RTVE se encuentra en un momento crucial, en plena transición rumbo a su redefinición, una redefinición que José Manuel Pérez Tornero pretende conseguir de la Corporación. El presidente de la radiotelevisión anunciaba en junio la puesta en marcha de una Oficina de Análisis y Documentación que sirviera como pase previo a la elaboración del nuevo Mandato Marco, que regule las obligaciones y objetivos del medio como servicio público durante nueve años y que, como es evidente, se antoja crucial para el diseño presupuestario de la casa. No hay que olvidar que el anterior, que se aprobó in extremis en diciembre de 2007, caducó hace cuatro años.
Poco antes de oficializar este gabinete, el periodista ya estableció su intención de crear una suerte de “libro blanco” que sirviera a los parlamentarios como “la base para que decidan cuál es la nueva visión de RTVE en el futuro”. Bajo esa misma pretensión, la sección sindical de UGT en RTVE tiene claro lo importante de tomar partido dentro de esta tarea: con este Mandato Marco en vías de desarrollo, el colectivo de trabajadores ha presentado un Plan Estratégico con propuestas muy medidas con las que responder a esa necesidad imperiosa de CRTVE por rearmarse en los nuevos tiempos.
Redefinir RTVE como “plaza pública”
Bajo el lema #RedefinirCRTVE, el memorándum bascula en torno a tres ejes principales, que se resumen en la necesidad de asegurar la eficiencia en el gobierno de la corporación, favorecer e impulsar la revolución digital y convertirse en un agente de relieve dentro del mercado de producción de contenidos, en unos momentos donde la globalización y el cambio del consumo que han permitido las nuevas plataformas permite una transversalidad inaudita también para la que ha de ser la representación de España a nivel televisivo. Es “un trabajo a fondo”, decía el Secretario General de UGT, Pepe Álvarez, durante el vídeo de presentación del proyecto, “para defender a los trabajadores y trabajadoras”.
“Somos la única organización sindical, y diría que social, que ponemos encima de la mesa nuestra propuesta de aspectos que creemos importantes a tener en cuenta en el desarrollo del futuro de RTVE”, explica a verTele el Secretario General de UGT en RTVE, Miguel Ángel Curieses, que recalca la intencionalidad de presentar y proyectar este trabajo, presentado formalmente a comienzos del mes de junio y que ya se ha hecho llegar a las partes implicadas: “Es muy interesante la aportación que se pueda hacer a ese debate en las Cortes”, recalca, llamando la atención sobre el largo tiempo que ha pasado desde el anterior mandato marco, con un panorama muy alejado del actual, cuando términos como la multipantalla o herramientas como las redes sociales aún no se habían establecido como normativas en la industria de la comunicación.
El debate sobre el futuro de RTVE tiene que tomar la medida a los nuevos tiempos, y sobre ello se trabaja en este plan, que parte de un concepto común a la pretensión de Tornero durante su interacción con los distintos grupos que han de participar en la elaboración del nuevo Mandato-marco, el concepto de “Plaza pública”.
“Venimos desde hace años copiando el modelo de las televisiones privadas y yo creo que RTVE deje jugar un papel de plaza pública, de plaza de encuentro, de debate y diversión. Un encuentro de distinta gente de distintas ideologías, intereses religiosos o culturales”, defiende Curieses. En esa línea el plan apuesta por un espacio que responda a todas esas cuestiones “fuera de cualquier matiz ideológico o político”, que no olvide la importancia de los centros territoriales, parte esencial de la vertebración del Estado y también de la identidad de la cadena; pero que tampoco pierda de vista el escenario internacional, donde RTVE sigue “muy atrás” en comparación con otras radiotelevisiones de titularidad estatal.
RTVE, con especial protección constitucional
Uno de los pilares sobre los que se asienta este plan es la recuperación de la credibilidad de Radio Televisión Española, que se enfrentó a la pasada década a un periodo particularmente oscuro durante la regiduría de José Antonio Sánchez, entre 2014 y 2018, un periodo en el que se inició la sangría progresiva de espectadores y las críticas por manipulación informativa, tanto desde dentro de la redacción como desde el exterior.
