'MasterChef 13' provocó las primeras lágrimas con la expulsión y metió a una nueva aspirante para sustituir a Flores
La nueva entrega de MasterChef 13 mostró cómo los aspirantes empiezan a pensar en estrategias, alianzas y rivalidades. Tres cualidades del talent culinario que incentivaron los jueces con las tres pruebas de la noche.
Les vimos comprando alimentos en máquinas expendedoras, ofreciendo un cóctel de vanguardia para 80 visitantes de Madrid Fusión y hasta reproduciendo un postre sin verlo.
Retos que llevaron a la expulsión de Eva. Y mientras ella salía de las cocinas, Carla entraba como sustituta de Flores - el aspirante que tuvo que abandonar la pasada semana por problemas de espalda-, que se había quedado a las puertas del último casting.
Primera prueba con tres aspirantes por encima de los demás
En la primera prueba de la noche, los aspirantes encontraron una mini caja misteriosa bajo la que había 15 mastercoins, la moneda oficial del programa, necesarios para obtener los productos con los que cocinarían un plato libre, ya que a las cocinas llegaron tres máquinas expendedoras con toda clase de alimentos.
En esta ocasión no entraron al supermercado, por lo que tuvieron que hacer buenos cálculos para sacar todos los productos necesarios de las máquinas. Pudieron escoger entre refrescos, snacks, chocolatinas, merluza, bogavante, presa ibérica, salsas, arroz, pasta fresca, frutas y hortalizas.
Así lo hicieron, en un cocinado con tanta tensión que Ariana hasta se bebió Fairy, sin llegar a peligrar. Por sopresa, los jueces les hicieron intercambiar platos, por lo que empiezaron de cero de nuevo.
En el momento de la cata, Pepe, Jordi y Samantha criticaron a Eva, Ana María, Emilio, Bea, Ana y Víctor por no haber sacado partido a lo que tenían y centrarse en las quejas. Mientras que los que destacaron por encima de los demás fueron Elena, Limin e Ismael.
Prueba de exteriores con la desesperación de Limin, pero con buen resultado
El jurado y los aspirantes visitaron la feria gastronómica Madrid Fusión, donde se celebraban los 30 años del momento en el que la cocina española asombró al mundo.
Los equipos ofrecieron un cóctel de cocina de vanguardia para 80 visitantes del evento, entre los que se encontraban chefs como Joan Roca, Oriol Castro, Diego Guerrero y Massimo Bottura, entre otros invitados.
Las dos capitanas de la prueba fueron Limin - por segunda vez- y Elena que formaron sus propios equipos. La primera se rodeó de Bea, Chema, Ana, Víctor, Ana María y Emilio. Mientras que la segunda quiso hacer grupo con Ismael, David, Yago, Clara, Ariana y Eva.
Una vez con las manos en la masa, Limin se agobió tanto que colapsó, se desesperó, lloró, sus compañeros le animaron y entró Pepe para calmarla. Finalmente lo logró y su equipo rojo ganó la prueba. Mientras que Jordi aseguró que los rojos habían estado “desorganizados”.
Prueba de eliminación con una clara expulsión
Clara, Gabriela, Yago, Ariana, Ismael y Eva volvieron a las cocinas con los delantales negros. Allí hicieron una primera prueba que salvó a Clara de estrenarse, en su primer programa, en el foso.
Los otros cinco tuvieron que agudizar sus sentidos para lograr entender a Pitingo, el invitado, porque fue el encargado de darles el paso a paso de un postre que tuvieron que reproducir, sin verlo, obra del maestro chocolatero Lluc Crusellas.
La primera en presentar su postre fue Gabriela que acertó con el sabor “rico y goloso”, le siguió Ismael que falló en la técnica, el tercero fue Yago con una tarta con buena estética pero algunos errores, Ariana también convenció con un “muy buen trabajo” y Eva fue la gran decepción con un postre “parecido a un bocata” e igual de pesado“.
Y, aunque los jueces se apartaron para deliberar, la sentencia estaba clara: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Eva”. Una decisión que provocaba las lágrimas de ella, pero también de alguna de sus compañeras que le habían cogido mucho cariño.
