El plató de Sálvame contó este jueves con una visita inesperada. Mila Ximénez acudió al programa para dar una sorpresa a Kiko Hernández por su 44 cumpleaños. Con mascarilla y micrófono en mano, llegó pidiendo perdón por haberse retrasado un día. “Me enteré muy tarde, como duermo todo el día”, explicó, “y quería darte un abrazo”. La tertuliana aseguró que estaba “bien” y que iba a “estar mejor” al ser preguntada por su estado de salud, dado que padece cáncer de pulmón.
De hecho, fue en las propias instalaciones del formato donde a principios de verano reveló su enfermedad. Un anuncio que Sálvame convirtió en un cebo, dedicando la tarde que acabó con una entrevista de una hora por teléfono, a avisar de que tenían que dar una noticia “dolorosa y triste”.
“Me meto en la cama a las dos de la tarde y me despierto a las nueve menos cuarto a veces”, comentó sobre cómo está siendo su día a día, “duermo y duermo a ver si pasa esta mierda y ya me despierto y un día esto ha terminado ya”. “Os echo muchísimo de menos”, les reconoció, “celebraremos tu cumpleaños dentro de muy poco”. Según explicó, “sigo con mi tratamiento y todo va bien. El miércoles me hago una prueba importante y si sale bien es que va todo bien. Esto es un tropiezo más y es un escalón que hay que subir. Y lo voy a subir de dos en dos”.
“Está con fuerza que es lo que importa”
Tras la visita de Ximénez a Sálvame, María Patiño y Chelo García Cortés han compartido con Europa Press cómo han visto a su compañera. “Con fuerza que es lo que nos importa”, han declarado, “tiene ganas de volver pronto a estar en el plató. Mila es una mujer súper fuerte y lo bueno de hoy ha sido verla entrar en ese plató después de tantos meses”.