Mireia Montávez, concursante de la primera edición de Operación Triunfo, ha denunciado a su exmarido por supuestos malos tratos. Después de 13 años juntos, la cantante rompió con él “hace unos meses”, según ha explicado en una entrevista concedida a la revista Semana.
“Hace cinco años ya estuvimos separados y aunque luego volvimos, desde entonces, la relación fue casi nula. Yo le dije que le daba otra oportunidad si cambiaba, pero fue peor el remedio que la enfermedad”, relata la cantante de Fórmula Abierta, grupo que formó junto a sus compañeros de OT 1 Àlex Casademunt, Geno Machado y Miguel Ángel Silva.
Montávez asegura que si está haciendo pública su situación es porque recientemente su marido lanzó contra ella serias acusaciones valiéndose de las páginas de un importante periódico. Los últimos años de relación fueron especialmente complicados. De hecho, estuvieron separados durante un tiempo hace cinco años pero después hubo una reconciliación.
Aún así, persistió su actitud: “Él no quería que hiciera nada sin él y psicológicamente sentía que no valía nada cuando era todo lo contrario. Porque he sido yo la que estos últimos años ha mantenido la casa subiéndome al escenario, aunque él dice que le he arruinado (...) Han sido unos años muy difíciles en los que me he ido alejando de la gente, de mi trabajo, perdí la ilusión...”.
Finalmente, Mireia Montávez optó por acudir a los tribunales. “La denuncia la puse en marzo unos días después de irme de casa. Ya no podía más... En un mes llegué a perder casi 15 kilos y mis hijos estaban muy mal psicológicamente, no querían salir de su habitación. Él me decía que me fuera yo. Una tarde, la abogada me dijo que, llegados a ese punto, cuando él volviera esa noche no estuviéramos en casa. Así es que, en una hora, cogí a mis hijos, algo de ropa y nos fuimos”, recuerda la cantante, que ahora tiene 39 años.
“Quise volver a casa a por mis cosas, pero no me dejó. Cambió la cerradura, dio de baja mi teléfono, sacó todo el dinero de la cuenta común y sentí mucho miedo”, señala Mireia, cuya situación fue a peor. “Cada día iba a más y todo eso lo denuncié, aunque la jueza dijo que lo daba por nulo porque le faltaban pruebas. No sé qué más necesitaba porque yo probé todo y él reconoció que era verdad lo que yo decía. Incluso tengo mensajes en los que dice que me va a arruinar la vida y que 'no voy a trabajar nada sin el Antoñito'”.