Los seis principales retos en RTVE de su nuevo presidente, José Manuel Pérez Tornero
El Senado ha refrendado este miércoles, como ya hizo el Congreso hace un mes, el acuerdo político entre PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV para designar a los diez nuevos consejeros de RTVE. Y este mismo jueves 25 de marzo, se volverá al Congreso para nombrar a José Manuel Pérez Tornero como nuevo presidente de la Corporación pública.
Lo que ya era oficioso se hará oficial para poner fin a un periodo de provisionalidad encabezado por la hasta ahora administradora única Rosa María Mateo, que iba a durar tres meses y se ha alargado casi tres años marcados por la durísima oposición política. Incluso tras haberse despedido del Senado, dirigiéndose a los políticos para lamentar que su “único calvario es al que ustedes me han sometido”, Mateo ha recibido exigencias de dimisión del PP y Vox.
La nueva etapa, en principio, iba a suponer una renovación total e iba a premiar los méritos y proyectos de los candidatos al concurso público. Pero la resolución política del proceso ha repetido la decepción entre los profesionales de RTVE, que como contamos valoran que “hemos vuelto a lo de siempre”. La traca final ha sido que los aspirantes hayan tenido que acudir al Senado a presentar sus proyectos incluso después de oficializarse el acuerdo político, cuando como ellos mismos lamentaron “todo el pescado está vendido”. el malestar es tan grande que la presidenta y la vicepresidenta del Consejo de Informativos de TVE, Yolanda Sobero y Francisca González, rechazasen su turno de exposición para en su lugar leer un comunicado que denunciaba el “sonrojante mercadeo” de los políticos.
En este clima de decepción profesional y de oposición política, el nuevo presidente José Manuel Pérez Tornero tendrá que hacer frente a muchos retos, de los que queremos destacar algunos para establecer un mapa de su futura gestión:
1) Revertir la imagen de falta de independencia
Uno de los mayores lamentos de los profesionales de la información de RTVE es que la percepción de la Corporación pública sea la de un medio politizado, porque afirman que los tiempos de las consignas ya quedaron atrás (con los viernes negros), y a la hora de trabajar no hay manipulación.
En este sentido sí hay confianza, por no elevar su consideración hasta la de “tabla de salvación”, en que el perfil de Tornero pueda rebajar la confrontación política que impulsa y provoca que se dé esa imagen de politización de RTVE. No en vano, los profesionales de la Corporación recuerdan que fue aprobado por consenso, y valoran positivamente su perfil transversal y moderado.
2) Mediar y acordar en su politizado Consejo
El primer “combate” será seguramente el interno. Y es que como es lógico por ser consecuencia de un acuerdo político, el nuevo Consejo de RTVE estará muy polarizado políticamente, y es más que probable que el voto de calidad que decante la balanza sea finalmente el del PNV.
Los perfiles elegidos sobre todo por el PP, con Carmen Sastre (que tras perder su juicio contra RTVE sigue criticando diariamente a los profesionales e informativos de TVE en Twitter) y Jenaro Castro (marcado por numerosas denuncias por manipulación) no parecen destinados a lograr un Consejo de diálogo y consenso, sino más bien de imposición y enfrentamiento. Habrá que ver el papel del nuevo Presidente.
3) Su proyecto de gestión: dudas y apoyo político
La labor del nuevo Consejo de RTVE, y de su presidente, estará supeditada al apoyo político que reciba y a su consiguiente financiación. Tornero lo sabía y por eso durante su comparecencia en el Congreso señaló la importancia del mandato-marco, y evito problemas sobre la eterna duda sobre la vuelta de la publicidad asegurando que “no estamos, en principio, en un mal sistema de financiación”. De entrada, contradice así a las quejas por las estrecheces presupuestarias que han expresado sus antecesores.
