Masterchef Especial Navidad llegó al ecuador de la edición con la expulsión de Cayetana Guillén Cuervo. Una decisión que no sorprendió a nadie tras casi rendirse en la prueba de eliminación.
Pero la entrega también fue dura para una Anabel Alonso que vio cómo uno de sus dedos se quedaba sin uña tras cortar el pan y poner parte de su falange en la máquina.
Así, solo quedan Anabel Alonso, Mario Vaquerizo, Carmina Barrios, Florentino Fernández, Boris Izaguirre y la Terremoto de Alcorcón ante la especial edición.
Aspirantes con tartazos voluntarios
Para arrancar la entrega, el jurado recibió a los aspirantes con unas tartas de merengue, que tuvieron que comer a bocados y sin las manos para descubrir su interior. Sin saberlo, al escoger tarta los aspirantes formaron los equipos para la prueba de exteriores.
El equipo rojo estuvo formado por Cayetana, Mario y Anabel, el azul funcioncó con Carmina, Boris y Flo, mientras que a la Terremoto le tocó ejercer de capitana de ambos (muy a su pesar).
Se trasladaron a la Ciudad del Fútbol de las Rozas, el campo de entrenamiento de la Selección Española de Fútbol masculina y femenina, donde los aspirantes se dividieron en dos equipos para cocinar un menú saludable que degustaron 70 jugadores de la Roja.
Todos ellos estuvieron supervisados por la nutricionista de la Selección Toscana Viar. Y algunos de los que comieron fueron jugadores actuales, como Marco Asensio, Álvaro Morata y Dani Carvajal, entre otros invitados.
Durante el cocinado, como suele ocurrir con las dobles capitanías, la Terremoto hizo honor a su apodo y provocó el caos entre dos equipos que le pedían ayuda pero no daba abasto. Acabó gritando “rabo, rabo” por todos lados al buscar el ingrediente y no encontrarlo. “No puedo estar todo el rato con seis, es imposible”, se quejaba. Tal fue la ayuda que demandaron que aparecieron los “juniors” para ofrecérsela.
Pero esta nueva ayuda, Anabel no la encajó del todo bien ya que no sabía qué tarea darles y los jueces le señalaban que los pequeños no podían estar de brazos cruzados. Cayetana tuvo que tirar una de sus cazuelas por quemar el rabo,
Además, Juanma Castaño intentó arbitrar el cocinado para que saliera todo a la perfección. “Aquí mando yo y ya está”, decía el periodista deportivo con un silbato que usaba para poner recto al personal, que no le hacía ni caso. Acabó sacando tarjeta amarilla a Cayetana por poner en peligro a uno de los niños, también a Flo por no limpiar,
Anabel se rebana la uña al cortar el pan
Gritos de dolor de Anabel Alonso: “Me he rebanado la uña, me he rebanado la uña”, decía gritando mientras acudían los médicos a socorrerla. Ella se mostraba preocupada por el cocinado, pero no dejaba de llorar “como una niña chica” y gritar.
Con una menos, hasta Juanma tuvo que ponerse a cocinar. Finalmente sacaron todas las elaboraciones, a pesar de los nervios perdidos de la Terremoto al creer que no.
El jurado aseguró que el equipo azul mostró orden pero poco ritmo: con un Boris perdido, una Carmina escondida y un Flo despistado. Pero peor aún fue la organización de un equipo rojo desastroso: Mario desordenado, Cayetana totalmente nerviosa y Anabel asustada pero luchadora. Mientras que a la Terremoto le aplaudieron quedarse “donde más falta hacía”.
Por lo que Carmina, Boris y Flo se alzaron como ganadores, junto a la capitana, y los rojos se fueron a eliminación.
Prueba de eliminación con una Cayetana rendida
Cayetana, Mario y Anabel regresaron a las cocinas con los delantales negros para enfrentarse a un cocinado de aprovechamiento. Para ello, el supermercado se llenó de sobras de la cena de Nochevieja y los aspirantes tuvieron que reutilizar los alimentos para no ser expulsados.
Mario tuvo que cocinar un plato con una mariscada, a Cayetana le tocó exprimirse la imaginación con trozos de turrón y Anabel se quedó con el pavo. Sin duda, los jueces ya señalaron que la que más difícil lo tenía era Cayetana y más aún porque llegaba a la cocina totalmente bloqueada.
Tras el cocinado, los tres presentaron sus elaboraciones. Mario llevó a los jueces unas gyozas “espectaculares” tanto por el sabor como por el emplatado. Anabel entregó unos canelones de pavo “maravillosos con una textura perfectamente ejecutada”. Y Cayetana cerró con un bizcocho “mal emplatado, seco y demasiado azucarado”.
Cayetana confesó que había sufrido mucho al hacerlo: “Me bloqueaba irme sin tener un mínimo nivel de dignidad. Mi autoexigencia me lleva a sitios chulos pero también me hace sufrir. Es que soy intensa”, lamentaba.
Por lo que la decisión de los jueces fue obvia: “Está claro”, decía Jordi. Y Pepe sentanciaba: “El aspirante que no continúa es Cayetana”. Y Jordi cumplió la promesa de llevársela en brazos cuando se marchara.