'MasterChef Celebrity' expulsó por segunda vez a un aspirante, tras besar a Jordi Cruz por los nervios

Jesulín, Miguel Diosdado y Jorge Cadaval en 'MasterChef Celebrity'

Paula Hergar

La gala de este jueves de MasterChef Celebrity 8 expulsó de forma definitiva a Miguel Diosdado. El actor había sido repescado, la misma noche en la que se marchó Jorge Sanz, pero en esta ocasión confesó que Jordi Cruz le ponía nervioso, para arreglarlo el juez le dio un “piquito” y ni aún así tuvo suerte para salvarse de la eliminación.

Y es que, mientras Blanca Romero y Laura Londoño se perfilan como posibles ganadoras del programa, hay quienes aún lo pasan mal en las cocinas como fue el caso de Toñi Moreno durante los exteriores.

Todo ello en una entrega en la que los aspirantes sufrieron la mítica prueba de los robos, prepararon un menú para el equipo del musical ‘Mamma Mia’ y diferenciaron un objeto real de una tarta esculpida.

Primera prueba con robos sin piedad... excepto con Blanca

En el primer reto de la noche, las celebrities entraron a las cocinas individualmente para retirar un máximo de 10 ingredientes de la cesta de un compañero o de varias de ellos. El primero en hacerlo fue Jesulín que quiso “ponérselo muy difícil a Miguel, Álvaro y Toñi”, pero ella y el jinete se la devolvieron. Mientras que la preferida por todos fue Blanca a la que casi no robaron.

En 75 minutos tuvieron que preparar un “ gran plato” con el resto de ingredientes que les quedó. Los que supieron adaptarse fueron Blanca con un “puré rico pero mala estética”, Cadaval por un “buen plato sutil y delicioso” y Londoño “por unas elaboraciones bien hechas”.

Mientras que los que no cocinaron con buen resultado fueron Jesulín por una elaboración “bañada en aceite e infantil”, Daniel por una “gominola sin sabor”, Toñi “por una ejecución sin sentido”, Álvaro por bajar mucho el nivel, como el plato “básico” de Miguel.

Por lo que los jueces acabaron señalando a Jorge y Blanca como los mejores de la prueba.

Prueba de exteriores con lágrimas de Toñi Moreno

Los aspirantes se trasladaron hasta el Parque de Arganzuela (Madrid) para celebrar la vuelta del musical 'Mamma Mia'. Allí congregaron a a 80 miembros del equipo teatral para que los aspirantes les prepararan un homenaje gastronómico.

Los equipos se formaron a partir de Blanca y Jorge como capitanes. La primera se vistió de rojo para cocinar junto a Jesulín, Miguel y Laura, mientras el segundo se puso el delantal azul para trabajar con Toñi, Dani y Álvaro. Selección que provocó las lágrimas de Moreno porque ninguno de los dos habían querido cocinar con ella. Más tarde, la presentadora confesaba haber “llorado fuera de cámaras” por lo ocurrido y Blanca explicaba que la había rechazado para que “limara asperezas” con Cadaval, con quien tenía un rifirrafe.

El menú que debían cocinar llegaba firmado por la chef Cristina Oria y constaba de una tarta fina de foie gras, cebolla caramelizada y gelatina de Sauternes o un tatín de brevas, entre otros platos.

Y cuando los dos equipos parecían estar rodados, los jueces obligaron a los capitanes a que cambiaran de color. Momento en el que Blanca se acercó a sus nuevos compañeros para conocer qué hacía cada uno, hasta que llegó a Toñi: “Yo no hago nada, porque como no valgo para nada, porque no me has elegido para tu equipo, pues hago lo que puedo...” le echó en cara. “Te perdono porque no soy una persona rencorosa pero el dolor no se va. No me esperaba eso de ti”, añadió.

Mientras Jorge se mostraba más flojo como capitán y Londoño ejercía de ello en la sombra. Algo que detectaron los jueces en su valoración, al ver que no había salido una de las elaboraciones pero el resto sí. Pero por todo ello, el equipo ganador fue el azul: Álvaro, Daniel, Toñi y Blanca.

Prueba de eliminación con la segunda expulsión de Miguel

Londoño, Jesulín, Cadaval y Miguel regresaron a cocinas con los delantales negros. Allí se encontraron una vitrina con 5 objetos y sus 5 réplicas en formato tarta. Su continuidad dependía en gran medida de su habilidad para diferenciar cuál era el objeto real y cuál una tarta esculpida. Si acertaban, podían usar los utensilios de cocina adecuados para hacer la réplica de la tarta. Si se equivocaban, debían trabajar con lo básico.

Jesulín, Miguel y Jorge acertaron, la única que falló fue Laura por lo que se dejó llevar por “el instinto” y prefirió no arriesgarse en una prueba tan compleja. Entregó el pin de la inmunidad.

El resto se puso manos a la obra para cocinar Jorge el bolso, Miguel el pollo y Jesulín el rollo del papel higiénico en 120 minutos. Cadaval se mostraba tan nervioso que echó a las jueces cuando se acercaron a hablar, el torero de no dejaba de sudar y el actor lamentaba los errores que cometía al no leer bien la receta.

En la cata, los jueces dieron el “mérito” a Jesulín por el “espectacular sabor” aunque lo “peor fuera la estética”; Miguel entregó un “pollo mutante” que no convenció; y Cadaval se salió con la suya con una tarta-bolso “con pliegues, asa, pespuntes con buen sabor”.

Por lo que el jurado lo tuvo fácil: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Miguel”, sentenciaba Pepe y el actor se marchaba por segunda vez del talent.

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