A Eric Newman le está costando 'desengancharse' de las series sobre narcotráfico. El showrunner de Narcos: México acaba de recibir otro encargo de Netflix para que pilote Painkiller, la serie que está preparando sobra otra droga aún más peligrosa y que ha provocado uno de los mayores problemas de salud pública en Estados Unidos: la crisis de los opiáceos creada y alimentada por la industria farmacéutica.
“Eric Newman ha elaborado una crónica magistral del tráfico de dogas durante años”, ha destacado en primer lugar Cindy Holland, vicepresidenta de contenido de Netflix, para subrayar la valía de Newman al frente de este proyecto, que está en fase de preproducción y, por lo tanto, no se sabe aún quienes se incorporarán al elenco actoral.
Por su parte, el productor ejecutivo de Narcos: México ha destacado la importancia de hacer una serie sobre esta cuestión: “A diferencia de otras epidemias relacionadas con las drogas, nacidas de forma clandestina y distribuidas de forma encubierta, esta epidemia comenzó con receta médica, administrada por doctores, aprobada por los reguladores gobernamentales y promovida por un gigante farmacéutico de propiedad familiar que ganó miles de millones mientras traicionaba la confianza de los pacientes y el público”.
Peter Berg dirigirá los ocho capítulos de la primera temporada, cuya trama será desarrollada por los escritores Micah Fitzerman-Blue y Noah Harpster, que contarán con el asesoramiento de Patrick Radden Keefe y Barry Meier, autores de dos reportajes periodísticos que pusieron el acento sobre esta crisis que ha dejado miles de muertos.