Como postula UGT, “RTVE debería gozar de la mayor independencia posible con el sometimiento de sus órganos de dirección a la representación de la sociedad civil”, algo por lo que piden el reconocimiento de la corporación como “institución de derecho público” en la Constitución Española, de tal forma que se declare su “especial protección”, siguiendo el ejemplo de lo que ocurre con la televisión alemana. Pero también, en esa misma línea y siguiendo nuevamente el ejemplo de los teutones, la importancia de aumentar la participación social en puestos directivos, con dos tercios de agentes de la sociedad civil en el Consejo de Administración por uno de representantes políticos; una práctica, esta, en la que ya avanzó Telemadrid durante el periodo en la dirección de José Pablo López, tras la aprobación de la ley de 2015; y que acaba de ser eliminada de la modificación de dicha normativas.
La inclusión dentro de la Carta Magna es fundamental para UGT, partiendo de una premisa conceptual sobre lo que debe ser RTVE: no un órgano que presta un servicio público, sino un servicio público en sí mismo. “En el mundo de la híper-comunicación, donde hay muchísimos mensajes y elementos de distorsión, tenemos que jugar un papel esencial para la información como derecho constitucional básico para que la ciudadanía se sienta protegida”, explica Curieses sobre una propuesta que parte, no en vano, de lo que dicta la propia Constitución en su artículo 20.3.
Se trata de evitar que se produzcan “mermas en la calidad democrática de nuestro país”, se detalla en el plan, donde se cita como ejemplo de mala praxis lo ocurrido con la antigua radiotelevisión valenciana, cuyo cierre fue decretado de forma unilateral por el gobierno de turno.
Frente a posibles injerencias de carácter político, UGT también aboga no solo por reorganizar la composición del Consejo, sino por la constitución de un Consejo Social que supervise las bases de la programación y revise que refleja los valores que reclama la sociedad.
Recuperar la credibilidad y la seguridad en la financiación
“No puedes pensar que eres parte de la sociedad sin que la sociedad sea parte de ti. La sociedad tiene que participar”, apunta Curieses, que no habla de co-gobernanza sino de asesoramiento para asegurar el buen servicio público y la neutralidad: “Esto tiene que ver con alejarnos de los modelos de las televisiones comerciales, que no es nuestro campo. Se puede hacer una televisión seria, educativa, social y cultural sin que sea aburrida y teniendo un gran respaldo social. Ese es el objetivo: que la gente sienta a RTVE como suya, tal y como sienten la educación o la sanidad”.
Recuperar la imagen de unidad en torno a la cadena es algo que, desde luego, no puedo plantearse a corto plazo, más aún en un momento en el que La 1 ha cerrado una temporada aciaga en términos de audiencia, en la que se han registrado hasta tres mínimos históricos de cuota consecutivos: del 8,6% de febrero, al 8.3% de abril, el 8.2% de mayo y el 8% del cómputo de junio. A apenas dos días para que finalice el mes de julio, el verano parece haber dado una tregua, rompiendo la tendencia y situando al canal en un 8.7%.
“Hemos tocado fondo en cuanto al respaldo de la audiencia”, dice Curieses sin remilgos, que ve imperante que se emprenda este trabajo para despolitizar TVE y aumentar la participación social: “O en los próximos dos o tres años se redefine qué es la radiotelevisión pública y eso tiene un respaldo social, o esto peligra”.
La salvación de RTVE también pasa por un cambio del actual sistema de financiación para recuperar una estabilidad que permita planificar a medio y largo plazo. La Ley de Financiación de la CRTVE de 2009 especifica límites máximos pero no mínimos al presupuesto para la compañía, lo que ha derivado en la grave situación que atravesó la corporación a comienzos de la pasada década, a partir del recorte de 200 millones de euros por parte del Gobierno de Mariano Rajoy en 2012. Por ello, es crucial establecer un suelo presupuestario para la cadena, pero también cumplir las promesas de hace algo más de una década, que han quedado sin cerrarse.
“Cuando se nos vendió el modelo de financiación en el año 2009 se nos vendió el modelo francés, pero fue mentira”, señala el líder sindical. Este modelo presenta cuatro vías de financiación diferentes: el canon por televisor, aportación de las telecos de 0,9% sobre sus ingresos, y de un 3% a las cadenas privadas por ingresos publicitarios; así como un “acceso residual” a la publicidad en pantalla, fijada en un 25% y fuera del ámbito del prime time.
