Premios Oscars 2018: Los momentazos de una nueva gala reivindicativa
La gala de los Premios Oscar 2018, celebrada esta madrugada en el Teatro Dolby de Los Ángeles y que ha acabado coronando a “La forma del agua” de Guillermo del Toro, ha sido como se esperaba el epicentro reivindicativo del movimiento #MeToo.
Con una marcado toque feminista tras los escándalos por abusos y acosos sexuales en Hollywood, ha sido el propio Jimmy Kimmel el que ha comenzado, sin hacer ninguna broma como había anunciado, a abogar por “trabajar juntos para acabar con el acoso sexual en el trabajo”.
El presentador ha exigido más presencia para las mujeres en la industria (“solo el 11% de las películas están dirigidas para mujeres”) y ha reconocido el trabajo de Greta Gerwig, primera mujer nominada a mejor dirección en ocho años. También ha criticado a Harvey Weinstein y ha asegurado que películas como Call me by your name no se hacen “por dinero”, sino para “molestar a Mike Pence”, el vicepresidente de EEUU al que persiguen numerosas declaraciones homófobas.
Frances McDormand puso en pie a todas las mujeres
La ganadora al Oscar a Mejor actriz protagonista, Frances McDormand, ha acabado siendo la más aplaudida de la gala por introducir el nuevo término “inclusion rider”, que ella había conocido pocos días antes y que aboga por la igualdad y la diversidad en el sector audiovisual.
Su explicación es sencilla: es una cláusula que obligaría a la diversidad racial y la igualdad de género en el sector audiovisual: “El inclusion rider es que puedes pedir o exigir al menos el 50% de diversidad no solo en el cásting, sino en el equipo”, ha explicado la actriz estadounidense, que ha asegurado que “quiero eso tras 35 años en el negocio del cine”.
Además, protagonizó e impulsó el momento más significativo de la noche pidiendo a todas las mujeres presentes en el teatro que se pusieran de pie para mostrar su presencia, solicitando además a Meryl Streep que fuese la primera porque “si tú lo haces, lo harán todas los demás”.
Las heridas de Harvey Weinstein, curadas sobre el escenario
Sin querer convertirle en el gran protagonista de la gala, Harvey Weinstein sí que recibió varias críticas y contraataques tras desvelarse su vida dedicada a abusar y a acosar de mujeres del mundo del cine.
En ese sentido, el momento más importante fue la presencia sobre el escenario de Ashley Judd, Salma Hayek y Annabella Sciorra, tres actrices que reconocieron haber sufrido los abusos del exproductor, y que pronunciaron un alegato por el empoderamiento de las mujeres.
El “no” a los tacones de Tiffany Haddish y Maya Rudolph
Las reivindicaciones fueron desde aspectos tan importantes como los introducidos por Jimmy Kimmel y Frances McDormand, a otros más formales como la vestimenta de las mujeres. Especialmente los tacones.
Curiosamente unos pocos días después de que la ganadora de OT, Amaia, hiciese un alegato contra los tacones, dos de las presentadoras de la gala de los Oscar como Tiffany Haddish y Maya Rudolph repitieron sobre el escenario una queja similar.
Las dos actrices aparecieron en escena con los tacones en la mano y con unas zapatillas de andar por casa puestas en los pies, y explicaron: “Estamos muy felices de estar aquí, pero nos duelen los pies”.
En su breve discurso, también dedicaron una reivindicación racial: “Sabemos que cuando hemos salido juntas, algunos habéis pensado: '¿no están siendo los Oscar demasiado negros'? Sólo os queremos decir que no os preocupéis: va a venir mucha gente blanca”.
Jodie Foster, en muletas junto a Jennifer Lawrence
Jodie Foster era una de las encargadas de entregar un premio, y cumplió con su labor incluso teniendo que salir en muletas. Junto a Jennifer Lawrence, y con unos colores que hacían juego con el traje de chaqueta que vestía, la actriz ha salido igualmente al escenario.
Bromas tras el error con el Oscar a Mejor película
El premio más esperado de la gala, el de Mejor película que como siempre cierra la ceremonia, estuvo el año pasado marcado por el inolvidable error al que pusieron rostro (sin ser del todo su culpa) los actores Faye Dunaway y Warren Beatty.
Un año después, ambos volvían a repetir exactamente la misma labor, y ellos mismos en su discurso comenzaron bromeando sobre lo que había ocurrido en 2017. La broma la siguió Guillermo del Toro, que tras subir al escenario para recoger el premio a La forma del agua pidió hasta en dos ocasiones que se comprobase que efectivamente eran los ganadores.
Ya antes, durante la gala, cuando Mark Hammil subió a entregar otro de los premios junto a Oscar Isaac y Kelly Marie Tran, el actor bromeó en el momento de abrir el sobre, diciendo por lo bajini y repitiendo un par de veces: “No digas La La Land, no digas La La Land...”.
Una moto de agua para el discurso más corto
Jimmy Kimmel anunció que el discurso más corto de la gala iba a tener premio, una flamante moto de agua que introdujeron sobre el escenario, valorada en 18.000 dólares (unos 14.600 euros).
El “ganador” final fue Mark Bridges, diseñador de vestuario de El Hilo Invisible, que pareció gustarle la idea y apenas ocupó tiempo de micrófono al recoger su galardón.
El mismo vestido para los Oscar, 56 años después
En 1962, la actriz Rita Moreno ganó el Oscar a Mejor actriz de reparto por su papel en la mítica West Side Story, y subió a recoger su premio con el mismo vestido que lució este 2018 para entregar uno de los galardones.
56 años después de ser ella la que subía al escenario con el modelo, la intérprete volvió a hacerlo en esta ocasión para recibir un pequeño homenaje y ser ella la que lo entregaba.
