Radiografía de RTVE, su 'nuevo' Consejo ingobernable y la politización del fichaje de Broncano

Marcos Méndez

4 de abril de 2024 20:45 h

Tras el terremoto que se desató la semana pasada en RTVE, que acabó con los ceses del director de Contenidos José Pablo López, de la presidenta interina Elena Sánchez, la dimisión del secretario general Alfonso Morales, y el nombramiento de Concepción Cascajosa como nueva presidenta interina de la corporación; este jueves 4 de abril se celebraba el primer Consejo de administración con el fichaje de David Broncano como punto más mediático del día.

En verTele ya detallamos la intrahistoria de ese fichaje, que tuvo su primer capítulo cuando Elena Sánchez lo presentó ella misma al Consejo, pero al abstenerse luego por sorpresa paralizó el acuerdo, lo que desató definitivamente el enfrentamiento con la Alta Dirección (que le dio plantón), y después en el Consejo. La entonces presidenta interina decidió realizar personalmente la negociación, pero sin consultar con la Alta Dirección ni el Consejo de RTVE los términos. Ya entonces, valorábamos: “Lo lógico es pensar que se votará por dos temporadas, y se cerrará el acuerdo. Pero en el actual Consejo de RTVE, no se sabe”. En lugar de eso, la guerra interna explotó produciéndose el carrusel de ceses y volviendo a posponerse la votación para fichar a Broncano.

En sus primeros días como presidenta interina, Concepción Cascajosa ha iniciado la ardua labor de intentar apaciguar ese clima interno. Lo demostró con la carta a los profesionales de RTVE que recogimos en verTele, y sobre todo convocando este mismo jueves una reunión previa a la sesión del Consejo para “conciliar” entre la Alta dirección y el Consejo de administración, como ha desvelado El Huffington Post. Esa reunión se produjo a primera hora de la mañana de este jueves, antes de que el Consejo de administración iniciase su sesión programada para las 10:00 horas.

Tanto a la una como a la otra, Elena Sánchez no ha acudido alegando motivos médicos. La expresidenta interina finalmente, que fue nombrada consejera a propuesta del PSOE, ha decidido mantener su puesto como consejera y no dimitir, pero no ha acudido a un día clave en el que iban a votarse los fichajes de Broncano con La Resistencia, de Arturo Valls con That's my jam, y la renovación de El Cazador, entre otros asuntos.

Cabía la posibilidad de que Sánchez delegase su voto en José Manuel Martín Medem, el consejero propuesto por Unidas Podemos procedente del PCE, con el que se ha aliado los últimos meses y que fue el único que votó “no” a su cese como presidenta interina. Pero Elena Sánchez no ha delegado su voto, por lo que las votaciones se han decidido entre los ocho consejeros presentes, lo que permitía activar un mecanismo clave del reglamento del Consejo de RTVE que los consejeros han sabido “rebuscar”.

David Broncano no ficha por la estrategia de los consejeros

El reglamento del Consejo de RTVE está preparado y pensado para tener 10 consejeros. Establece que las votaciones se aprueban por mayoría absoluta (serían seis votos sobre diez) y que en caso de empate 5-5, decide el voto de calidad de la presidencia. Pero desde la dimisión de Pérez Tornero, el Consejo está formado por nueve miembros.

Este jueves, el Consejo ha perdido otro miembro por la ausencia de Elena Sánchez. Y siendo ocho, la mayoría absoluta para aprobar una votación sería de 5 votos, y el empate para que decidiese el voto de calidad de la presidenta interina sería de 4-4. ¿Qué ha ocurrido? Que además de la ausencia de Sánchez para propiciar esa situación, Medem ha cambiado su intención de voto del “no” junto a los consejeros del PP, a la abstención. ¿Por qué? Para que no se diesen ninguno de los dos escenarios en los que se pudiese aprobar el acuerdo:

