Kiko Hernández regresó este sábado al plató de 'Deluxe', ahora en su nueva franja del sábado, tras meses de ausencia en los que se ha convertido en padre. El tertuliano del programa se mostró muy emocionado al hablar de sus dos hijas, Abril y Jimena, y contó las vicisitudes a las que se ha enfrentado desde que anunciara su intención de estrenarse como progenitor. “Mi vida ha cambiado a mejor”.
La entrevista en 'Sábado Deluxe' suponía la primera vez que dejaba sola a las pequeñas desde que nacieron. “Al principio me costaba dejarlas con otras personas”. Hernández explicó que las dos nacieron prematuramente, antes de llegar al séptimo mes de gestación. “Después de varios días en la incubadora, cuando me dijeron que podía cogerlas, no me atrevía”, reconocía.
El proceso de recuperación de los dos bebés fue largo, agravado en uno de los casos, en tanto que una de ellas nació con parada cardiorrespiratoria, tal y como Hernández narraba. “Me despedía sin saber si al día siguiente la vería con vida”. Pasaron dos semanas hasta que salió fuera de peligro.
El colaborador de Telecinco se mostró muy emocionado durante toda la entrevista, en la que también aprovechó para lanzar un alegato a favor de la gestación subrogada, uno de los debates abiertos esa misma noche en el programa.
También lanzó un mensaje a sus dos hijas: “Si el día de mañana, en 18 años, me encuentro aquí sentadas a Abril o Jimena en el polideluxe con Conchita... ¡no se os ocurra!”.
Pese a mostrarse mucho más abierto y amansado que de costumbre, Kiko Hernández no tardó en volver por sus fueros y “meterse” con su compañera Lydia Lozano. A esta le afeó el, a su juicio, escaso interés que ha mostrado por él durante todo este periodo hasta convertirse en padre. Dijo haber recibido solo dos mensajes de su compañera en todos estos meses.