A la vez que intenta reflotar Pesadilla en El Paraíso con la entrada de nuevos concursantes, Mediaset ya está pensando en su próximo reality show. A priori, el último antes de que Paolo Vasile, uno de los grandes valedores del género de telerrealidad, ponga fin a su etapa como consejero delegado del grupo después de 23 años.
Según informa Bluper, Mediaset ha solicitado a la productora Zeppelin que movilice al equipo que habitualmente se ocupa de los realities realizados en la casa de Guadalix de la Sierra para empezar a preparar una nueva edición de un reality con famosos, que se emitiría a partir de enero. Por ahora se desconoce bajo qué marca, aunque las opciones pasan por el regreso de Secret Story o la vuelta de GH VIP, según el citado medio.
Sobre el papel, la opción de recuperar Secret Story se presenta más factible. Al fin y al cabo, hablamos de una cabecera que ha emitido dos ediciones -una con famosos y otra con anónimos- en apenas un año. En cambio, la última de GH VIP se remonta a finales de 2019, cuando el formato finalizó su séptima temporada entre una sonada fuga de anunciantes y la petición, por parte de Fiscalía, de una condena de dos años y medio de prisión para José María López, concursante de Gran Hermano Revolution (2017), por un presunto delito de abuso sexual dentro de la casa a la también concursante Carlota Prado.
Desde entonces, GH VIP ha permanecido “en barbecho”, como así llegó a resumir su situación Manuel Villanueva, director de Contenidos de Mediaset España, en el verano de 2020. Solo unos meses después, en noviembre de aquel año, el directivo sorprendió al anunciar la vuelta de GH para 2021. Algo que Telecinco también llegó a oficializar de cara al curso 2021/2022, aunque finalmente tuvo que dar marcha atrás, retrasar su producción y lanzar en su lugar Secret Story, un formato muy parecido, pero que no dio el resultado esperado. Sobre todo, su edición con anónimos, que tropezó notoriamente en audiencias a principios del presente año.
Todo esto, mientras el proceso judicial contra José María López ha permanecido abierto. El juicio se celebrará los días 3 y 8 de noviembre después de que la vista se suspendiera el pasado febrero por petición de los abogados de la acusación, que no compareció alegando problemas psiquiátricos. Ahora, Carlota Prado sí estaría en condiciones de afrontar el proceso, según el informe de los médicos forenses.
El desarrollo del juicio será clave para que Mediaset elija emitir un reality u otro. El deseo del grupo, visto lo ya comentado y la situación actual de Telecinco, pasa por recuperar GH lo antes posible. Pero en contra de esto juegan un par de factores. El primero, la posibilidad de que la reputación del formato y la de Mediaset queden más dañadas dependiendo de la condena a José María López, y también a la productora Zeppelin, que a diferencia del grupo televisivo, sí forma parte del juicio, pues figura como “responsable civil subsidiaria de la causa”. Y el segundo, un posible retraso del proceso judicial, ya que la acusación pretende invalidar el actual e iniciar uno nuevo, lo que dificultaría aún más la emisión de Gran Hermano VIP y facilitaría, por consiguiente, la vuelta de Secret Story.
La acusación pretende iniciar una nueva instrucción
Como ya contamos, el fiscal solicita una condena de dos años y seis meses de prisión para el acusado, al que le reclama una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima. Idéntica cantidad que a la productora del programa, Zeppelin TV, por los daños ocasionados por mostrar a la concursante el vídeo de lo ocurrido en el confesionario de la casa, que se hizo público en 2019. Son cifras diferentes a las que pide la defensa de la joven, que solicita una pena de siete años, e indemnizaciones de 100.000 euros por daños morales tanto al acusado como a la productora.
El abogado de Carlota Prado, sin embargo, considera que el juicio está sufriendo un error en la instrucción y de acuerdo a la citada fuente, pretende invalidar el proceso e iniciar uno nuevo, elevando el delito de abuso sexual a violación con penetración. “Aquí se está juzgando un abuso sexual sin penetración por un error de procedimiento en la instrucción. Hay indicios serios, por las imágenes grabadas, de que hay penetración”, declaró el letrado el pasado febrero a las puertas del juzgado.
De cambiar la instrucción, la pena para José María López se elevaría a entre 4 y 10 años de cárcel, en vez de los dos años y medio que pide la Fiscalía actualmente. Igualmente, habría que revisar la indemnización, que asumiría la productora Zeppelin como responsable subsidiaria (como explica en su comunicado) en caso de que el acusado se declarase insolvente. Pero también inhibiría al Juzgado de lo Penal, que no tiene competencia para juzgar este tipo de casos. Esto haría que el proceso judicial se dilatase mucho más, pudiendo llegar incluso a retrasarse años.