De 'Sálvame' a 'Ni que fuéramos': un año del traumático final que avivó las ganas de revancha contra Telecinco

Arriba, Kiko Hernández y Belén Esteban asisten emocionados al último programa de 'Sálvame' en junio de 2023. Abajo, los tertulianos de 'Ni que fuéramos Shhh'

Gabriel Arias Romero

Pocos finales han sido tan traumáticos como el de Sálvame. Tras haber ocupado las tardes de Telecinco durante 14 años con titulares escandalosos, 'bombazos' que marcaron la crónica rosa, peleas, polémicas y liderazgo de audiencias, el magacín fue cancelado por la nueva directiva de Mediaset en mayo de 2023. Su equipo, liderado ante las cámaras por Jorge Javier Vázquez, se enteró de la 'ejecución' en pleno directo. Un mes y medio después se produjo el anunciado funeral, del que este 23 de junio se cumple su primer aniversario.

Transcurrido un año, Sálvame sigue estando muy presente en la televisión española. Su espíritu se ha reencarnado en Ni que fuéramos Shhh, un nuevo magacín que cuenta con la participación de algunos de sus famosos tertulianos. Otros han buscado cobijo en platós más lejanos, pero han quedado marcados por su pasado más reciente. Les persigue la sombra de Sálvame, que es tan larga que incluso traspasa la pequeña pantalla.

En los tribunales, donde el programa sufrió unas cuantas derrotas, le siguen lloviendo condenas: 200.000 euros tendrá que pagar a María del Monte, 800.000 a Alfonso Merlos y 160.000 a Raquel Bollo. Y mientras tanto, la Operación Deluxe, en la que se investiga la supuesta filtración de datos policiales para su difusión en su plató, amenaza con ensombrecer todavía más el legado de un formato que nunca desapareció del todo y que ahora intenta recuperar su influencia con una versión humilde de lo que fue.

Fin a 14 años de éxitos y polémicas

Aunque casi todos los meses se anuncia la cancelación de algún programa, el final de Sálvame no era una despedida más. El magacín de La Fábrica de la Tele había sido durante muchos años líder de audiencia y una de las principales ofertas de la televisión. Con cinco horas de emisión cada día de lunes a viernes tuvo tiempo suficiente para darse a conocer entre el público.

Pronto, aquella tertulia en la que se comentaban las noticias del corazón se convirtió en una fuente inagotable de titulares. Sus colaboradores se peleaban entre sí, huían del plató a voces, lloraban y se reconciliaban pasado un tiempo. Allí todo tenía su trama, y todo era un acontecimiento.

Sálvame gozó de una salud de hierro y fue el espejo en el que se miraron otros muchos programas, sin embargo, el éxito le abandonó poco a poco. La audiencia del magacín fue decayendo y su imagen se vio comprometida por multitud de escándalos que también pusieron en aprietos a Telecinco. Siempre fueron polémicos los debates sobre política que se improvisaron en aquel plató al que Jorge Javier Vázquez bautizó como un territorio de “rojos y maricones”.

Con Mediaset sumida en una profunda crisis, Sálvame perdió el liderazgo de las tardes y también perdió a su principal protector, Paolo Vasile, reemplazado al frente de la empresa a finales de 2022. Pocos meses después se anunció la cancelación del programa. La nueva directiva quería un cambio de aires.

Parte del equipo cree que esta decisión tuvo una motivación ideológica, de ahí que la nueva cúpula redactara un Código Ético para prohibir los comentarios políticos en programas de entretenimiento. Otros creen que Mediaset quería poner fin a la guerra entre la productora de Sálvame (La Fábrica de la Tele) y la compañía que dirige Ana Rosa Quintana (Unicorn Content), aparentemente enfrentadas por el reparto de la programación de la cadena y, en especial, tras la emisión de la serie documental de Rocío Carrasco. Con Sálvame fuera de juego, Ana Rosa tomó el control de la sobremesa para poner en marcha TardeAR.

