Declaraciones

Marta Riesco reconoce que Jorge Javier le ha hecho “muchísimo daño”, pero que está dispuesta a hablar con él sin rencor

Marta Riesco se ha mostrado crítica, elogiosa y conciliadora con Jorge Javier Vázquez en una reciente entrevista. La ahora reportera de Ni que fuéramos Shhh lo ha hecho en Mundo deportivo, donde ha recordado lo que vivió hace un par de años, cuando se convirtió en la protagonista involuntaria de los programas de Telecinco por su relación con Antonio David Flores.

Aquellos días estuvieron marcados, entre otras cosas, por el “acoso insufrible” que, según Riesco, padeció por parte de Jorge Javier y sus compañeros de Sálvame en la primavera de 2022, cuando la polémica estaba en todo su apogeo. “Han pasado todos los límites”, dijo entonces la periodista, que acabó siendo despedida de la productora Unicorn Content, en la que trabajaba para El programa de Ana Rosa.

Ahora, pasado el tiempo, Riesco ha conseguido hacer las paces con los colaboradores de Sálvame, con los que incluso trabaja ahora. Y tampoco descarta hacerlo con Jorge Javier, llegado el momento: “Yo tendría una conversación con él, pero ya no desde el rencor”.

“No necesito que me pidan perdón, necesito que aprendan de eso. Podéis tener un odio increíble hacia quien era mi pareja, pero yo no tenía la culpa”, añade la reportera sobre sus antiguos 'enemigos', que cree que hicieron con ella “lo que se estaba denunciando”: “Lo de Rocío Carrasco fue horrible. Cómo se la juzgó. Cómo se la insultó. Pero es que me lo estaban haciendo a mí. Los mismos que decían que no se podía hacer”.

“Jorge Javier es la inteligencia absoluta en TV”

Entre ellos Jorge Javier, al que ya no guarda rencor, pero del que reconoce que le hizo “muchísimo daño” en el pasado. “Quitando el fallecimiento de mis abuelos, el peor momento que yo he vivido, creo que en mi vida, fue el monólogo de Jorge Javier insultándome y pidiendo mi despido”, apunta Riesco. Eso sí, cree que “como profesional es el mejor”, que “es la inteligencia absoluta en televisión” y dice que le admira “plenamente” en el terreno estrictamente laboral.

Aun así, considera que tanto a él como al resto de implicados en aquellos convulsos días “se les fue de las manos” la situación. “Yo podía caer mejor o peor. A lo mejor mi actitud no fue la correcta. ¿Pero en ese momento quién tenía una actitud correcta? Era un machaque lo que me estaba haciendo todo el mundo. Era reírse de mí desde la mañana hasta la noche”, lamenta.