'MasterChef 12' se estrenó con un cuarto juez, un “intento de sabotaje” y la primera expulsada “por falta de interés”
“Ningún talent de España se ha mantenido tanto tiempo de forma ininterrumpida” empezaba diciendo Jordi Cruz para inaugurar la duodécima temporada de MasterChef. Y menos aún, manteniendo al mismo equipo de jueces con él, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera.
Los tres arrancaron la nueva edición con la elección de sus 16 nuevos aspirantes, entre los que llamaron la atención un exlegionario terraplanista y el guitarrista de Mónica Naranjo, entre otros. Los afortunados, entre 50 finalistas fueron: José, David, Tamara, Maicol, Ángela, Samya, Pilar, Pulga, Celeste, Esther, Gonzalo, Tessa, Alberto, Ramón, María Álvarez y Adriana.
Tras ello, sufrieron la primera prueba de exteriores en Barcelona y la consecuente eliminación en la que despidieron a una de ellos.
Primera prueba de exteriores con la primera gran bronca
En la primera prueba por equipos, los aspirantes viajaron a Barcelona, donde cocinaron a los pies de la Basílica de la Sagrada Familia. Allí se dividieron en dos equipos - el azul capitaneado por Samya y el rojo por Ángela- para realizar un servicio inspirado en la gastronomía tradicional catalana, pero con un toque de refinamiento.
Al arrancar el cocinado se armó la primera gran bronca de la edición. Ocurrió en el equipo azul porque Samya no era capaz de dar las instrucciones necesarias y Celeste intentaba quitarle el puesto en la sombra, cual “intento de sabotaje”. En cambio los rojos tuvieron mejor química, animándose entre ellos y repartiendo mejor las tareas.
Coca de escalivada con anchoas, canelones o crema catalana con carquiñoles fueron los platos que degustaron 150 comensales, todos visitantes de la Sagrada Familia, turistas y vecinos de Barcelona.
Aunque los comensales se fueron “bastante contentos”, la valoración de los jueces fue la siguiente: en cuanto a la capitanía de Samya la tildaron de “mejorable” por “esconderse tras sus compañeros”, criticaron las cantidades en los platos y aplaudieron la iniciativa de Celeste. Sobre los rojos criticaron la “ejecución desastrosa, organización mala, presión nula, ingredientes maltratados...”.
Frente a tal resultado, los jueces decidieron que fueran los azules los ganadores.
Prueba de eliminación con la primera expulsión
En el último duelo, el jurado retó a todos a que contaran quiénes son y hasta dónde quieren llegar en el universo gastronómico, a través de un plato libre de la cocina local de sus lugares de origen. Eso sí, solo Choco, Ángela, Ramón, Pilar, Jose, Tamara, Gonzalo y Tessa.
Martín Berasategui y Raquel Meroño, ganadora de MasterChef Celebrity 5, acompañaron a los aspirantes durante el cocinado y cuando acabaron se marcharon.
Llegó el momento de la cata en la que los que se llevaron la peor parte fueron Jose por una elaboración “pasada”, Ramón por un arroz “pasado de grasa”, Tessa “por una carne básica y seca que mostraba falta de interés” y sobre todo Tamara por unos “mariscos que no sabían a lo que eran” y que había desaprovechado un buen material, según los jueces. Palabras que provocaron sus lágrimas.
Y quienes obtuvieron mejores críticas fueron Choco por una “buena mano dominicana”, Ángela por una paella “rica”, Gonzalo por una receta con buen sabor pero mal emplatado y Pilar por una correcta elaboración.
Tras la deliberación, Pepe, Jordi y Samantha sentenciaron: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Tessa”. Así se convertía en la primera expulsada de la duodécima edición.
