La primera visita de María Pombo a La Resistencia se pudo resumir en regalos, regalos y mucha España. Y es que la influencer llegó tan repleta de obsequios que el tiempo de la entrevista se pasó entregándolos a sus destinatarios y abriéndolos.
Eso sí, antes de empezar con los presentes, la invitada pidió a David Broncano que le pusiera el himno de España para poder hacer una entrada digna de ella: “¿Puedo volver a entrar y me pones el himno de España? Es que así me siento más cómoda, más yo, más en casa”, bromeó.
Y es que, desde que el programa anunciara la visita de Pombo muchos de los comentarios criticaban su ideología más de derechas. Algo con lo que ella no se cortó en recordar: “Me casé hace cuatro años y en las bodas de mi entorno siempre se pone el himno”. A lo que Broncano respondió: “Y si un día, Dios no lo quiera, os divorciais ¿pondréis el de Catalunya?”.
La influencer también aseguró que ser religiosa y recomendó ir a misa: “Se está modernizando poco a poco y hay iglesias en las que lo pasas bien. Pero soy nivel intermedio para todo. La familia de mi madre es más de izquierdas y la de mi padre es más de derechas. Obviamente sabemos todos de qué pie cojeo. En realidad la política me da asco”, añadió.
Aún así, Broncano accedió a la petición de la invitada y le puso el himno para que volviera a entrar: “Hoy, en La Resistencia edición fuerzas armadas. Un programa español, que se graba en España, con todos ustedes María Pombo” y ella entró cual Letizia Ortiz.
Fue entonces cuando sacó el arsenal de regalos de su marca de ropa para Broncano, Ricardo, Grison y hasta para la novia de Broncano. “Para que la tengas contenta”, bromeó. Pero con lo que se ganó al público fue con tortilla de patatas para todos: “La mejor de Madrid y del mundo” dijo mientras el presentador leía la factura de lo que se había gastado en ella: “¡Te has gastado 2300 euros, por 300 bocatas de tortilla!”, exclamó mientras los presentes aplaudían.
Pero no quedó ahí la cosa, también lanzó un avión de papel al público que contenía un viaje para dos personas al Caribe. Así como mostró todo el contenido de su teléfono en pantalla grande y sin problema. Lo que se negó a contestar fueron las preguntas habituales, ni la del dinero, ni la del sexo: “Prefiero decir las veces que he cagado”, respondió.