Dos años de Netflix en España: el impacto de un gigante que llegó tarde
La televisión, su industria y su consumo, están en constante evolución. También en España. Este viernes 20 de octubre, se cumplen dos años de la llegada de Netflix a nuestro país. 731 días de cambios dentro de un sector, el televisivo, difícil ya de imaginar sin plataformas de streaming como la norteamericana.
“Para nosotros se trata de una estrategia a largo plazo y todavía nos queda mucho camino por recorrer”, declaraba el pasado verano a Vertele Juan Mayne, director de Adquisición de Contenido de Netflix, sobre sus primeros pasos en España.
Un “camino” que ahora entra en su tercer año de duración y que, en los dos anteriores, ha estado marcado por estas seis decisiones e impactos dentro de la industria.
Un amplio catálogo de títulos con luces y sombras
Hablar de Netflix es hacerlo de una alternativa a la hora de consumir contenidos. Antes de su presencia, las opciones se limitaban a las cadenas de televisión en abierto, a las de pago y, para qué negarlo, a la piratería. Con un catálogo mucho más amplio que las primeras, más barato que la segundas y completamente legal, la plataforma ha convencido a numerosos usuarios. A lo que hay que añadir un precio relativamente asequible, una interfaz fácil de usar y sin publicidad.
Pero no todo son ventajas. Ese amplio catálogo tiene sus luces y sus sombras. Por un lado, es el único que puede presumir de tener títulos como 'Narcos', 'The Crown', 'Stranger Things', 'Por 13 trece razones' o la recién estrenada 'Mindhunter', todas ellas series originales Netflix. Además, otras que no lo son, como 'Sucesor designado' y 'Star Trek: Discovery', pueden seguirse prácticamente al ritmo de emisión de Estados Unidos. Sin olvidar la multitud de títulos más antiguos que, por unos motivos u otros, no habían llegado hasta ahora a nuestro país o que pueden verse de nuevo tras haber acabado su paso por la televisión tradicional.
(Gráfico: Statista)
Por contra, hay series originales de la compañía tan populares como 'House of Cards' y 'Orange is the new black' que no pueden verse en su totalidad, pues al tener Movistar sus derechos de emisión en España las últimas temporadas llegan con un notable retraso a Netflix.
Un hándicap que sumar a las constantes variaciones que sufre el catálogo, tanto para bien como para mal. A la vez que ofrece nuevas series, películas y documentales hay otras que desaparecen. Sin ir más lejos, en las últimas semanas han dicho adiós hasta 19 títulos solo de ficción, entre los que destacan 'The Walking Dead' y 'The Big Bang Theory'. No es oro, por tanto, todo lo que reluce.
Producción propia a paso lento pero seguro
Los estrenos de Netflix en Estados Unidos se cuentan por semanas, pero el ritmo de producción fuera de sus fronteras es más lento. En España también, como dejaron claro desde el principio. “Queremos apostar por nuestras ofertas, por lo que por el momento no habrá tanto esfuerzo en contenidos externos o locales de España” declaraba a Vertele en junio de 2015 Cecile Fouques, Senior Manager Europe Media Relation de Netflix. Aun así, la directiva no cerraba entonces la puerta a la producción propia: “Si hay una idea buena, si alguien viene y nos propone una gran historia, un proyecto que nos cuadra y nos guste, por supuesto, la respuesta es sí”.
Dos años después de estas palabras son tres los proyectos de producción propia que Netflix ha llevado a cabo, con otros dos más en camino. El primero de los ya estrenados, justo un año después del aterrizaje de Netflix en España, fue la película original de la plataforma '7 años'. El filme dirigido por Roger Gual ('Smoking Room'), que contó con rostros tan destacados como los de Paco León y Juana Acosta, inició un camino que fue continuado por la que es, hasta la fecha, la gran producción de Netflix España: 'Las chicas del cable'.
Con el objetivo de repetir el éxito de 'Velvet' en Netflix Latinoamérica, la compañía decidió confiar en sus creadores, la productora Bambú, para dar forma a un producto de similares características. El resultado fue la serie hoy protagonizada por Blanca Suárez, Maggie Civantos, Ana Fernández y Nadia de Santiago, renovada ya por una tercera temporada cuando la segunda aún no se ha estrenado (lo hará en diciembre). Una confianza que, a falta de datos de audiencia (Netflix nunca hace públicos estos datos), demuestra el éxito de este drama de época.
Será en 2018 cuando llegue la tercera temporada de 'Las chicas del cable' y también la segunda de 'Paquita Salas'. La aclamada comedia creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi ('La llamada') ha sido recientemente adquirida a Flooxer, la plataforma online de Atresmedia, donde se emitió su primera entrega con éxito de crítica y público. Tras la emisión de los nuevos capítulos llegará 'Élite', una ficción adolescente que verá la luz en 2019.
Con respecto al cine, a '7 años' le ha seguido la recién estrenada 'Fe de etarras'. Si la primera contó con Paco León y Juana Acosta como nombres más destacados, la segunda no se ha quedado atrás con Javier Cámara, Julián López, Gorka Otxoa y Miren Ibarguren. Los cuatro trabajando bajo la dirección de Borja Cobeaga y el guion de éste y Diego San José ('Ocho apellidos vascos').
Comprar y cofinanciar series: del impulso a la segunda vida
La estrategia de Netflix no se centra solo en producir series y películas, sino también en entrar a participar en productos ya existentes. El caso de 'Paquita Salas' es solo un ejemplo. Una base de fans consolidada y unos creadores de máxima actualidad, unido a una primera temporada que ya había completado su recorrido, hicieron de la comedia una oportunidad propicia para el gigante norteamericano, que se lanzó a comprarla con el compromiso de hacer una segunda entrega.