  • El fichaje de Broncano iba a contar así con 4 votos a favor (dos de consejeros del PSOE, uno de Lakidain por Unidas Podemos y uno de Baños por el PNV), por lo que no alcanzaba la mayoría absoluta necesaria de cinco votos.
  • Pero es que además no tendría 4 votos en contra generando un empate, sino que la ausencia de Sánchez y el cambio de Medem hacía que tuviese los esperados tres votos en contra de los tres consejeros del PP, y una abstención (la de Medem por Unidas Podemos). Así que tampoco se producía un empate, imposibilitando el voto de calidad de la presidenta.
  • Aunque los responsables que han quedado al cargo de presentar el proyecto han estado presentes en el Consejo, al ver que no iba a contar con los apoyos suficientes la presidencia ha preferido retirar el expediente del orden del día sin llegar siquiera a ser votado. El Consejo se ha suspendido alegando “inseguridad jurídica” al no saber cómo proceder, y se esperará a informes de la SEPI y la Abogacía del Estado que diriman. Se da así tiempo para ver si puede salir adelante con esos apoyos o si se pueden recabar más votos necesarios para que sea aprobado, como ya sucedió el martes 12 de marzo cuando la votación se pospuso por primera vez al ser para tres temporadas.

Fuentes de toda solvencia aseguran a verTele que Elena Sánchez se había comprometido a votar a favor el acuerdo con Broncano al reducirse a dos temporadas, como negoció ella misma con el cómico y presentador. Pero su ausencia y que no haya delegado su voto favorable se ha sumado al cambio de voto de Medem para producir que el expediente de Broncano haya sido retirado.

Eso quiere decir que el Consejo de Administración de RTVE no ha aprobado el fichaje y ha vuelto a posponerlo, tras el retraso inicial del 12 de marzo, y no llegar a abordarse el 26 de marzo cuando todo explotó y se produjeron los ceses. El acuerdo podrá volver al Consejo, seguramente tras un tiempo en el que la SEPI y la Abogacía del Estado aclaren el marco legal, y se garantice que cuenta con los apoyos necesarios para salir adelante.

La politización del fichaje de Broncano y sus términos económicos

En los últimos días, y especialmente en las últimas horas para presionar de cara al Consejo de este jueves, el fichaje de David Broncano se ha politizado desde la derecha mediática, llegando a convertirlo en su principal caballo de batalla contra el Gobierno al argumentar que demuestra el control de La Moncloa en RTVE. Es decir, para denunciar la supuesta politización de RTVE, se ha politizado un acuerdo televisivo.

Primero se ha apuntado directamente contra La Moncloa, asegurando que es un fichaje pedido por el Gobierno e incluso exigido directamente por Pedro Sánchez, con el objetivo de debilitar a la “fachoesfera”, y competir contra Pablo Motos y El Hormiguero. Un mantra que, como no se ha negado por parte del Ejecutivo ni de RTVE (que en realidad nunca valora previamente las deliberaciones del Consejo), se ha dado por válido en los últimos días en muchos medios repitiéndolo una y otra vez, pero sin valorar televisivamente que si TVE incorpora a Broncano sería el fichaje televisivo de la temporada.

Para apoyar esa idea de que todo es una petición del PSOE, se ha utilizado como argumento el ataque a los términos económicos del acuerdo que permite conectar fácilmente con los espectadores, lectores y oyentes al incidir en que la financiación de RTVE proviene del erario público y por lo tanto puede decirse que es “un fichaje que pagamos todos”. Se ha criticado que 14 millones de euros por temporada es desproporcionado, que TVE jamás ha alcanzado acuerdos por más de una temporada, y que ni tan siquiera se le iba a exigir alcanzar una audiencia. Tres afirmaciones que pueden ser, al menos, discutidas:

