María Lo, la ganadora de Masterchef 10, volvió a las cocinas para enfrentarse a Nico Abad e Isabelle Junot en una de las pruebas, que venció de nuevo. La indiscutible ganadora de la décima edición de anónimos, regresó tres meses después de alzarse con la victoria del talent culinario.
“He pasado por todos los estados emocionales que puedas meter en tu cabeza” nos contaba en la primera entrevista que daba tras su triunfo. Y es que la gaditana cumplió su sueño de participar y ganar, pero lo hizo en uno de los momentos más difíciles anivel personal y es que su padre falleció poco después de acabar las grabaciones.
Y sobre ello, precisamente, le preguntó Jordi Cruz al verla de nuevo en las cocinas como invitada. A lo que ella respondió emocionada:
“Perdí a mi padre pero me esperó como un campeón. Sabía que estaba cumpliendo mi sueño y el tío dijo: 'No le digáis nada a mi niña'. Y me esperó. Estuve una semana con él, nos despedimos y se fue sabiendo quién era yo 100% y viendo cómo cumplía un sueño. Estaba súper orgulloso, y ver la cara de mi padre cuando entré y lo vi por primera vez, de felicidad y de orgullo, eso no me lo quita nadie”.
María Lo, al decir que el padre se marchó “sabiendo quién era yo 100%”, se refirió a que le contó que era lesbiana un día antes del casting al que se presentó y la escogieron. Durante años lo había guardado en secreto pero para poder hablar libremente de su vida en el talent, quiso contárselo antes.
Y, aunque el padre no pudo acudir al programa cuando ella era aspirante, sí que mandó un mensaje que le pusieron en una de las entregas: “María siento mucho que yo no pueda ir a un momento tan importante para ti y que siempre has querido hacer. Lo que has logrado hasta este momento ya es mucho. Gracias por la confianza que has demostrado y por contar que tú quieres hacer la vida con Patty con un amor sincero y duradero. Adelante hija mía, papá está siempre pensando en ti tanto en su cabeza como en su corazón. María, hija mía, te quiero mucho”, dijo el progenitor.