi negociado, aquí cada uno que se ponga en el suyo (bromea), yo estaría como hago en Divididos recordándoles como va el tiempo y advirtiéndoles de que si no se ponen de acuerdo se van a casa sin nada. Ellos sabrán lo que hacen con su vida. Hay veces que aunque el acuerdo nos parezca que es menos interesante para los otros, es el que nos lleva a un mejor resultado final, así que que ellos pongan el foco donde les parezca.
De los concursantes que sí veremos, ¿qué tipo de perfiles hay?
Son personalidades distintas. También es interesante ver ese juego. Si coges a personas con una trayectoria profesional e intelectual muy parecida, igual funcionan de una forma similar. Al ver cómo funcionan cosas muy distintas, el resultado final es mucho más sorprendente.
Al leer “Luján Argüelles” y “concurso”, ¿te han escrito o hablado fans recordando 'Password'? ¿Sabes que es uno de los formatos que siempre se pide para “volver” a la TV?
Password ha quedado en el imaginario de todos, como un concurso con el que te lo pasabas bien y molaba. Es algo que también he comentado estas semanas con mi entorno, que en Divididos he tenido la misma sensación que tuve con Password. De “qué bien me lo estoy pasando, qué buen ambiente hay en el plató, qué situaciones estamos viviendo más mágicas por lo que sea. Qué libertad. Cómo estoy disfrutando”. Si el espectador siente lo mismo que he sentido haciéndolo, pondremos un poquito de buena energía en la casa de la gente.
'Divididos' supone también tu adiós a Mediaset tras muchos años. ¿Cómo has llevado esa despedida, y qué ha motivado el cambio?
He estado muchos años en Mediaset, antes en Sogecable, y parece que todo vuelve a lo largo de tu vida. Las cosas van yendo y volviendo, vamos caminando. El poder del ahora, que dice el libro. Ahora estamos en esto y mañana ya veremos dónde estamos, siempre intentando sacar lo mejor. Al volver, 12 años después, a Antena 3, que ha cambiado hasta el logo, lo primero que me encontré al pasar el torno fue a mi amigo Marce, un compañero de radio con quien tenía largas charlas; y te das cuenta de que la vida sigue igual, que diría Julio Iglesias. ¡Qué buen ambiente!