En este aspecto, hay que recordar que la trayectoria profesional de Tornero ha generado dudas por ser muy destacada en lo catedrático, pero sin aportar experiencia de gestión, más aún tratándose de un gigante como RTVE. Combinando estas dos visiones (el apoyo político y las dudas por su capacidad de gestión), la decisión del nuevo Presidente de la Corporación sobre mantener a los puestos de dirección o nombrar a nuevos equipos será una piedra de toque en el equilibrio político. Y en este sentido, el nombre de Enric Hernández (director de Información y Actualidad de RTVE) vuelve a cobrar protagonismo.
4) Avanzar en modernización, digitalización... y transversalidad
RTVE inició hace años un proceso de modernización y digitalización que a nivel visible tiene su último ejemplo en el nuevo plató de los Telediarios, que ya ha permitido a la cadena pública mostrar su potencial para los que aún tienen de ella una imagen anticuada.
El perfil de Tornero, en cuya trayectoria uno de los puntos destacados es precisamente su apuesta por la innovación digital, parece idóneo para seguir esa senda. Pero además será necesario que RTVE, como grupo, modernice su concepción para tener una presencia mucho más transversal. La Corporación ya ha dado pasos (nuevo equipo de datos, mayor importancia de las redes, perfil juvenil de Playz), y ahora el reto será englobar todo ello en una radiotelevisión pública a la vanguardia.
5) Plantilla, interinos y externalizaciones
En ese proceso de transversalidad y modernización será indispensable que RTVE cuente con sus profesionales. La plantilla de la Corporación es muy amplia, tanto que algunos de sus consejeros abogaban hace no tanto por reducirla. La solución no parece situarse tanto en los despidos como en aprovechar ese valor humano, que es lo que además desean sus trabajadores.
Uno de los grandes caballos de batalla de los profesionales de la Corporación es que se dejen de externalizar programas y se empleen los recursos propios de RTVE. Sus trabajadores y sus medios. Más ahora que, como decimos, el proceso de modernización de la cadena es importante. La cuestionable estrategia de externalizar parcialmente programas calificándolos como “infoentretenimiento” (ya que la Ley de RTVE impide externalizar programas de información) debería olvidarse, y también se debería hacer un esfuerzo por premiar en las futuras oposiciones (otro reto que tendría que cumplirse) el trabajo de los interinos.
6) Pacificar con los divididos sindicatos
Como estamento público, en RTVE los sindicatos cobran una especial importancia. Y en la Corporación hay una clara división entre los distintos grupos representados en su Comité (UGT y SI como mayoría sindical por un lado; CCOO, CGT y USO por otro). El desacuerdo se hizo patente al firmar el III Convenio colectivo, e incluso al valorar esta renovación de la dirección de RTVE.
No es labor del presidente, ni del nuevo Consejo, lograr la unión sindical. Ellos deben mirar por el futuro de RTVE, aunque en ocasiones entre en conflictos. Pero sí está en sus manos darse cuenta de que quizás hay que escucharles. La principal reclamación de los sindicatos, junto a la defensa de los centros territoriales que también enarboló el Consejo de Informativos, es la misma que sus trabajadores: aprovechar los recursos propios y no externalizar para favorecer a productoras.
Resulta extraño, al hablar de cadenas de televisión generalistas y en abierto, no hacer referencia a sus audiencias. Más aún cuando TVE registra datos cercanos a sus mínimos históricos. Y es cierto que especialmente La 1 debe salir de la relativa irrelevancia en la que está inmersa. Pero no a costa de olvidar que es una cadena pública que debe regirse por otros valores, y que éstos no se asocian con la competición contra las privadas.
RTVE afronta una de sus etapas más difíciles, que algunos de sus profesionales incluso ven como un punto de no retorno. La decepción por el final del concurso público tendrá que sobreponerse, y el nuevo Consejo politizado deberá maniobrar para garantizar la estabilidad y el futuro de la Corporación. Su nuevo Presidente, José Manuel Pérez Tornero, es visto con esperanza para pilotar ese horizonte en el que de momento se vislumbran más nubes que claros.
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