La despedida de Sálvame estuvo marcada por la ausencia de quienes habían sido sus presentadores más carismáticos: Jorge Javier Vázquez estaba de baja médica desde que se difundió la falsa noticia de que Telecinco preparaba la rescisión de su contrato, Carlota Corredera dejó el equipo en marzo de 2022, y Paz Padilla había sido despedida por abandonar el plató durante una discusión con Belén Esteban.

El 'funeral' quedó a cargo de María Patiño, Adela González y Terelu Campos. Ellas oficiaron la última emisión de un programa que aprovechó sus últimos días para rebelarse contra los ejecutivos que habían firmado el acta de defunción. Después, los focos del plató se apagaron para siempre.

Un año manteniendo vivo el espíritu de 'Sálvame'

Cinco meses después de la traumática despedida, los tertulianos de Sálvame se reencontraron en Netflix con ¡Sálvese quien pueda!, un docureality que les llevó de viaje por las Américas.

Al mismo tiempo, algunos de ellos buscaron trabajo en otras cadenas de televisión. Lydia Lozano, Terelu Campos y Chelo García Cortés desembarcaron en TVE; Marta López, Kike Calleja, José Antonio Avilés, Carmen Alcayde, Antonio Montero, Miguel Frigenti y Carmen Borrego permanecieron en Telecinco; y Gema López, Alonso Caparrós, Pilar Vidal y Laura Fa pusieron rumbo a Antena 3.

Pero el núcleo duro de Sálvame volvió a la carga a principios de 2024. Es entonces cuando los creadores de La Fábrica de la Tele (que dejaron la empresa en manos de Telecinco) fundaron una nueva productora (Fabricantes Studio) y pusieron en marcha el Canal Quickie, la plataforma de un nuevo magacín como el que pilotaron durante 14 años.

El proyecto no tardó en hacerse realidad. El 16 de mayo arrancaban las emisiones de Ni que fuéramos Sálvame, posteriormente rebautizado como Ni que fuéramos Shhh por discrepancias con Mediaset. Tras dos semanas retransmitiendo a través de YouTube y Twitch, la cadena de televisión Ten se interesó por el programa y le hizo un hueco en su parrilla. Más de 200.000 personas (aproximadamente el 2.5% de la audiencia) lo ven cada tarde.

'Ni que fuéramos Shhh' y “la cadena de enfrente”, una relación tortuosa

Salta a la vista que este nuevo programa es la continuación del anterior, así que poco importa que no puedan utilizar el nombre que les acompañó desde 2009. Con muchos menos recursos a su disposición, y con mucha menos audiencia porque Ten no es Telecinco, la 'vieja guardia' de Sálvame ha vuelto a las andadas.

Belén Esteban, María Patiño, Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Víctor Sandoval, Kiko Hernández y Chelo García Cortés se reúnen cada día en torno a la pequeña mesa de Ni que fuéramos Shhh para hacer exactamente lo mismo que hacían en Telecinco, aunque ahora, dicen, tienen más libertad que antes y pueden arremeter contra Mediaset cuanto les plazca.

Mientras tanto, “la cadena de enfrente” (como ellos la llaman), se ha empleado a fondo para borrar la huella de Sálvame. Si hay que emitir imágenes del programa, se emiten, pero sin la debida mención. “No hay nada más maravilloso que sentirse orgulloso de lo que has sido para entender quién eres, y Telecinco ha renegado de algo tan importante como la escuela de Sálvame”, se quejó hace unos meses la propia Patiño.

Lejos de solucionarse, el conflicto ha empeorado a lo largo de este último año y no parece que se vaya a suavizar ahora que el equipo de Sálvame ha vuelto con ganas de revancha. Seguirán los dardos contra Mediaset y posiblemente sigan los enredos judiciales que se derivan de lo dicho en aquel plató legendario. No es fácil acabar con un formato que durante 14 años fue esencial para la programación de Telecinco.

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