Hace menos de un mes, Netflix anunció que Orange is the new black acabará en 2019 con su séptima temporada. Sin embargo, sus productores están negociando su continuación, según afirmó su productora ejecutiva Taa Hermann, en una entrevista en The Hollywood Reporter.
La productora Lionsgate está estudiando diferentes alternativas de spin offs. Entre ellas, una producción de Broadway o series sobre las parejas formadas por Larry Boom (Jason Biggs) y Polly Harper (Maria Dizzia), o la de Cal y Carol Chapman (Deborah Rush). Aun no se sabe qué forma terminará teniendo la expansión de la producción creada por Jenji Kohan.
“Estamos muy orgullosos de la larga trayectoria que Orange is the new black ha tenido”, afirmó Hermann presumiendo de que “se mantiene como uno de las producciones de Netflix más vistas”. Y aclaró que “estamos en negociaciones para que cuando llegue el momento, hablemos largo y tendido con Jenji sobre la posibilidad de la secuela”.
La serie carcelaria cerrará sus tramas en 2019
Fue precisamente su creador Jenji Kohan quien anunció que “después de siete temporadas es hora de salir de la cárcel”. Así lo recogió Variety: “Echaré de menos a todas las chicas fuertes de Litchfield y al increíble equipo con el que hemos trabajado. Mi conexión es naranja pero se desvanece a negro”
El punto y final de las tramas anunciado para el próximo año cumplía con lo pactado por Netflix y la productora Lionsgate. Antes del estreno de la cuarta temporada (2016) firmaron la renovación por tres tandas más.
Orange is the new black se despedirá sumando cuatro premios Emmy y seis nominaciones a los Globos de Oro. Un balance más que positivo para una ficción que ya atisba en el horizonte el final de su aventura.