Rocío Carrasco regresó a Sálvame este miércoles para adelantar el contenido de la segunda temporada de su docuserie: En el nombre de Rocío. “El otoño se ha adelantado”, comenzaba diciendo Carlota Corredera y es que dicho estreno se esperaba para la próxima temporada pero Telecinco ha apostado por él como baza para rascar audiencia a la fuerte competencia que está suponiendo Tierra Amarga.
La hija de Rocío Jurado volvía a un plató pensado para su mayor comodidad con colaboradores que le han apoyado durante la emisión de su primer documental o no han sido muy severos en sus opiniones: Kiko Hernández, Anabel Pantoja, Lydia Lozano, Miguel Frigenti, Canales Rivera, Laura Fa, Rafa Mora y Marta López. Sin embargo, Kiko Matamoros y Gema López, que habían sido mucho más críticos con ella, no acudieron esa tarde al programa.
“Vuelvo de fucsia” recalcaba Carrasco haciendo referencia al mismo color que lució en el documental y que tanto dio que hablar por su relación con el feminismo. “Vengo relajada y preparada” confesaba y explicaba que ni había recibido apoyo de ningún familiar sorpresa “ni lo he esperado, ni lo quiero” tras la exitosa emisión.
Tras hacer balance sobre lo vivido, Corredera iba al grano y le preguntaba a Rocío si existía o no el diario de su madre, del que tanto se ha hablado en los útimos días: “Existen unos manuscritos, que no sé porqué se le ha llamado 'Diario', que son escritos de ella con reflexiones, opiniones, anotaciones, pensamientos sobre su vida. Eso es lo que existe”. Sin embargo, sorprendió a todos al dejar claro que los manuscritos no son el “documento más importante” que encontró.
Preguntada sobre el enfoque de la segunda temporada de su docuserie: “En el nombre de Rocío no se hace desde el rencor o la venganza sino desde la verdad”. Aseguraba que todos “han mentido sobre mí” y que iba a sacar todo a la luz. Hasta la intimidad del matrimonio entre Jurado y Ortega Cano: “Se va a ver la realidad de lo que ocurría. Creo que el enlace no fue acertado”.
Las dos preguntas que no quiso contestar
Al escucharla, los colaboradores quisieron saber la razón por la que, entonces, Ortega Cano había afirmado que existían tales escritos y después se había desdicho en público asegurando que estaba de “broma”. Rocío afirmó que cuando él negó conocer las anotaciones estaba diciendo una “mentira” y que lo hacía porque alguien “le llamó a la orden” porque no necesitan que se haga público.
Preguntada por la identidad de la persona que llamó a Ortega Cano para que se desdijera, Carrasco prefirió reservar tal información hasta la emisión del documental: “Sé quién fue pero ahí explico todo y se entenderá mejor”.
Kiko Hernández también quiso sacar un titular que Rociíto no le pudo dar. “¿Quién va a ser el mayor damnificado de esta segunda temporada?”, preguntó el colaborador y ella lamentó no poder adelantar la identidad para no desvelar contenido aún.
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