'MasterChef 11' expulsó a uno de los aspirantes que se había rebelado contra los jueces

Paula Hergar

19 de abril de 2023 01:02 h

Si en la séptima entrega de MasterChef 11 algunos aspirantes se indignaron con Jordi Cruz, Samantha Vallejo y Pepe Rodríguez por no haber querido probar sus platos, en la octava vivieron otra nueva rebelión.

En las batallas de eliminación, la salvación de Luca no gustó a Jotha que no se cortó al definirla como “injusta y humillante”. Mientras que Sergio también contestó a los jueces cuando tildaron su segundo plato de “soso” y él aseguraba que había puesto mucha sal. Una elaboración que le valió la expulsión, al taxista.

Todo ello en una noche, en la que también Luca confesó haber sido el culpable del hurto del helado de Marta. Un misterio que no se había resuelto hasta entonces.

Prueba de exteriores con la “sobreexcitación” de un chef

En el primer cocinado, el equipo del programa cruzó la frontera para conocer Andorra. En el sector de Grau Roig de la estación de Grandvalira, los dos equipos tuvieron que preparar un menú de alta montaña, con el estilo del chef Francis Paniego, para 100 esquiadores y amantes de la montaña.

Los aspirantes se dividieron en azules y rojos. Los primeros estuvieron capitaneados por Álex y Marta se convirtió en la jefa de cocina, el resto del equipo estuvo formado por Jotha, Ana, Laura, Pilu, Francesc y Leti. Mientras que los rojos estuvieron encabezados por Lluís y Camino, junto a Merce, Jorge Juan, David, Sergio, Jeremy, Fray y Luca.

Entre todos tuvieron que cocinar trinxat con ravioli, garbanzos con bacalao, albóndiga con puré de patata y tarta de chocolate. Un cocinado que, aunque con prisa y tensión, fue organizado en el equipo azul.

Sin embargo, los rojos estuvieron tan caóticos que el chef acudió a echarles una mano pero les puso más nerviosos. “No sé qué le pasa a Francis, está sobreexcitado”, comentaban Jordi y Pepe mientras le escuchaban gritar a los aspirantes: “¡Se os ha ido la olla, caos total!”. Los jueces acabaron invitándole a salir de cocinas para que se tranquilizara y no desanimara a los concursantes.

Finalmente se sacaron los platos pero el equipo rojo fue un desastre. Jordi criticó a Lluis la “falta de conocimientos”, un equipo con ganas pero sin estar a la altura, como tampoco lo estuvo Camino. Mientras que los azules formaron un buen tandem entre capitanes con el apoyo del resto. Por lo que fueron estos los ganadores, con Marta “brillando sobre el resto”.

Prueba de eliminación con una rebelión contra los jueces

En la prueba de eliminación, Lluís, Camino, Merce, Jorge Juan, David, Sergio, Jeremy, Fray Marcos y Luca se enfrentaron a las habituales batallas con la miel como el ingrediente protagonista. Pero antes, Marta pudo salvar a alguien por haber sido la mejor del reto anterior: “Camino”, decidió. Algo que desanimó a Luca que quería ser él el salvado por no encontrarse bien.

Así, los 8 restantes se enfrentaron a la primera batalla en la que cocinaron unas alitas con salsa de miel y mostaza en 20 minutos. Los dos aspirantes que mejor las lograron fueron Luca y Jorge Juan. Una valoración que molestó a Jotha que aseguró que era “injusto y humillante” que se salvara el tiktoker cuando otros habían cocinado mejor. Una “falta de respeto”, según Jordi que no le permitió.

Los otros seis continuaron y tuvieron que reproducir un risotto de berenjenas a la miel que descuadró a Fray Marcos que nunca había hecho uno y a Sergio al que le dijeron que estaba “soso” pero él aseguró que había puesto “muchísima sal”. Los ganadores fueron Lluís, Jeremy y Merce.

La última batalla consistió en elaborar un canelón de miel y mató, otra forma de comer el tradicional mel i mató, uno de los postres catalanes más populares. Tras lucharlo todos, el único plato que convenció fue el del cura y el expulsado fue Sergio.

“No me ha salido nada bien en las elaboraciones y la última ha sido la peor. Esto es una experiencia inolvidable”, lamentaba con la voz rota antes de marcharse.