A las 16:00 horas, Rocío Carrasco entraba en el plató de Sálvame. Lo hacía en un plató vacío, a excepción del director y del equipo técnico, acompañada de dos operarios que trasladaban una caja cerrada. En su regreso a un plató después de la emisión de Rocío. Contar la verdad para seguir viva, la hija de Rocío Jurado se sentaba en el sillón central, mientras que Jorge Javier Vázquez y el resto del equipo aguardaba esperando en un plató contiguo, el de Supervivientes.
“De fuera vendrán que de tu casa te echarán”, ironizaba el presentador. “En vez de ser nosotros, los dinosaurios de Sálvame, los que la esperamos en nuestro plató, es ella la recién llegada la que nos recibe a nosotros. ¿Pero en calidad de qué?”, planteaba Vázquez. Como ocurrió el lunes, cuando se anunció su incorporación, el formato de La Fábrica de la Tele emplazaba a las 17:30 horas para indicar los detalles de su fichaje, para afectar así a la emisión del nuevo episodio de Tierra amarga en Antena 3. Y, como sucede de forma habitual en el programa, la función que desempeñará desde esta semana no se ha desvelado hasta el mismo final de la emisión.
No fue hasta las 20:10 horas cuando abrió la caja: “He venido al programa para escuchar, que es una cosa muy importante que conmigo no se ha hecho en mucho tiempo”, decía. Será algo más que lo que era antes la defensora de la audiencia, sino que dará voz a “famosos de los que se dicen cosas que no son” en su sección para que se defiendan. “Me pueden contar lo que quieran”, avisaban. La sección se titulará Hable con ella, aludiendo al título del late show que copresentó en su día en Telecinco.
Así ha sido la primera tarde de Rocío en 'Sálvame'
Entre tanto, Sálvame se ha dedicado casi por entero a la nueva incorporación, con una entrevista conducida por el presentador y con sorpresas diversas: “Estoy contenta por tener ganas de venir. Hacía mucho tiempo que no tenía ganas”, ha dicho en su primeras declaraciones a Jorge Javier, a quien aseguraba haber sentido “muchas emociones” al pisar el plató.
35 días después de que acabara la docuserie, tiempo que ha dedicado a “tomar conciencia” del impacto que esta había supuesto a nivel social, Rocío Carrasco se reunía con el comunicador para explicar su nueva función, sin perder de vista todos los frentes abiertos en su aterrizaje en Sálvame. Eso sí, arrancaba con un recuerdo especial a Mila Ximénez, fallecida recientemente, y a la que se refería Vázquez.
Este aseguró que en conversaciones durante la última etapa de la vida de la periodista, que había mantenido la amistad con Antonio David Flores durante los últimos años, esta aseguró sentirse “engañada” y “utilizada” por este último tras ver el testimonio de Carrasco. “Sus palabras fueron estas. Te juro que Mila aquella tarde, charlando, dijo, 'Con todo lo que yo he visto, Antonio David no es un maltratador, es un torturador'”, afirmaba el conductor de Sálvame.
Tenso encuentro con Matamoros: “¿Tú has visto la docuserie?”
El tono cambiaba radicalmente a lo largo de la tarde con las distintas entradas a plató. Primero hacía acto de presencia Josep Ferré, el aplaudido imitador del formato, para suplantar a Terelu Campos, amiga íntima de la nueva compañera, provocando las risas de esta. Luego, entraban los colaboradores del programa que habían apoyado explícitamente el relato de Rocío: Kiko Hernández, Miguel Frigenti, Anabel Pantoja y Belén Esteban. Y algo después, había de entrar el núcleo duro de críticos o escépticos, o de aquellos que habían cuestionado partes del testimonio de Rocío, contar la verdad para seguir viva: hablamos de Kiko Matamoros aún convaleciente de sus múltiples operaciones estéticas, María Patiño, Marta López y Gema López.
A esta última lanzó una de las primeras pullas que soltó en la tarde: López había dudado de que Rocío hiciera lo correcto al fichar por Sálvame, un programa donde diariamente se dedican a “especular”. “Ella, que se llena la boca diciendo que es periodista, ahora resulta que es especuladora”, dijo. El encuentro con Matamoros generaba aún más morbo, por las críticas que este había venido realizando durante los últimos meses sobre el documental (que luego admitió no haber visto). “¿Tú has visto la docuserie?”, le decía ella en un tenso encuentro.
El tertuliano insistió en sus dudas sobre el tratamiento del documental a la figura de Rocío Flores, la hija de Carrasco, y le preguntó directamente por cómo vivía que “determinados comentaristas la dibujen como una auténtica pandillera y una especie de delincuente y un ser agresivo”. “Yo lo vivo con mucho dolor. Todo eso no he sido yo la que lo ha propiciado para que se diga. De eso no tengo la responsabilidad”, dijo. “¿Cómo te afectaría a ti que hablasen así de un hijo tuyo?”. Matamoros se enrocó en lo inadecuado de seguir hablando de la agresión que sufrió Carrasco por parte de su hija, hasta el punto de que Jorge Javier intervino por lo “incomodísimo” de la situación.
No obstante, los últimos minutos del programa sirvieron para que llegaran a un punto de entendimiento, cuando Jorge Javier Vázquez intervino: “Estoy convencido de que vais a tener muy buena relación. Lo digo sin ningún tipo de ironía”, afirmó el presentador. Ella añadió que a ambos les unen “varias personas muy importantes” a las que ella profesa mucho cariño, refiriéndose a “varias de sus hijas”.