Surrealista momento en Cuatro

La policía interviene en ayuda del Dioni en su accidentada 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition'

Redacción

Un policía se convirtió en el comensal inesperado de la tercera entrega de la presente Gourmet Edition de Ven a cenar conmigo. Un agente, que eso sí, estaba fuera de servicio y era amigo de Dioni, el anfitrión de la noche. Fue este quien le requirió de ayuda después de quedarse esposado por accidente.

El célebre exguardia de seguridad, que robó un furgón blindado con 298 millones de pesetas en 1989, fanfarroneó con sus compañeros del delito cometido y les enseñó un souvenir muy particular de esa etapa de si vida: las esposas que le debían colocar estando detenido. Según su relato, el guardia civil que debía escoltarlo hasta la Audiencia Provincial le dio la posibilidad de no llevarle esposado si se portaba bien, cosa que hizo. “26 años después, ese guardia civil jubilado vino buscándome para darme las esposas que no me quiso poner”.

“Si no lo vivo, diría que lo de las esposas estaba preparado”

A petición de Carmen Borrego, Dioni mostró cómo se encajaban los grilletes. Y, aunque tenía la llave a mano, luego vio que no encajaba y, por tanto, no podía quitárselas. Además, los intentos por quitárselas de los demás solo consiguieron que la argolla se apretase más: “Se te está poniendo la mano morada”, decía Bibiana Fernández.

“Si yo veo el programa y no lo vivo, diría que lo de las esposas estaba preparado”, reconocía Víctor Sandoval.

Dioni acabó llamando a un amigo policía para tratar de sacarle del apuro. Con la cara tapada (lejos de pixelársela, colocaron una sirena policial en su lugar), el tipo reaccionó entre risas: “Te metes en unos líos...”. Tras comprobar que había metido una llave errónea y tratar de quitárselas con una horquilla, el agente le recomendó que llamara a un cerrajero para resolver el problema.

Así las cosas, tuvo que servir sus dos primeros platos esposado, hasta que un cerrajero acudió en ayuda del famoso y le liberó, radial mediante, de las esposas. Agradecidos, le invitaron a degustar el menú preparado para el programa, pero el trabajador declinó la invitación: “¡Como habrá visto la comida el cerrajero que no ha querido ni comer!”, bromeó Sandoval.