A tres semanas de la gran final de Maestros de la costura 4 la presión es tanta que, por primera vez, un aprendiz tuvo que abandonar una valoración para ir a ver al médico.
Por su lado, Lorenzo Caprile, Palomo Spain y María Escoté tomaron una decisión “insólita y trepidante” al no querer expulsar a ninguno de los aprendices tras haber hecho una prueba final perfecta.
Todo ello en una gala en la que los aprendices crearon una prenda masculina de lujo a medida, viajaron a la aldea de El Rocío para reproducir vestidos de flamenca por equipos y diseñaron y confeccionaron un bolso.
Primera prueba con la “decepción” de Gabriel
Para lograr uno de los principales objetivos de esta edición, que los aprendices creen su estilo propio para que sus futuras firmas puedan sean reconocibles y únicas, el primer reto consistió en diseñar y confeccionar una prenda masculina de lujo. Eso sí, tenían que hacerlo satisfaciendo los deseos y demandas del cliente al que debieron tomarle las medidas exactas.
Otro de los imprescindibles fue tener en cuenta la exclusividad del diseño, la calidad de los tejidos y materiales, y la costura impecable. Con todo ello, los aprendices contaron con la ayuda de algunos concursantes de la tercera edición.
Al acabarse el tiempo, los que se llevaron críticas positivas fueron Lluís que contó con Borja y el resultado fue casi “perfecto”, Margarita y Mily por una cazadora “ideal que reconocía su estilo”, David y Yelimar con una camisa “preciosa” que le quedaba exacta al modelo y La Brava con Ancor que se atrevieron con el terciopelo que era un “caramelo envenenado” pero lograron un “acabado impecable”.
La Brava y Ancor prueban que los polos opuestos se atraen
Mientras que los criticados negativamente fueron Laura que había trabajado junto a Begoña pero erró al elegir el tejido que parecía un “sofá” y Gabriel y Fran por “no entender la prueba” al presentar una camisa playera.
La valoración final señaló a Gabriel como el “más decepcionante” para los jueces y Ancor se alzó como el “mejor” de la prueba por hacer una “prenda de lujo masculina muy bien confeccionada”.
Prueba de exteriores con visita al médico final
Aspirantes y equipo se trasladaron hasta la aldea de El Rocío para conocer la moda flamenca. Allí, cada equipo tuvo que reproducir, tomando las medidas de una modelo, un vestido de flamenca diseñado por Laura Sánchez.
Gabriel se convirtió en el jefe de taller de Lluis y Yelimar con los que formó el equipo naranja. Mientras Ancor hizo lo propio con el equipo verde junto a Mily y Laura. Durante la confección la tensión fue aumentando de tal manera, con los nervios a flor de piel y una exigencia cada vez mayor que Ancor se empezó a encontrar mal, a hiperventilar y a mostrar síntomas de ataque de ansiedad.
Al acabar la prueba, y frente a los jueces antes de la valoración, Raquel Sánchez Silva interrumpió para dejar que Ancor se marchara a ver al médico. Algo que acabó en nada pero que demostró lo estresante de los retos.
Ancor se marea y tiene que abandonar el veredicto
Por su parte, al jurado no le convenció ninguna de las dos prendas presentadas, aunque la del equipo verde estuvo algo mejor :“El traje, al menos, se podía poner y era un trabajo más difícil”. Sin embargo los naranjas se llevaron un “suspenso” con su resultado.
Por lo que Mily, Ancor y Laura continúan una semana más en el talent.
Prueba de eliminación con una sorprendente decisión
Gabriel, Lluis y Yelimar entraron al reto de eliminación para rendir homenaje a los bolsos. Para inspirarse conocieron a Marcela Vélez-Osorno, diseñadora de M2Malletier, como firma de bolsos de lujo. Para librarse de la expulsión tuvieron que diseñar y confeccionar dicho complemento en 75 minutos.
Mily fue la encargada de repartir los tejidos: terciopelo para Lluis, denim para Gabriel y cuero para Yelimar. El primero, aunque tenía el material más difícil, convenció con un bolso “bien hecho, con buenos acabados y personalidad”. Yelimar, que pidió el imperdible dorado, escogió bien “la gama cromática, integró bien la firma e hizo hasta un monedero”. Para finalizar, Gabriel hizo un bolso tipo sobre que se alzó como su “mejor trabajo hasta la fecha”.
Tras la valoración final, Caprile sentenció con una sorprendente decisión: “El aprendiz que no continúa en el taller es ninguno. En esta prueba se nos ha hecho realmente imposible decidir qué bolso merecía la expulsión, os queríamos tener una semana más”.
De esta forma, el jurado de Maestros de la costura decidió no expulsar esta semana a ninguno de sus aspirantes, siendo ésta la segunda vez que ocurre en la historia del programa. La primera se remonta a la sexta gala de la segunda edición (2019), cuando los jueces no se pusieron de acuerdo y pidieron a la dirección del talent no expulsar ni a Amparito ni a Isabel. “Tenemos muchas dudas y no queremos equivocarnos”, dijo entonces sobre tan inédita decisión.
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