La productora de 'Gran Hermano' aclara en un comunicado su implicación en el juicio por el caso Carlota Prado
Ante el arranque, este martes 8 de febrero, del juicio contra José María López por un presunto abuso sexual a Carlota Prado durante la edición de GH Revolution emitida en 2017 en Telecinco, la productora Zeppelin ha lanzado un comunicado para aclarar su implicación en dicho proceso.
En el escrito, enviado esta misma mañana a los medios de comunicación, la empresa responsable del reality afirma que “algunos empleados y ex-empleados” han sido citados como testigos en el juicio oral y que “responderán a preguntas que les hagan sobre lo que vieron o escucharon la noche de los hechos”.
Asimismo, la productora puntualiza que su nombre figura como “responsable civil subsidiaria en la causa” para garantizar que la víctima recibe la posible indemnización en caso de que el acusado, el exconcursante denunciado, se declare insolvente. De hecho, desde Zeppelin comunican que ya han depositado el importe de la posible indemnización para “facilitar el proceso”.
Recordemos que el fiscal solicita una condena de dos años y seis meses de prisión para el acusado, al que le reclama una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima, idéntica cantidad que a la productora del programa, Zeppelin, por los daños ocasionados por mostrar a la concursante el vídeo de lo ocurrido en el confesionario de la casa, que se hizo público en 2019. Son cifras diferentes a las que pide la defensa de la joven, que solicita una pena de siete años, e indemnizaciones de 100.000 euros por daños morales tanto al acusado como a la productora.
Sobre ello, Zeppelin puntualiza que “con total independencia de la causa penal por abuso sexual, se ha producido una anomalía procesal por la que se ha mezclado en este mismo proceso una petición de responsabilidad civil (multa) a Zeppelin por daños morales. Existe un representante legal de la productora en el juicio dando respuesta a esta petición, aunque cualquier reclamación económica que no se deriva bajo ningún concepto de un hecho delictivo debe ser reclamada por la vía civil”.
En el mismo comunicado, la productora transmite “que su trabajo y política de tolerancia cero ante cualquier tipo de abuso de índole sexual seguirá siendo firme y claro sea cual sea la decisión judicial” con iniciativas que se sumarán a la creación en 2020 de un protocolo específico de prevención y actuación ante este tipo de situaciones.
Además, expresan que “la relación de Carlota con Zeppelin fue siempre, mientras duró el concurso, de cercanía y confianza mutua” y que los responsables de GH Revolution “actuaron, en todo momento, con la más firme voluntad de protegerla”. Tiempo después de salir de la casa, la misma Carlota aseguró que desde la productora le ofrecieron “25.000 euros y desarrollo profesional” que en Zeppelin justificaron como “facilidades y apoyo económico en el proceso legal”.
COMUNICADO COMPLETO DE ZEPPELIN
Sobre el juicio oral que se celebra estos días contra un ex concursante de Gran Hermano por un presunto abuso sexual durante la edición emitida en 2017, la productora del programa desea comunicar lo siguiente:
- Algunos empleados y ex-empleados de Zeppelin son testigos en el juicio oral contra un ex concursante de Gran Hermano acusado de presunto abuso sexual por unos hechos acontecidos en dicho programa en noviembre de 2017. Responderán a preguntas que les hagan sobre lo que vieron o escucharon la noche de los hechos.
- La posible indemnización derivada de una potencial condena al acusado deberá ser, como en cualquier proceso de esta naturaleza, provista por la persona condenada, en este caso, José María. En caso de que este no pudiera hacer frente a la responsabilidad económica, será Zeppelin quien garantice que la víctima recibe su indemnización en caso de insolvencia. Esta es la razón por la que Zeppelin figura como responsable civil subsidiaria en la causa y ya ha depositado el importe de la cuantía que se le podría pedir al potencial condenado, de cara a facilitar el proceso.
- La relación de Carlota con Zeppelin fue siempre, mientras duró el concurso, de cercanía y confianza mutua. La productora y sus empleados actuaron, en todo momento, con la más firme voluntad de protegerla. Esto fue materializado por ella misma a través de repetidas muestras de agradecimiento al equipo desde que ocurrieron los hechos hasta su salida definitiva como concursante de aquella edición.
- Sea cual sea la decisión judicial, Zeppelin desea transmitir que su trabajo y política de tolerancia cero ante cualquier tipo de abuso de índole sexual seguirá siendo firme y claro. El avance de la productora por la creación de espacios seguros para las víctimas de violencia sexual se mantendrá más allá de este juicio, iniciativas que se sumarán a la creación, en 2020, de un protocolo específico de prevención y actuación ante situaciones de abuso sexual en entornos de alta visibilidad, entre otras medidas.
- Por último, y con total independencia de la causa penal por abuso sexual, se ha producido una anomalía procesal por la que se ha mezclado en este mismo proceso una petición de responsabilidad civil (multa) a Zeppelin por daños morales. Existe un representante legal de la productora en el juicio dando respuesta a esta petición, aunque cualquier reclamación económica que no se deriva bajo ningún concepto de un hecho delictivo debe ser reclamada por la vía civil.
La cronología de los hechos
La Fiscalía recuerda que el objeto del programa es la retransmisión durante 24 horas de la convivencia de los participantes conforme al reglamento de convivencia del programa, “del que se deduce una relación de trabajo de los concursantes con la productora”.
Como recogimos en esta cronología, los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2017, cuando se organizó una fiesta en el interior de la casa “en la que por el programa suministró a los concursantes bebidas alcohólicas”. En esa misma vivienda se encontraba la también concursante Prado, con quien el acusado había comenzado una relación sentimental poco antes, durante la convivencia. La joven, que durante el transcurso de la fiesta había ingerido “escasos” alimentos, bebió “al menos ”cuatro chupitos de tequila, “por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche”.
Así, sobre las una y media de la madruga del día siguiente y, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, López, “que ya se había desprendido de sus pantalones”, ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la “totalidad” de su vestimenta.
Acto seguido el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio “en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado”.
El acusado, “guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'”. A continuación, López apretó su cuerpo contra el de la joven “en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara”.
Al mismo tiempo José María López pidió “en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil”. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella “sólo” acertó a responder que se quitara, “momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado”.
La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que José María López, tras cubrir a ambos con un edredón “continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia”.
Las imágenes de los hechos fueron luego exhibidas a la víctima a la mañana siguiente, en el confesionario de la casa. Una situación que le provocó, recuerda el texto judicial, “un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella”.
El juicio, cuatro años después de los hechos
La vista oral se produce cuatro años después de que se produjeran los hechos a juzgar. El caso cayó al olvido hasta el último cuatrimestre de 2019, cuando Carlota se pronunció por primera vez y, a raíz de ello, más de 40 anunciantes retiraron su publicidad de GH VIP por la presión popular.
Desde entonces, y pese al anuncio de la recuperación de la marca a mediados de año, Gran Hermano ha desaparecido de la programación, habiéndose sustituido por nuevos reality shows como el actual Secret Story. Antes, se probó con otros formatos como El tiempo del descuento y La casa fuerte.