Sálvame

Paz Padilla reconoce que lo pasó “muy mal” en 'Sálvame' y pide perdón a quien hiciera “daño”

Paz Padilla estará siempre vinculada a Sálvame y no hay entrevista en la que no se le pregunte por el programa para el que trabajó durante 13 años. Su despido de Mediaset fue polémico, acabaron readmitiéndola porque así lo dictó un juzgado, y la gaditana regresó a Telecinco. Pero ya no volvería a pisar el plató del histórico magacín. Ni ganas que tenía de hacerlo, asegura.

“Me di cuenta de que ya sobraba, y qué bien porque ya no tengo que estar ahí. (...) Ya no necesito ni dinero ni nada. Si algo he aprendido es que se necesita muy poco para ser feliz”, ha contado en el podcast Lo que tú digas. “Durante mucho tiempo estuve muy incómoda”.

La humorista, que muy pronto estrenará en Cuatro el docureality Te falta un viaje, conoce bien las entrañas del negocio de la crónica social y de la televisión en general. “Somos números y yo entendía que era un objeto. Tengo muy claro que soy un personaje y mi manager es un vendedor de personajes”, admite al tiempo que destaca la necesidad de “diferenciarse del producto para no volverse loca”. En cambio, señala, “hay mucha gente a la que le ha comido personaje”.

La presentadora asegura que lo pasó “muy mal” con algunas noticias que se dieron en Sálvame, especialmente con las referidas a las muertes de Chiquito de la Calzada y Jesús Quintero: “Hay cosas que te duelen en el alma. Yo optaba por el silencio, pero fue muy duro”.

Además, cree que los medios de comunicación ya no respetan la vida de los famosos que no quieren exponer su privacidad. “Ya no se diferencia. Si vendes, vendes. Si subes la audiencia, van a por ti. Esto es un negocio”.

Por eso, dice, prefirió ser cautelosa al contar que su marido tenía cáncer: “No es bonito ir a un trabajo y no poder contar a tus compañeros que tu marido se está muriendo”.

La andaluza recuerda que pidió a sus jefes –a los que no cita por su nombre– que rebajaran la tensión de Sálvame. “Por favor, ¿No te da pena verla llorar?”, rogó a uno de ellos. “¡Anda ya!”, le contestaron. “Era un programa donde lo normal era que se gritara. Ahora no me gustaría tener un programa así”, declara.

¿Por qué aguantó tanto tiempo en un trabajo en el que parece que no encajaba? “Yo intentaba estar ahí mostrando mi humor, que es mi forma de vida. Durante mucho tiempo pensé que tenía que estar, y luego me di cuenta de que sobraba”, argumenta.

De su paso por Sálvame aprendió muchas cosas, sobre todo aquellas que ya no quiere en su vida. Y aprovecha para disculparse con quienes se vieron afectados por aquella maquinaria en la que ella tenía un papel destacado: “Pido perdón si alguna vez hice daño, que creo que sí, evidentemente, porque estaba ahí. Intenté hacerlo lo mejor posible y poner amor a todo lo que hacía”.