Un ejemplo parecido es el de 'El Ministerio del Tiempo'. Tras el final de la segunda temporada el futuro de la serie no estaba nada claro. Tan pronto podía ser cancelada como renovada. Por un lado, los datos de audiencia invitaban a la reflexión por parte de TVE y no a una renovación automática. Por el otro, el productor de la serie, Javier Olivares, reclamaba un aumento de presupuesto que permitiera a la ficción dar el salto de calidad que requerían sus historias.
Después de meses de rumores e incertidumbre, Netflix entró en escena y adquirió los derechos de emisión de la serie en el resto del mundo, con la consiguiente inyección de dinero que los responsables de la producción pedían para continuar.
Diferente ha sido el modo de proceder con 'La catedral del mar'. La plataforma decidió comprar sus derechos internacionales cuando aún quedaba un mes para que la adaptación de la novela de Ildefonso Falcones, que Antena 3 estrenará a lo largo de la temporada, comenzara su rodaje.
“Conocíamos la novela y sabíamos que en España iba a tener una repercusión importante. También sabemos que la ficción española tiene una gran audiencia en América Latina. Velvet, Gran Hotel, El barco... han estado en la programación de Netflix en América Latina desde principios de 2014 con muy buenos resultados, y tenemos esa ventaja” explicó Juan Mayne, director de Adquisición de Contenido de Netflix, durante la presentación de la serie en el pasado Conecta Ficción.
La decisión de participar en la serie, que Mayne considera “muy poco complicada”, se materializó con la financiación del 20% del presupuesto de la misma, tal y como ha cifrado públicamente Sonia Martínez, directora de Ficción de Atresmedia.
Campañas promocionales: del humor a la controversia
“Que hablen de mí, aunque sea mal”. Así podría resumirse, a grandes rasgos, la forma de ver la publicidad por parte de Netflix. Pocas compañías han generado tanta polémica en tan poco tiempo con sus anuncios en España. El primero y más recordado, el enorme cartel de Narcos que presidió la madrileña Puerta del Sol durante las pasadas navidades. “Oh, blanca Navidad” se podía leer en él junto al rostro del personaje de Pablo Escobar.
Un juego de palabras con el color de la cocaína que dividió a todos aquellos que lo vieron. Para algunos se trataba de una campaña original, y para otros una ofensa en toda regla. El Gobierno colombiano, así como el PP madrileño, pidieron su inmediata retirada. La alcadesa Carmena, sin embargo, desoyó sus quejas al considerar que el cartel no incumplía ninguna normativa.
Más reciente es el cartel, este situado en San Sebastián, de la película 'Fe de etarras'. El mismo incluía la frase “Yo soy español” con la palabra “español” tachada. Un mensaje que llegó a la Audiencia Nacional previa denuncia de la Unión de Guardias Civiles contra Netflix. La Fiscalía archivó diligencias al dictaminar que el cartel no constituía un delito de enaltecimiento del terrorismo. No obstante, afirmó que podía ser “frívolo, banal o de mal gusto”.
Estas controversias tienden a tapar las promociones en tomo humorístico que la compañía destila. Esta parodia de 'Las chicas de cable' emitida en la previa de Eurovisión, con exrepresentantes españolas en el festival como Rosa López, Edurne, Ruth Lorenzo, Soraya Arnelas y Massiel, demostraba que cualquier evento, sobre todo uno tan seguido como Eurovisión, es una buena oportunidad para promocionarse.
Menos piratería y precursora de las plataformas en España
De forma indirecta, Netflix ha tenido influencia en otros dos aspectos dentro del mercado audiovisual español. El primero sería la reducción de la piratería. Según la Coalición de Creadores e industrias de Contenidos, el consumo de contenidos al margen de las plataformas de pago cayó un 4.2% en 2016, lo que supone el primer descenso en la última década. Casualidad o no, lo cierto es que esta bajada se ha producido dentro del primer aniversario de Netflix en España. Y aunque es complicado determinar qué papel ha jugado la plataforma, no parece casualidad que el descenso haya tenido lugar coincidiendo con su llegada.
Al igual que HBO y Amazon, Netflix ha demostrado que el usuario español está dispuesto a pagar por los contenidos siempre y cuando el precio de los mismos sea competitivo. Sin embargo, no podemos lanzar las campanas al vuelo y hablar de un cambio de paradigma ni aventurar el final de la piratería. Ninguna de estas plataformas tiene ni tendrá un catálogo infinito, lo que inevitablemente obliga a los usuarios a buscar determinados contenidos fuera de las mismas.
Y para dar con esos contenidos las webs de descargas seguirán siendo una opción muy recurrente. En el caso de Netflix resulta especialmente significativa su tardía llegada a España, que se produjo con un retraso de entre uno y tres años en comparación a la mayoría de países europeos. Esto provocó lo que apuntábamos anteriormente, que las temporadas de dos de sus series estrella, 'House of Cards' y 'Orange is the new black', no estén disponibles al completo en la plataforma y, por tanto, el cliente no pueda disfrutar de ellas hasta pasado un notable periodo de tiempo. El usuario, ante esta situación, no tiene más opciones que armarse de paciencia o recurrir a otras opciones ajenas a Netflix.
El segundo aspecto en el que ha influido Netflix es la proliferación de plataformas de vídeo bajo demanda, descubriendo un nicho hasta entonces inexistente. HBO, Amazon y Sky ya ha seguido sus pasos, mientras que AMC trabaja en ello desde hace meses. Todas quieren su parte de pastel dentro de un país, el nuestro, ávido de este tipo de ofertas. Sin embargo, cabe preguntarse lo siguiente: ¿habrá hueco para todas?