“De lo que hablamos nosotros es de seguir manteniendo los otros canales de financiación para fortalecer la vía de ingresos de RTVE”, matiza sobre lo llamativo que puede resultar, en un primer momento, la petición publicitaria. “Para nosotros es importante que se abra ese campo que se nos dijo que es lo que iba a ser en 2009”, reitera, aludiendo a las diferentes fórmulas de ingresos, con las que RTVE podría comenzar a recuperarse de forma efectiva de los recortes de hace casi 10 años.
“Tiene que haber un barrido en las direcciones de RTVE”
Durante más de 100 páginas, el Plan Estratégico elaborado por UGT-RTVE diagnostica los principales desafíos para el futuro. Y en el futuro, la innovación, la digitalización y la construcción de puentes para expandirse es igualmente importante. “Tenemos que salirnos de [la idea] de que somos radio y televisión, sino que somos una multiplataforma de contenidos audiovisuales públicos, para lo que es fundamental entender que este nuevo escenario en el que nos vamos a mover podemos tener asociaciones internacionales con televisiones públicas a nivel global”.
Pérez Tornero también ha insistido sobre esto, poniendo de relieve las múltiples ventas de contenidos de ficción que se han cerrado durante estos primeros meses de mandato. También se refleja en su apuesta renovada por Eurovisión, con la creación de un nuevo festival en Benidorm que no solo sirve para escoger al candidato español del certamen mundial, sino que atraiga la atención del exterior. Y, especialmente ahora, con el inicio y retransmisión los Juegos Olímpicos, estamos viendo los primeros pasos de RTVE Play, la nueva plataforma de contenidos a la carta de la corporación, con la que se pretende tomar la medida a los nuevos flujos de contenidos. No olvidemos que, frente a los malos resultados del consumo lineal, RTVE se reivindica en el diferido, con programas como MasterChef y series como Estoy vivo y Cuéntame poniéndose arriba en los rankings.
Como dice Curieses, “hay muchos ejes sobre los que se puede redefinir RTVE para que sea un referente a nivel mundial”. Sólo falta que los partidos políticos y el Gobierno quieran, y que los directivos estén a la altura de poder ponerlo en marcha. En ese aspecto, observa una afinidad con la “filosofía general del presidente”, con el que reconoce “un porcentaje altísimo de coincidencia” en sus ideas. “Tenemos una serie de coincidencias entre lo que el presidente pretende que sea esta empresa y lo que UGT pretende que sea esta empresa”, reconoce. Ahora bien, a juicio de UGT, “la planificación de la programación para la próxima temporada no tiene nada que ver con esto, porque es más de lo mismo”. Por de pronto, los primeros avances de programación mantienen la línea continuista, sin que de hecho se presenten novedades reseñables más allá del lanzamiento de proyectos de ficción que llevan largo tiempo esperando a su estreno.
Tampoco hay, por el momento, cambios concretos en la ejecución de la nueva parrilla, toda vez que Las cosas claras de Jesús Cintora cumplió su ciclo al mediodía, y a falta de conocerse de forma oficial el nuevo rumbo de La hora de La 1. Julio ha servido para certificar los nombramientos, pero “aún no se han hecho cambios en profundidad”, declara Curieses, para quien hay un problema de fondo aún por atajarse.
“Tiene que haber un barrido en las direcciones de RTVE, de mucha gente que desde 2008-2010 están dirigiendo la televisión y son parte de la culpa de la externalización de la producción. Con nosotros no van a contar para seguir externalizado”, recalca con contundencia sobre los parámetros actuales de la producción ajena tanto en formatos de entretenimiento como en los programas informativos, que han afectado al ya citado programa de Cintora. “Dicen que nuestras producciones son caras y eso es mentira. El presidente tiene que hacer un gran esfuerzo en hacer más limpieza para que la producción sea absolutamente interna en todo aquello que podamos hacer”.
El secretario de UGT en RTVE manifiesta su optimismo con la posibilidad de llevar a buen término esta transformación, o mejor dicho, redefinición, de RTVE, dando un margen de dos años para levantar esos pilares necesarios para ello. Ahora bien, como deja claro, la cuestión está en otras esferas, de las que esperan la altitud de miras que desde el sindicato: “Tiene que haber voluntad del parlamento, del Gobierno y de los altos cargos de la Dirección”.