  • El fichaje de La Resistencia sería más barato que seguir emitiendo 4 Estrellas: la serie diaria que actualmente ocupa el access de La 1 acaba de renovar (a priori por última vez) a cambio de 110.000 euros por capítulo, 7,4 millones por 67 nuevas entregas, como desveló ECD. El acuerdo de RTVE con Encofrados Encofrasa y El Terrat, las productoras de La Resistencia, es de 14 millones por 160 entregas, lo que supone unos 87.000 euros por programa. Se habla de cantidades absolutas sin contextualizar por los grandes montantes que siempre se mueven en televisión, pero lo cierto es que abarataría la franja y estaría muy por debajo del que sería su gran rival El Hormiguero (que se calcula invierte un promedio de 125.000 euros por entrega).
  • TVE sí ha cerrado acuerdos por más de una temporada: en la memoria inicial para presentar el acuerdo, ya se recordaban ejemplos como derechos deportivos (Copa del Rey, ciclismo), series como Cuéntame, o para cine citando los que se cerraron en 2017 con NBC Universal por 38 millones por cuatro años, o en 2019 con DeaPlaneta. Elena Sánchez también cerró otro acuerdo en 2023 con Enrique Cerezo por tres años a cambio de más de 8 millones de euros para películas de su catálogo. Sobre Broncano, se explicaba que era “una contratación plurianual habitual en el mercado audiovisual español cuando se trata de un programa de las características que se recoge en esta propuesta y que no es excepcional, en cuanto a su duración, en el caso de RTVE”, y se destacaba cómo las cadenas privadas sí atan a sus rostros y formatos principales ejemplificando con La Voz, Pasapalabra, Supervivientes, La Ruleta de la Suerte o El Hormiguero. “RTVE no participa de las estrategias del sector privado, pero debe disponer de la suficiente competitividad a la hora de incorporar talento a su parrilla de programación”, decía la memoria.
  • Sí tenía requisitos de audiencia: los datos a los que ha tenido acceso verTele de la negociación que se llevó a cabo y se tenía prevista cerrar en el Consejo del martes 26 de marzo, cuando todo saltó por los aires, ya recogían el compromiso de firmar por dos temporadas con una condición: RTVE podría finalizar el contrato al acabar la primera temporada, avisando dos meses antes, si durante cuatro meses en emisión el programa no superaba el listón del 7.5% en access, o del 8% en late night. Unos baremos que se establecieron según los datos, precisamente, de 4 Estrellas. Es decir, se garantizaba una temporada, y se regulaban sus objetivos.

Los tres nuevos bloques del Consejo de RTVE

En cualquier caso, lo ocurrido este jueves pone de manifiesto la nueva realidad del Consejo de RTVE, que demuestra ser ingobernable.

En la misma sesión, además de la contratación de David Broncano, también se iba a votar por otro fichaje como es el de Arturo Valls con That's my jam (también un formato que ha emitido Movistar Plus+ anteriormente, y que podía no ser aprobado por el mismo motivo que La Resistencia), y por la renovación del concurso El Cazador (producido por Mediacrest, que sí contará con el apoyo de los consejeros del PP).

Sin embargo, tras lo sucedido con Broncano, el Consejo se ha suspendido por “inseguridad jurídica en la toma de decisiones”, como explican fuentes internas a verTele, y se han solicitado informes tanto a la SEPI como a la Abogacía del Estado. Por lo que en realidad no ha llegado a votarse nada, ni a aprobarse ninguno de los acuerdos. Así lo ha confirmado poco después RTVE en un comunicado, en el que ha aclarado que “la reunión se ha suspendido por decisión de la presidenta interina”.

En el “nuevo” Consejo de RTVE hay dos bloques claros enfrentados: uno de cuatro consejeros formado por dos del PSOE (Cascajosa y Ramón Colom), uno de Unidas Podemos (Lakidain, por Podemos) y uno del PNV (Baños); y otro de los tres consejeros del PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio).

Pero ahora hay un tercer bloque que realmente será el que decante a un lado u otro las votaciones, formado por la alianza entre Elena Sánchez (consejera propuesta por el PSOE, pero que no apoyará a los que votaron su cese, que fueron todos salvo Medem, y por ello tampoco a Concepción Cascajosa aunque también la propusiera el PSOE) y José Manuel Martín Medem (consejero propuesto por la extinta coalición Unidas Podemos en 2021, proveniente del PCE, que se integra en IU, que a su vez se integra en Sumar, partido que defiende los votos de Medem aunque lo define como un “verso libre”).

El baile político, que se traslada al Consejo de RTVE como un baile ejecutivo, demuestra que la nueva situación del órgano es prácticamente de bloqueo, precisamente lo que más preocupa a los profesionales de la corporación pública que ya han alzado la voz contra esta situación.