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'Esta noche gano yo' se estrenó con una de cal y otra de arena por la actitud de sus concursantes

Telecinco estrenó este martes Esta noche gano yo, su nuevo concurso liderado por Carolina Cerezuela y Christian Gálvez. Ambos fueron los protagonistas del arranque del programa en el que, además de presentar, ejercen de capitanes de los dos equipos de famosos que compiten. De ahí a que se enfrentaran a la prueba 'Dos colgados', en la que fueron elevados seis metros de altura agarrados a una barra de metal.

Sus grupos, denominados Rubí (La Terremoto de Alcorcón, Belinda Washington, Carlo Constanzia, Jorge González y Patricia Montero) y Turquesa (Michelle Calvó, Edu Soto, Rocío Madrid, Ricky Merino y Miriam Díaz Aroca), les animaron desde sus respectivas gradas. Tras aguantar algo más de un minuto en el aire, el también escritor se alzó como ganador.

“Gracias por jugar tan bonito”

Entre los retos a los que posteriormente se enfrentaron los participantes VIP estuvo 'Abrásame mucho', en el que Belinda Washington y Miriam Díaz Aroca se batieron en duelo. En él, debían resistir en una plataforma mientras unas llamas de tamaño considerable se les iban acercando poco a poco. En el momento en el que el calor se volviera insoportable debían de gritar “¡Basta!”, de tal forma que la que más durase frente al fuego se proclamaría ganadora.

Al concluir, la segunda rompió a llorar, momento que Gálvez aprovechó para dedicar unas emotivas palabras a ambos grupos. “Cuando dos presentadores arrancan una nueva aventura saben que tarde o temprano van a vivir la fraternidad, la generosidad, la sincronía, la simbiosis entre los concursantes, pero yo no me esperaba que esto iba a ocurrir tan pronto entre los equipos. Ha sido espectacular, gracias por jugar tan bonito y tan bien”, agradeció.

“¡Todos manejáis la misma información!”

No obstante, más adelante, tras proclamar a la formación Turquesa como ganadora de la entrega, Cerezuela tuvo que llegar a intervenir tras las quejas del equipo Rubí. Ambos se habían jugado el resultado final en la prueba grupal, llamada 'La ciénaga misteriosa'. Sus vencedores sumaron tras ella 5.000 euros a su bote, mientras que sus contrincantes lo perdieron todo.

En el reto consistió en atravesar un circuito de obstáculos en el que los concursantes tenían que cruzar cuatro zonas llena de trampas y plataformas inestables sin caer en ellas. Aquel que lograra llevar a más participantes a la rampa decisiva, vencería.

El equipo Rubí descuidó el factor tiempo y solamente consiguió transportar a Carlo y a Jorge. El Turquesa, por parte, se desenvolvió mejor. Soto cayó en las lianas peligrosas pero volvió al juego gracias a la recompensa que Gálvez adquirió en la primera prueba, concediéndole una vida extra. Ricky también se desmoronó, pero él sí que tuvo que abandonar el circuito. Los cuatro concursantes restantes logaron subir la rampa antes de que acabasen los siete minutos.

La formación rival se enfadó por lo sucedido, al haber salido perdiendo por la mecánica del formato, que obliga a los participantes a que, pase lo que pase en las pruebas previas, la última pueda cambiarlo todo. “Nos tiramos todo el programa dejándonos la piel como todos, conseguimos esa diferencia y que todos nos lo juguemos en la final me parece injusto”, protestó Belinda Washington. “Sabíamos que algo se puede mover, pero no que se podía caer una liana”, reivindicó Jorge González.

Soto, desde la grada rival, respondió tajante: “¿De verdad os creéis que nos han chivado cosas?”. Cerezuela decidió frenar entonces las quejas del equipo Rubí y aclaró las normas. “Los dos manejáis, sabéis y tenéis la misma información. Cada uno hace con ella lo que puede y lo que sabe. En eso se basa el juego”, sentenció. “Ya sabíamos que os jugabais todo en la final y que en ambos casos había lianas que se caían”, sumó Gálvez en la misma línea.