La sexta temporada de Maestros de la costura arrancó en La 1 con solo una pieza intocable: Raquel Sánchez Silva, como presentadora. En el resto de categorías hubo novedades:
Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro G. Palomo explicaron que estarán acompañados siempre de un cuarto juez en la primera prueba. En esta entrega fue Eugenia Silva la afortunada.
Para los 12 concursantes - Carlota, Soraya, Erick, Ángel, Mima, Almudena, Julia, Íker, Yichan, Noe, Mario y Cristian - también hubo sorpresa porque en la prueba de eliminación apareció una más que se había quedado a las puertas de entrar. Lo hizo tan bien que se sumó al casting, mientras vio cómo se marchaba Noe.
Todo ello tras una primera entrega en la que ya florecieron las rencillas y hasta hubieron “cositas” entre Mario e Íker.
Primera prueba con lágrimas y un primer favorito
La edición arrancó con una primera prueba en el taller donde los aprendices confeccionaron, en 90 minutos, aquella prenda que no les dejaron ponerse o que no se atrevieron a usar nunca.
Los nervios de la primera prueba los sufrieron, sobre todo, Noe y Carlota. La primera acabó llorando y queriendo irse por un problema que no le dejaba coser y decidió pegar las prendas con cola. Mientras que la segunda se equivocó con la tela y hasta se cargó una de las máquinas grupales. También acabó llorando.
Con el tiempo finalizado, los mayores desastres los presentaron Yichan por una transparencia imponible y Carlota por un “saco de patatas”. En mitad del ranking quedaron Julia por un vestido “básico pero resultón”, Almudena por unos shorts “con frentes abiertos”, Íker por un chaleco con un tejido mal escogido, Erik por otro chaleco a mitad de trabajo y la transparencia de Mima “falta de trabajo”.
Mientras que los más sorprendentes fueron los de Soraya por un atrevido mono de lentejuelas, Ángel por un vestido de alfombra roja “favorecedor”, Mario por un “inteligente” delantal, Cristian por una capa “con valor” y hasta Noe por salvar su prenda con imperdibles.
Los cuatro jueces se apartaron para deliberar y concluyeron con el siguiente podio: Ángel se llevó el primer puesto, Soraya se alzó con el segundo y Julia celebró el tercero.
Prueba de exteriores con la primera bronca de Caprile
El equipo del programa y los aprendices se trasladaron hasta el Museo Picasso de Málaga. Allí se dividieron por equipos al azar: los verdes formados por Carlota, Mima, Yichan, Erik, Noe y Soraya como jefa de taller, mientras que de naranja se vistieron Mario, Cristian, Julia, Iker, Almudena y Ángel como jefe del suyo.
El jurado no se mató al pensar en la prueba y propuso a los equipos que dejaran volar su imaginación con una prueba 100% libre, en la que tuvieron que ponerse de acuerdo para hacer una prenda en 2 horas.
La primera bronca de Caprile llegó con el pistoletazo de salida, cuando los aprendices corrieron a buscar el tejido, sin hacer el boceto antes: “¿Qué os he dicho?, ¿Cómo vais a buscar el tejido sin saber lo que vais a hacer?”, gritaba como loco y los concursantes recularon. Minutos después puso orden en el equipo verde en el que “faltaba liderazgo” por parte de Soraya y todo fue un “caos”.
También durante esta primera prueba en equipos se cayeron las primeras caretas: Soraya ignoraba a Mima, Mima quitaba el mando a Soraya, Ángel ponía a todos en su sitio, Julia no podía con la “energía” del otro bando, y todos confesaron que Mario era “el guapo de la edición”.
Acabado el tiempo, los dos equipos celebraron haber acabado su prenda. Pero los jueces no se mostraron igual de satisfechos. Sobre los naranjas criticaron que la falta de liderazgo, el planteamiento fallido del diseño y el error en la elección de los tejidos. Así como que todos hicieron lo que quisieron. Una decepción que contrastó con el “gustazo” que les dio el trabajo del otro equipo que, por supuesto, fue el ganador. Y Cristian se alzó como el mejor de la prueba.
Prueba eliminatoria con nueva concursante y el gran error de Noe
Carlota, Mima, Yichan, Erik, Noe y Soraya volvieron al taller para luchar por su continuidad. Pero no fueron los únicos: “Hubo alguien que nos gustó mucho en el casting y quizá deberíamos darle otra oportunidad”, dijo Raquel dando paso a Ana, otra aprendiz que se quedó a las puertas y si lo hacía mejor que el resto podría quedarse.
Con los seis en el taller, salvaron a Erik y ya se pusieron manos a la obra. Los jueces concienciaron a los aprendices de la importancia de la sostenibilidad y del reciclaje en la industria de la moda. El reto consistió en convertir prendas formales en otras cotidianas más ponibles.
El mayor error de todos lo cometió Noe al hacer un bolso, que era un complemento y no una prenda. Es más, usó tejidos nuevos cuando no podía porque debía reciclar. En cambio, Ana, la nueva, entendió la prueba a la perfección; Carlota se bloqueó con una falda; Soraya acertó con un camisón; Yichan fue justa con un dos piezas igual que Mima fue a lo seguro con una falda.
Por ello, Ana se convirtió en la nueva aprendiz de la temporada, así como Noe fue la primera expulsada de la edición.