Desde que se dio a conocer en OT 2018, y con su mediático paso por Eurovisión incluido, Miki Núñez ha dado decenas de entrevistas a los medios de comunicación. Pocas, o ninguna, han sido tan personales como la que ha ofrecido este fin de semana al periodista Roger Escapa, con quien ha hablado por primera vez a nivel público de sus problemas de ansiedad y del trastorno de la conducta alimentaria que sufrió en el pasado.
En la charla, que ha visto la luz este domingo en El Suplement de Catalunya Ràdio, el artista se abre como nunca para relatar el “colapso” que vivió durante la vorágine eurovisiva. “Eurovisión fue muy fuerte. La repercusión fue muy buena para mí. Si no hubiera habido pandemia, hubiera ido de gira por Grecia, Alemania y muchos sitios. Pero es muy duro. Estás seis meses viviendo de una canción. No te pagan nada, pero sí una promoción”, comienza recordando el intérprete de La Venda.
Y precisamente en esos meses en los que encadenó horas y horas de ensayos con entrenamientos y viajes de gira por Europa fue cuando tuvo esos episodios sobre los que ahora se ha sincerado: “Descubrí lo que era la ansiedad. Empecé a saber qué era no poder coger aire, marearte, tener una sensación de un nudo en el cuello. Mis padres me ayudaron llevándome al psicólogo. Durante un año entero tuve la sensación de que no me entraba el aire. Me despertaba por la noche así”, cuenta, al tiempo que asegura que ahora está “mejor” y que sigue yendo al psicólogo cada semana.
“De pequeño tuve un trastorno alimenticio”
Preguntado por su pasado, Miki Núñez desvela también que “de pequeño tuve un trastorno alimenticio”. “Un día decidí que, después de comer, era guay ponerme a vomitar porque así no comía. Cuando lo hice le dije a mi madre que necesitaba un nutricionista y un psicólogo”, cuenta.
“Intenté ir al psicólogo de la Seguridad Social. ¿Tú lo has intentado? Espero que no”, dice al entrevistador, aludiendo a los largos meses de espera. “¿Lo superaste con ayuda psicológica? Es un trastorno muy serio”, le preguntan. “Sí. Además, esto es como los fumadores, que son exfumadores toda la vida. Hay veces que te levantas -y eso tiene que ver con la ansiedad muchas veces- y piensas 'hostia, estoy gordo'. Ayer me acosté y no, pero hoy sí”, desvela sobre su TCA.
En ese sentido, cuenta que “también tengo una cosa que se llama dismorfia física, que es que tú ves cosas que no son reales pero tus ojos te lo 'dibujan'. Soy hipocondriaco diagnosticado también”. “¿Ahora estás contento con tu físico?”, le pregunta Escapa. “No, nunca lo estaré. Siempre estaré más contento o más descontento, pero nunca estaré feliz, lo sé. Nunca lo he estado”, concluye.